La maniobra de la oposición peruana para destituir al presidente Martín Vizcarra dejó este sábado en mitad del fuego cruzado a las Fuerzas Armadas al conocerse que el líder del Congreso, el opositor Manuel Merino, que asumiría la Presidencia si prospera el juicio político, contactó a altos mandos militares.
Los intentos de Merino por involucrar a los militares en este proceso político alimentaron la tesis de «complot contra la democracia» lanzadas el viernes por Vizcarra junto a su primer ministro, Walter Martos, que calificó la situación «prácticamente un golpe de Estado».