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Julian Assange: la imposible transparencia. Mentiras. Y el manifiesto: ‘Dialogue for Catalonia’

Este título recuerda la exitosa película ‘Sexo, mentiras y cintas de vídeo’ (1989), de Seteven Soderbergh y, la verdad, es que el tema es el mismo, la mentira.

Julian Assange

‘La justicia de Reino Unido rechaza la extradición del fundador de WikiLeaks a Estados Unidos

El fundador de WikiLeaks, Julian Assange, no puede ser extraditado de Reino Unido a Estados Unidos debido a problemas de salud mental, ha dictaminado esta mañana, una Corte británica.

Al dar a conocer su dictamen, la jueza distrital Vanessa Baraitser consideró ‘demostrado’ que el australiano de 49 años, presenta riesgo de suicidio y podría quitarse la vida si es procesado en EUA, donde enfrenta cargos por la publicación de miles de documentos clasificados en 2010 y 2011.

EUA afirma que las filtraciones violaron la ley y pusieron en peligro vidas. Assange ha luchado contra la extradición y dice que el caso tiene motivaciones políticas.

‘Un hombre deprimido y algunas veces desesperado’. Según la jueza Baraitser, la evidencia de las autolesiones de Assange y sus pensamientos suicidas, lo confirman.

(bbb.com, 4 enero 2021)

Es decir, la sentencia, que será recurrida por los EUA, se basa en la situación sanitaria de Assange, y no entra en el fondo, la posible futura entrega del líder de WikiLeaks a los EUA, para cumplir una condena de 175 años de prisión, por haber filtrado más de 700.000 documentos clasificados sobre actividades militares, diplomáticas y políticas estadounidenses.

‘Convertido para sus seguidores en un símbolo de la lucha por la libertad de información, el australiano de 49 años conocerá hoy su porvenir más inmediato.

Cualquiera que sea la decisión, está abierta a apelación, por lo que es poco probable que la batalla legal termine en el Reino Unido.

También queda por ver cuál será la actitud de la administración del futuro presidente estadounidense Joe Biden hacia el fundador de WikiLeaks.

Assange se ha enfrentado a un proceso judicial durante la presidencia de Donald Trump. Bajo su predecesor Barack Obama, que tenía a Joe Biden como vicepresidente, la justicia estadounidense había renunciado a enjuiciar al fundador de WikiLeaks.

Pero hace apenas 10 años, Biden comparó a Assange con ‘un terrorista de alta tecnología’.

La abogada Sella Moris, con quien Assange tuvo dos hijos, ha informado que ‘la defensa de Julián estaba seriamente perjudicada, pues no había podido ver a ninguno de sus abogados desde marzo, (…) y que, si fuera extraditado a los EUA, sería enterrado vivo’.

(…)

Corresponde a la justicia británica determinar si la solicitud de extradición estadounidense que se le presenta cumple una serie de criterios legales y, en particular, si no es desproporcionada o incompatible con los derechos humanos.

(…)

Kristinn Hrafnsson, editora en jefe de WikiLeaks dijo que ‘casi seguro que la corte fallará en contra de Assange, denunciando prejuicios en el proceso’.

(lavanguardia.com, 4 enero, horas antes de conocerse el fallo)

Es preciso recordar que la soldado Chelsea Manning (antes Bradley Manning), fue condenada a 35 años de prisión, por haber filtrado, en 2009, esos 700.000 documentos mencionados.

EUA consideró que se trataba de un ataque a la seguridad estadounidense, hecho que las respectivas defensas de Manning y Assange desmienten, pues consideran que lo que mostraban era la brutalidad del ejército norteamericano en Irak y Afganistán.

Otro caso similar fue el de Edward Snowden, que denunció la vigilancia masiva efectuada por la agencia nacional de seguridad (NSA), y, para ello, fue apoyado por WikiLeaks.

Obviamente, la libertad de expresión siempre ha estado controlada por los poderosos que poseen los medios de comunicación más importantes y seguidos; por eso, las redes sociales quedan, casi, como una de las pocas vías ‘menos controladas’.

Por eso, los poderes quieren castigar, de forma ejemplarizante a Assange, Snowden, etc., para atemorizar a futuros ‘valientes’.

Y es una vergüenza, pues lo que pretenden los estados es proteger su propia basura, sus fechorías, sus asesinatos colaterales (o directos), sus ilegalidades. Y esto es una práctica habitual, pues casi todos los estados tienen sus cloacas, y aquí en el estado español, las hemos sufrido y seguiremos sufriéndolas.

Mentiras

‘Pedro Sánchez dijo que no compartiría gobierno con Podemos, ni aceptaría pactos con el independentismo. Carles Puigdemont se comprometió a volver a Catalunya si después del 21 de diciembre del 2017 podía ser investido presidente de la Generalitat. Oriol Junqueras garantizó que el 1 de octubre del 2017 se podría votar como siempre. Ada Colau, que no aceptaría los votos de Manuel Valls para ser alcaldesa. José Mª Aznar aseguró que en Irak había armas de destrucción masiva’.

Así, Aleix Moldes inicia su artículo: ¿Hay políticos a los que no les haga vergüenza mentir?, un artículo muy interesante, si bien creo que es preciso señalar que el caso de Puigdemont, no encaja correctamente, pues es cierto que dijo que volvería, pero no se dieron las condiciones ya que ERC no permitió que fuese investido presidente de forma telemática. Por lo tanto, no mintió y, por eso, no debería haber sido incluido en esa referencia.

El citado Moldes, señala las dificultades en determinar determinadas mentiras, pero: ‘hay situaciones que no ofrecen ninguna duda. El martes pasado, en una entrevista a TVE, al ministro de sanidad, Salvador Illa, le preguntaron hasta en tres ocasiones de forma directa, si él sería el candidato del PSC (la filial-sucursal del PSOE en Catalunya) en las próximas elecciones catalanas. ‘No, no. Nuestro candidato será Miquel Iceta’, respondió una y otra vez el ministro. No habían pasado ni 24 horas que los socialistas catalanes detallaban el cambio más sonado del 14 de febrero, con Illa liderando al PSC, en sustitución de Miquel Iceta. ¿Qué había pasado en aquel corto espacio de tiempo? Nada. Al día siguiente se explicaba que la decisión estaba tomada desde el 16 de noviembre y que había preferido esperar hasta la llegada de la vacuna, para anunciarlo.

Pero el martes a Illa no le había temblado la voz y con su habitual seguridad había llegado a decir al periodista de TVE que ‘Miquel Iceta es la persona con mejores condiciones de liderar el cambio en Catalunya’

Durante la pandemia, Illa ha estado en el ojo del huracán, como primera autoridad en el combate del coronavirus. Su tranquilidad ha transmitido confianza en muchos momentos. No le ha temblado la voz para responder a ninguna pregunta durante todos estos meses. Como el martes en TVE.  (…) La credibilidad es, de hecho, el principal atributo que ha de tener un político para generar confianza en la ciudadanía, especialmente en situaciones de crisis. Pero si Iceta ya no era candidato el martes, ¿qué impide pensar que no todo ha sido tan transparente en la crisis sanitaria? (…)’

(Ara, 3 de enero 2021)

Y ahora, ante las críticas a Pedro Sánchez por cambiar al ministro de sanidad en plena pandemia, el objetivo es ‘salvar al soldado Sánchez’, (siguiendo con las referencias cinematográficas) y Illa dice que la decisión fue de Iceta. Una mentira que ni los niños de primaria se podrían creer. Pero, todo vale. Siempre habrá incautos o ciegos que se traguen todo lo que les digan los suyos. Son vasallos acríticos, no ciudadanos de pleno derecho.

Pero, claro, a Iceta le recompensarán nombrándole ministro, cumpliéndose, una vez más, el ‘principio de Peter’, que ya comenté en otra ocasión.

Según ese principio, formulado por Laurence J. Peter en su libro ‘The Peter Principle’ (1969): ‘En una organización las personas que hacen bien su trabajo son promocionadas a puestos de más responsabilidad, una y otra vez, hasta que llegan a su nivel de incompetencia’.

Según Peter F. Drucker, ‘Hemos de rechazar el principio de Peter, ‘pues quien se equivoca es el jefe si promociona a una persona no preparada para un determinado trabajo’

(Wikipedia)

Sobre el particular me parece muy acertado el twitter de Lluís Llach, ayer 3 de enero:

‘Que el señor Illa tenga para los votantes socialistas más credibilidad que el señor Iceta, es un termómetro de cómo están las cosas en el PSOE-PSC. Entre cinismo o mediocridad, todo el abanico de sinónimos’.

No se puede ser más claro en tan pocas palabras; esa es una facultad que tienen los artistas y poetas.

Y es una vergüenza que el PSOE intente aprovechar la popularidad de Illa, por la gran cantidad de horas televisivas durante este año, para intentar ganar las elecciones. Y, para eso, Illa busca el voto del partido de Ciudadanos (de derechas y independentista catalán), y por eso, en sus primeros discursos ha privilegiado el uso del castellano.

Pero, los que sí que tenemos memoria, sabemos que Salvador Illa (nacido en 1966 en La Roca del Vallès, Barcelona) es un producto de un partido, secretario de organización del PSC desde 2016; licenciado en derecho por la Universidad de Navarra (del OPUS DEI), y desde 1987 fue regidor en el ayuntamiento de su pueblo, y posteriormente alcalde. Y, durante el procés independentista, participó en varios actos con la entidad españolista Societat Civil Catalana.

Un personaje ‘formado’, mejor dicho, deformado, por la secta del opus dei, y que siempre ha estado ocupando puestos políticos y de partido, sin haber trabajado nunca en la empresa privada, ni de forma autónoma, que nunca ha tenido que justificar una nómina, y que, como secretario de organización del partido, efectúa labores de comisario político para controlar su organización, pueda tener un mínimo de credibilidad, es para hacérselo mirar.

DIALOGUE FOR CATALONIA

Manifiesto ‘Dialogue for Catalonia’, impulsado por Òmnium Cultural, que se ha publicado hoy en los diarios The Guardian y The Washington Post, Y NINGUNO ESPAÑOL, CLARO, CLARO.

‘Dialogue por Catalonia: para el fin de la represión, la amnistía de los represaliados y el derecho de los catalanes a decidir su futuro político.

Una gran mayoría de catalanes y catalanas ha expresado repentinamente la voluntad de ejercer democráticamente el derecho a decidir su futuro político. Tal como muestran los precedentes quebequés y escocés, la mejor forma de resolver los conflictos políticos de esta naturaleza, es hacerlo con el instrumento más propio de los sistemas democráticos: votar.

Por contra, la judicialización para resolver una crisis política ha comportado una represión creciente y ninguna solución. La sentencia del 14 de octubre del 2019 del tribunal supremo español que condena dos activistas de la sociedad civil y siete representantes políticos entre nueve y trece años de prisión, en total cien años, solo agrava el conflicto. El Grupo de Trabajo sobre Detenciones Arbitrarias de la ONU pidió la libertad inmediata de los presos y la retirada de cargos, defendiendo el derecho de manifestación y la libertad de expresión. Las principales organizaciones de derechos humanos del mundo han criticado las decisiones judiciales, así como diferentes vulneraciones de derechos que se han llevado a término.

Es el momento del diálogo y de un enfoque responsable de ambas partes. Los abajo firmantes piden a las autoridades españolas y catalanas abrir un diálogo sin condiciones, para encontrar una solución política que permita a la ciudadanía de Catalunya decidir su futuro político. Por qué el diálogo sea un éxito, la represión ha de acabar y es necesaria una amnistía para las personas represaliadas.  

Los firmantes son:

Premios Nobel de la Paz: Jody Williams / Mairead Corrigan / Shirin Ebadi / Adolfo Pérez Esquivel.

Elfriede Jelink, premio Nobel de Literatura Dilma Rousseff, expresidenta del Brasil / la cantante Yoko Ono Lenon, artista japonesa / Mirta Baravalle, Madres de la Plaza de Mayo / Irvine Welsh, escritor escocés / Sílvia Federici, filósofa italoamericana / Ai Weiwei, artista chino exiliado / Michel Forst, ex relator especial de la ONU / Clayborn Carson, director del Instituto Martín Luther King Jr. / Joshua Wong, activista de Hong Kong / Can Dundar, periodista turco exiliado / Milan Kucan, ex presidente de Eslovenia / Saskia Sassen, socióloga holandesa / Holger K. Nielsen, ex ministros de asuntos exteriores de Dinamarca / Ramin Jahanbegloo, director del centro Mahatma Gandhi para la Paz / Ben Emmerson, ex relator especial de la ONU / Ambler Moss, ex diplomárico de los EUA / António Lobo Antunes, escritor portugués / Bill Shipsey, fundador de Arte para Amnistía Internacional / Boaventura de Sousa Santos, economista portugués / Bushan Sönmez, escritor y abogado turco / Carolin Emcke, reportera de guerra alemana / Charles Taylor, filósofo canadiense / Colm Toibin, escritor irlandés / Craig Calhoun, sociólogo norteamericano / Dimitrij Rupel, ex ministro de asuntos exteriores de Eslovenia / Gerry Adams, proceso de paz en Irlande del Norte / Guy Standing, economista británico / Ivan Cepeda, defensor colombiano de los derechos humanos / Ivo Vajgl, ex ministro de asuntos exteriores de Eslovenia / Jaan Kaplinski, poeta y filósofo de Estonia / Jean Ziegler, sociólogo suizo / José Bové, activista francés / José Eduardo Agualusa, escritor angoleño / Lana Bastasic, escritora bosniana / Lorena Zárate, presidenta de la coalición Hábitat internacional / Neil Labute, director de teatro nortamericano / Osman Kavala, preso político turco / Paul B. Preciado, escritor español / Paul Mason, periodista británico / Rafael Spregelburd, dramaturgo argentino / Rémy Pagani, ex alcalde de Ginebra / Ronald Kasrils, ex ministro sudafricano / Sergio Blanco, dramaturgo franco-uruguayo / Simon Stephens, dramaturgo inglés / Joan Baez, cantante y activista.

Este manifiesto es sumamente importante, ya que los firmantes son muy relevantes y transversal, no como los tristes comunicados tipo la actriz Verónica Forqué, y otros variopintos y tristes personajillos de la inexistente culturilla e intelectualidad española.

Y, obviamente, un manifiesto así debería ser ponderado por el autodenominado el ‘gobierno más progresista’ del mundo mundial, pero ya sabemos que tanto Pedro Sánchez, como Pablo Iglesias, no tienen ningún interés en solucionar este tema, lo quieren enquistar, pues ya les va bien electoralmente en el resto de España. Y, claro, ideológicamente son unionistas, y en esto van de la mano de Felipe VI, Marchena, Lesmes, y toda la caspa y casta de la presunta hidalguía castellana.

Por eso lo tenemos muy difícil, y no debemos desistir, debemos seguir manifestando, en lo posible, nuestro total desacuerdo con toda esa gentuza, que buscan perpetuarse en su poltrona, como hace la alcaldesa de Barcelona Ada Colau, otro personajillo que debería desaparecer del mapa político, por su inconsistencia intelectual y su nula ética y moral.

En definitiva, ante tanto caos, tanta crisis (sanitaria, económica, social, política y moral), al menos este manifiesto nos puede dar un poco de moral, aunque sepamos que sólo es eso, ya que los poderes españolistas pasan de todo, son parte del problema que tenemos que quitarnos de encima, pues no nos dejan ni respirar. Y esto sólo lo conseguiremos con la independencia de Catalunya. Así, toda esa caspa y esa casta que se la confiten los españolistas, y si son masoquistas, que les aproveche durante muchos años y sigan ‘adorando a su rey’.

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com