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La CLAVE: Autenticidad

Martha Nava Argüelles
Imagogenia
@mar_naa

Hablemos de “Deadpool & Wolverine”, una película llena de enseñanzas de como sí hacer las cosas para explotar el posicionamiento de imagen, y es que, no cabe la menor duda de que este filme, a pesar de ser clasificación R -Restringido por su contenido explícito-, ha reivindicado a Marvel después de los sin sabores de sus últimas películas. Vamos, desde el humor irreverente de Deadpool hasta la icónica presencia de Wolverine, esta película ha sabido capitalizar cada aspecto de sus personajes para crear un marketing que promociona la película, y a su vez permite que las marcas se puedan sumar a la tendencia. 

Desde el primer fin de semana de su estreno, “Deadpool & Wolverine” demostró que el marketing bien ejecutado puede resultar en cifras impresionantes. Con una recaudación de más de $444 millones de dólares a nivel mundial, ha superado las expectativas de una manera significativa, sin duda esta película marcó un momento decisivo para Disney. La estrategia detrás de la promoción no fue simplemente mantener la película en la mente de los espectadores, sino crear una experiencia que resonara profundamente con ellos, jugando con la nostalgia, la anticipación por el regreso de personajes queridos y los famosos “cameos”. 

Pero no sólo eso, muchas marcas se querían sumar a la tendencia, y vimos que Adidas lanzó su edición especial de tenis o Pandora su colección de Charms, por ejemplo; pero marcas como Heineken y Xbox fusionaron la esencia de la película con su marca. Heineken, lanzó una edición especial de su lata en adamantium, el material de las garras de Wolverine, un movimiento creativo que amplía el alcance de su producto a un público que puede no ser su demográfico habitual y además logró frenar la pelea entre los protagonistas de la película.

Por su parte, Xbox lanzó un par de mandos personalizados inspirados en Deadpool y Wolverine, el Cheeky Controller personalizado que simulan el traje de los personajes y dos pequeños bolsillos a cada lado. Estos productos no se venden al público directamente, sino que son parte de un sorteo exclusivo, lo que genera un frenesí adicional y alimenta la expectación. Esta estrategia, combinada con el uso de hashtags y la interacción directa en redes sociales, se alinea perfectamente con las tendencias de consumo de la Generación Z y los millennials, quienes valoran la exclusividad y la participación activa en las comunidades en línea.

Ahora, Reynolds que recientemente se ha caracterizado como un genio del marketing, no sólo protagoniza la película, sino que también ha tomado un rol activo en la promoción, empleando su habilidad para conectarse con el público de manera auténtica y directa. Sus interacciones en redes sociales son un perfecto reflejo del tono de la película: humorístico, sin pretensiones y cercano. Esto se complementa con la participación de Hugh Jackman, quien ha contribuido a mantener la expectación, manteniendo abierta a la audiencia, esa mancuerna tan peculiar que los caracteriza y dejando así al descubierto la química entre ambos personajes.

Un factor importantísimo en esta entrega, además de los diálogos que tienen sabor a añoranza, es: la música, que desempeña un rol fundamental en el posicionamiento de la imagen de “Deadpool & Wolverine”. Desde los temas icónicos de entregas anteriores hasta un soundtrack que juega con el pop y el rock clásico, la elección musical acompaña la acción en pantalla con un tono que podría calificar de sarcástico -característico del personaje- y a su vez, resuena emocionalmente con la audiencia. Este enfoque refuerza la conexión con los espectadores, evocando recuerdos y creando nuevos momentos memorables que los fans asocian con la experiencia cinematográfica. La inclusión de “Like a Prayer” de Madonna, por ejemplo, es un guiño inteligente que combina lo nostálgico con lo moderno, capturando la atención de un público diverso. 

Al final, lo que “Deadpool & Wolverine” ha logrado en términos de posicionamiento es una lección interesante. Antes que nada ha dejando en claro que la autenticidad es clave. Intentar replicar lo que ha funcionado para otras franquicias sin considerar la esencia única de cada proyecto puede llevar al fracaso. La autenticidad de Deadpool -y el actor Ryan Reynolds-, su irreverencia natural y su capacidad para romper la cuarta pared, se traducen en una estrategia que fluye de manera orgánica, algo que es crucial para el éxito de cualquier campaña. Ciertamente, el aprendizaje aquí es claro: Para aplicar una estrategia a tu imagen o a la imagen de tu marca, siempre debes atender y entender la esencia de la misma, no debes forzar la estrategia porque no resonará con tu audiencia, y no sólo eso, se verá falsa y lo único que lograrás es perder credibilidad y la confianza de tu audiencia. Por eso, respetar tu esencia y/o la de tu producto o empresa, así como conocer a tu audiencia -saber a quién le estás hablando- es fundamental para generar una estrategia integral de imagen exitosa.