Buscar

La complejidad de la Aldea Global

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Todos somos conscientes de estar bombardeados por una gran cantidad de informaciones que no acabamos de comprender en su totalidad, ya que para ello sería preciso un amplio estudio objetivo e individualizado; por eso, preferimos recetas sencillas, que nos exigen el mínimo esfuerzo intelectual. Pero, lo sencillo es lo opuesto a lo complicado, y lo simple es lo opuesto a lo complejo; y así, no llegamos a entender nada, pues confundimos lo complicado y lo complejo, que no son lo mismo, como intento explicar en este escrito.

Leyendo el periódico de hoy, 2 de junio, podemos ver, entre muchas otras informaciones, los siguientes ejemplos:

1 –

Las elecciones mexicanas, en las que 98 millones de mexicanos votan hoy en las elecciones generales: presidente/a de la república, 128 senadores, 500 diputados federales, los gobernadores de 8 estados y diputados para los 32 estados y alcaldes, entre ellos el de la Ciudad de México, en total, más de 20.000 cargos públicos.

Y todo ello en un entorno sangriento, violento, ya que, en el sexenio presidido por Andrés Manuel López Obrador, han desaparecido más de 100.000 personas, 184.712 asesinatos vinculados al narcotráfico, el asesinato de 10 mujeres cada día, etc. Así, hoy los mexicanos eligen entre la continuidad (Claudia Sheinbaum, candidata del partido ‘Seguimos haciendo historia – Morena’, del citado López Obrador) o el cambio (Xóchitl Gálvez, del partido Fuerza y Corazón para México)

2 –

El veredicto de culpabilidad, por unanimidad de los 12 miembros del jurado, condenando a Donald Trump, por apropiación indebida y manipulación documental, que aumenta el sentimiento de rabia y de venganza por parte de sus seguidores.

Trump tiene pendiente la sentencia por 34 cargos por falsificación de documentos para comprar el silencio de una actriz porno, y otros juicios: dos casos federales por el asalto al Capitolio y otro en el estado de Georgia, por su presunta manipulación electoral.

Ante estas noticias, a la rabia señalada de los más recalcitrantes republicanos, se contrapone la satisfacción de buena parte de los demócratas. Pero, el veredicto final se verá en las próximas elecciones presidenciales, del mes de noviembre.

Ante esta situación, y como en el caso de México, los electores decidirán entre la continuidad de Joe Biden, que no ilusiona a casi nadie, o el cambio, aunque pueda ser a peor.

3 –

Las elecciones europeas, previstas para el próximo domingo 9, en las que, según las principales encuestas, tendrán un gran avance la derecha y la extrema derecha.

Y ante esta situación, vemos que los políticos españoles nos entretienen con discusiones domésticas, es decir, de vuelo gallináceo. Y, según muchos tertulianos y politólogos, Pedro Sánchez espera ganar al PP, y, en base a ello, anticipar las elecciones generales, para librarse del ‘abrazo del oso’ de los independentistas.

4 –

Y centrándonos en Catalunya, vemos que Salvador Illa (PSC/PSOE) vencedor en las pasadas elecciones, siguiendo las directrices de su jefe, Pedro Sánchez, ha pospuesto sus negociaciones, hasta después de las elecciones europeas, aunque el plazo para conformar la mesa del Parlament, finalizará el lunes 10.

En ese contexto, Salvador Illa, se limita a sermonear a sus oyentes, pidiendo a los partidos independentistas, sensatez, cordura, sentido común y generosidad, para aceptar la decisión de los catalanes, de pasar página.

Y eso es una incongruencia total, ya que ‘olvida’ que el año pasado Pedro Sánchez perdió las elecciones, es decir, que los españoles prefirieron a Alberto Núñez Feijóo (PP), pero que, gracias a sus dotes de filibustero, Pedro Sánchez consiguió mantenerse en el poder.

Pero eso, para Salvador Illa también era sensato, de sentido común, y acorde con la voluntad popular. Esa es su incongruencia, y, un insulto a nuestra inteligencia, pues nos trata como niños tontos.

5 –

El retraso de la publicación de la ley de la amnistía, aprobada el pasado jueves, que, mediante mandangas y argucias burocráticas, el opusdeista Félix Bolaños (ministro de justicia y de relaciones con las cortes) está demorando, en principio hasta después de las elecciones europeas de este domingo.

Y, encima, los acólitos de ese partido nos bombardean diciendo que las repercusiones de esa ley ya están amortizadas, así que su demora no es debida al miedo de su incidencia en las elecciones en cuestión.

A esa demora en la tramitación, después, el infame rey, tendrá 15 días de plazo para firmarla pues no tiene otra alternativa, pero si apura el plazo para esa firma, obviamente, se complicará el retorno de Carles Puigdemont, pues el 25 de junio será la fecha tope para proponer un candidato a la investidura de president de la Generalitat. Y Puigdemont dijo que asistiría, aunque no fuera él el candidato en primera instancia.

Y, evidentemente, conociendo el percal del poder judicial y policial español, el riesgo de detener y llevar a la cárcel a Puigdemont, será grande.  Lo será de todos modos, pero si la ley de amnistía no ha sido publicada en el BOE, y, por lo tanto, no está en vigor, el riesgo será mucho mayor, pues habrá perdido la inviolabilidad de diputado europeo, ya que su mandato acabó el día de la disolución de la cámara; si bien, cabría la interpretación de que hasta la configuración de la nueva cámara parlamentaria, se mantiene esa inviolabilidad, pero eso sería entrar en un terreno pantanoso, que favorecería la represión judicial y policial española.

Sabemos que Pedro Sánchez acordó aprobar la ley de la amnistía, haciendo de la ‘necesidad virtud’, pues está claro que no comulga con ella, como se desprende del título de esa proposición de ley orgánica: ‘Amnistía para la normalización institucional, política y social en Catalunya’.

Es decir, implícitamente, el PSOE quiere confundir a la ciudadanía, ya que la amnistía es bidireccional y no es un perdón; es cambiar el marco legal de los hechos realizados por nuestros líderes independentistas y, también, las ilegalidades e irregularidades de los represores judiciales y policiales. Así que, al título de esa proposición de ley, debería añadirse la referencia a España.

De todos modos, si Pedro Sánchez creyese, sinceramente, en la necesidad de la normalización para lograr mejorar la ‘convivencia’, no demoraría su aplicación por fines meramente estratégicos partidistas.

6 –

Ayer, finalmente, a la sexta votación la Assamblea Nacional Catalana eligió nuevo presidente a Lluís Llach i Grande, una persona que muchos consideramos que realmente hace honor a su apellido materno.

Pero la dificultad de su elección ha evidenciado la guerra de guerrillas, la división, la lucha cainita, fratricida, en definitiva, la multiplicación de las capillas y capillitas que tanto han debilitado el movimiento independentista.

Estos ejemplos son más que suficientes para mostrar la complejidad de los principales temas que nos atañen, por más lejanos que puedan parecernos, ya que, como dijo Herbert Marshall Mc Luhan (1911 – 1980), vivimos en una ‘Aldea Global’ en la que todo esta interconectado.

Y esa complejidad se da, puesto que los sujetos estamos interrelacionados e interactuamos con el todo y con las partes.

Edgar Morin, pseudónimo de Edgar Nahoum (n. 1921), el filósofo creador del ‘pensamiento complejo’ señaló que:

‘Un sistema complicado es el compuesto de muchos elementos diferentes entre sí que interaccionan de formas muy distintas. Un reloj mecánico es el típico ejemplo de un sistema complicado. Por el contrario, un sistema complejo está constituido por elementos similares o iguales entre sí; una sociedad o una economía, por ejemplo, que están compuestas por personas, aparentemente iguales, pero con interacciones muy distintas, en función de múltiples variables: experto / lego, oferente / cliente, líder / seguidor, empleador / empleado, etc., pues cada una de esas personas asumen diferentes roles.

(…)

Y el pensamiento complejo busca integrar y globalizar, religando las partes y el todo, el todo y las partes entre sí, pero tiene la conciencia de que es imposible conocer el todo.

(…)

Mientras que el pensamiento simplificador desintegra la complejidad de lo real, el pensamiento complejo integra lo más posible los modos simplificadores de pensar, pero rechaza las consecuencias mutilantes, reduccionistas, unidimensionalizantes y finalmente cegadoras de una simplificación que se toma por reflejo.

(…)

La inteligencia ciega destruye los conjuntos y las totalidades, aísla todos sus objetos de sus ambientes. No puede concebir el lazo inseparable entre el observador y la cosa observada. Las realidades clave son desintegradas.

(…)

La complejidad es una forma de analizar, de reflexionar sobre determinados aspectos de la naturaleza, la sociedad y el pensamiento, los cuales presentan ciertas características que los clasifican como sistemas de comportamiento complejo.

(…)

El pensamiento complejo distingue entre el objeto y su entorno, pero no los separa disyuntivamente. El conocimiento de toda organización física, biológica o antroposocial requiere el conocimiento de sus interacciones con su entorno o ecosistema.

(…)

El pensamiento complejo se basa en tres principios fundamentales: la dialogía (la coherencia del sistema aparece con la paradoja), la recursividad (la capacidad de la retroacción de modificar el sistema) y la hologramía (la parte en el todo y el todo en la parte)

Como vemos, no es fácil poder conocer en profundidad ciertos temas complejos, se requiere un esfuerzo y estudio sosegado, recurriendo y contrastando distintas fuentes de información.

Y, claro, un problema complejo no puede dividirse, ya que, según Morin:

‘Se manifiesta en un tejido de elementos heterogéneos inseparables y asociados que no permiten su comprensión en caso de separarse (…) no podemos fragmentar lo complejo en partes, no podemos explicar la conducta de personas desde un solo aspecto (…) y lo complejo acepta la incertidumbre y lo imprevisible; cuanto más complejos son los fenómenos, más imprevisible y mayor la incertidumbre que los acompaña’

Así, no podemos analizar de forma separada los programas electorales de las dos principales candidatas mexicanas (Claudia Sheinbaum y Xóchitl Gálvez), ni simplificar el caso de Donald Trump, ni aceptar las recetas simplonas de Salvador Illa, pues no hay respuestas simples a problemas complejos, como nos quieren vender los falsos gurús.

Debemos rechazar los discursos y sermones de los filibusteros como Pedro Sánchez, entendiendo ese término en su doble acepción: la del obstruccionismo parlamentario – burocrático, y la de los piratas filibusteros. También debemos rechazar los de los otros tipos de piratas, como los corsarios, que, metafóricamente aplico al poder judicial, policial, mediático, etc., pues éstos son contratados por el gobierno, que les concede la ‘patente de corso’ para sus actos. Y, finalmente, también debemos rechazar los mensajes de los bucaneros, que asimilo al poder financiero, etc. Es decir, debemos rechazar todo discurso que provenga de esos piratas, sea cual sea su condición.

Pero otro riesgo que debemos evitar es el de caer en ‘la parálisis por el análisis’, que es otro grave error, pues la búsqueda obsesiva de información nos puede llevar a la desinformación.

Por eso es tan difícil encontrar el equilibrio preciso, que nunca debe eludir el esfuerzo del análisis objetivo, para rechazar a políticos que, como Jean-Claude Juncker, expresidente de la UE, que, en un momento de lucidez, dijo: ‘Todos sabemos qué hacer para salir de la crisis; lo que no sabemos es cómo ganar las elecciones después’.