– En 2020, la cantidad de créditos de vivienda usada equivalían al 63% de los de nueva, mientras que en 2021 y 2022 fue más de 70%.
– En México, el monto promedio de los créditos entre 2020 y 2022 para vivienda usada fue de 750 mil pesos.
Ciudad de México, 22 de noviembre de 2022. La falta de información es una característica de los mercados inmobiliarios en muchos países de América Latina, y México no es la excepción. No contar con datos suficientes distorsiona la compra-venta de viviendas y hace que sea más complicado que la gente conozca el precio real de las propiedades, lo que afecta la rapidez con la que se realizan las transacciones.
Las empresas tecnológicas del sector inmobiliario, como Tuhabi, han comenzado a llenar esos vacíos de información, y con ello ofrecen cada vez más, datos valiosos para poder tomar decisiones fundamentales, como comprar o vender una casa.
La información que genera el equipo de data de Tuhabi es una herramienta poderosa para analizar el mercado inmobiliario y para conocer el dinamismo de las transacciones de vivienda usada vis a vis las de vivienda nueva, entre otros temas, mostrando cuáles son las tendencias en las diferentes ciudades de México y de América Latina.
Por ejemplo, en México, si bien en una primera instancia se puede decir que el mercado de vivienda nueva tiene más dinamismo, las circunstancias están cambiando rápidamente, y la preferencia de las personas entre vivienda nueva y usada varía, dependiendo del ingreso disponible para adquirir una vivienda, del lugar en el que vive la gente, así como de la edad.
Con base en la información de los créditos otorgados para la compra de vivienda en México entre 2020 y 2022, la vivienda usada recibe 30% menos créditos que la nueva, aunque la brecha se ha reducido en estos dos últimos años. En este sentido, en 2020 los créditos de vivienda usada equivalían a 63% de los de nueva, mientras que en 2021 y 2022 fue más de 70%.
La reducción en esta brecha podría deberse, en parte, a la contracción que ha sufrido la economía a partir de la pandemia, así como al fenómeno inflacionario, aunque también a que la oferta de vivienda usada está concentrada en zonas de las ciudades que se han vuelto más atractivas, y a que ésta es comparativamente más asequible y amplia que la nueva.
“En Tuhabi hemos observado que la demanda de vivienda sigue fuerte a pesar de un contexto con inflación y aumentos en tasas de interés. Esto señala que las familias mexicanas siguen en la disposición de concretar su sueño de tener vivienda. Sin embargo, creemos que la compra y venta de vivienda debe ir acompañado de mucha más información, acompañamiento y procesos confiables que permitan a las personas tomar la mejor decisión”, indica Juan Sokoloff, vicepresidente de Data & Analítica de Tuhabi.
El monto promedio de los créditos para vivienda nueva fue de casi 880 mil pesos en promedio durante los tres años de estudio, mientras que para vivienda usada fue de 750 mil pesos. Este 15% de diferencia en los montos de los créditos hipotecarios va relacionada con una diferencia de precios entre la usada y la nueva.
Pese a que en México no existe una clasificación de viviendas por estrato de ingreso de los compradores, sí existe una clasificación de acuerdo con las características de las viviendas, así como a su precio.
Se consideran como viviendas económicas aquellas que cuestan hasta 345 mil pesos y tienen una extensión máxima de 40m2, siguen las viviendas populares con un costo de hasta 585 mil pesos y con 50m2 de tamaño, después vienen las viviendas tradicionales que cuestan hasta 1 millón de pesos y 71 m2, la vivienda media cuesta hasta 2.2 millones de pesos y mide hasta 201 m2, mientras que la residencial cuesta hasta 4.4 millones de pesos y mide hasta 156 m2.
Según los datos de Tuhabi, los créditos para vivienda nueva están concentrados en la compra de viviendas del sector medio hacia arriba, mientras que los créditos de vivienda usada se circunscriben a las viviendas medias para abajo, con 64% del total.
Los estados del país que reciben más créditos para vivienda, tanto usada como nueva, son: Nuevo León, Jalisco, Estado de México, Ciudad de México y Guanajuato. Estos, además de tener los mayores números de créditos otorgados en ambos segmentos, tienen más de vivienda nueva que de usada. Mientras tanto, en estados como Oaxaca, Campeche y Tlaxcala, que son los que menor cantidad de créditos otorgados reportan, la mayoría son de vivienda usada.
En el análisis hecho por Tuhabi, también se analizaron los rangos de edad, el género y los ingresos de las personas que solicitan créditos para ambos segmentos de vivienda. Y, aunque no se encontraron tendencias altamente distintas para los segmentos según las características demográficas, la mayoría de los créditos otorgados oscilan en las personas entre 30 y 59 años, prefiriendo la usada ya que solicitan un 7% más de créditos que para el segmento de vivienda nueva. Como afirmó la compañía anteriormente, estas preferencias se pueden dar por la ubicación y costos de la vivienda usada.
Acerca de Tuhabi
Fundada a finales de 2019 por Brynne McNulty Rojas y Sebastián Noguera, Habi es una empresa inmobiliaria basada en datos que está agilizando, a través de tecnología, el tradicionalmente ineficiente y complejo proceso de compra y venta de vivienda usada en América Latina. A través de procesos simples y seguros, Tuhabi tiene como objetivo dar información y liquidez a los latinoamericanos para facilitar la decisión financiera más importante de sus vidas, su hogar. Tuhabi está construyendo alianzas de la mano de todos los actores del sector con diferentes productos en su portafolio que van desde la compra directa de vivienda usada, hasta la valuación gratuita de cualquier vivienda y servicios financieros para acceder a crédito hipotecario, entre otros. Más información en https://tuhabi.mx/