- En su boletín Educación en movimiento número 23 señala que la escuela sigue siendo ellugar de la esperanza para fraguar un mejor futuro porque enella se depositan expectativas de movilidad social.
- Los colaboradores de esta edición coinciden que la escuela es un sitio de encuentro y convivencia de los estudiantes.
- Educación en movimiento puede consultarse en: https://www.mejoredu.gob.mx/publicaciones/boletin/la-escuela-escenario-de-la-mejora-y-de-la-transformacion
La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) publicó su boletín electrónico Educación en movimiento número 23. En el editorial, José Luis Anzures García —consejero ciudadano de esta institución— señala que la Nueva Escuela Mexicana considera a la comunidad como núcleo integrador de los procesos de enseñanza y aprendizaje. Destaca que la sociedad requiere que la escuela inicie un proceso de renovación para que se constituya en el centro de aprendizaje comunitario.
En su texto titulado La escuela, escenario de la mejora y de la transformación, considera que los centros escolares siguen siendo el sitio de la esperanza para fraguar un mejor futuro, porque en ellos se depositan expectativas de movilidad social. Para madres y padres de familia es fundamental seguir exigiendo ese derecho, pues “la escuela, junto con la familia y la comunidad, integran el ámbito de desarrollo de la educación y del país”, agregó.
En el artículo Necesitamos escuelas, de María Elena Gómez Tagle Mondragón —jefa de departamento en Mejoredu— se comenta que es preciso reconstruir el valor social de las escuelas para que sus estudiantes se conviertan en mejores personas, capaces de encontrar su lugar en el mundo y de trabajar por un futuro que es responsabilidad colectiva.
En Derecho humano y derecho habilitante, el Área de Apoyo y Seguimiento a la Mejora Continua e Innovación Educativa de esta Comisión, informa que la educación es un derecho humano de enorme importancia, por lo que aporta al desarrollo integral de las personas. Además, es concebida como un derecho habilitante en el ejercicio de otros derechos. Por eso es preciso que haya escuelas suficientes en el mundo.
En el texto titulado En defensa de la escuela, Inés Dussel -investigadora CINVESTAV, IPN- da a conocer que la escuela es valiosa porque abre mundos individuales y compartidos, ayuda a interesarse en esos mundos y en saberes y lenguajes que permiten entenderlos mejor y preguntarse sobre él.
María de Lourdes Solares Ramos -en El lugar de asombro, el punto de encuentro- hace una recopilación de testimonios en los que se coincide mayoritariamente, en reconocer a la escuela como un lugar de encuentro y convivencia que las y los estudiantes consideran de enorme valía porque les gusta encontrarse ahí con sus amigos. También atribuyen importancia a los momentos y espacios de recreo, juego, deporte y diversión.
Finalmente, en La escuela como espacio de vida irremplazable, Luis Enrique Luna Ramírez —profesor de secundaria en San Juan del Río, Querétaro— señala que “para nuestros estudiantes la escuela se convirtió en el lugar idóneo en donde expresar, de manera guiada, aquellas vivencias que mantenían interiorizadas.” Finalmente, destaca los múltiples beneficios que otorga la tecnología en el ámbito educativo, pero afirma que el ingrediente esencial dentro de esta fórmula es el espacio escolar y las y los profesores.