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La corrupción es la continuación de la política por otros medios

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Como vemos e intuimos, la corrupción predomina la situación actual en todos los órdenes, especialmente en la vida política, por eso me parece adecuado reutilizar la famosa frase de Carl von Clausewitz, para titular el presente escrito, como seguidamente intento explicar.

El militar e historiador prusiano Carl Philipp Gottlieb von Clausewitz (1780 – 1831) sintetizó su pensamiento en la siguiente frase: ‘La guerra es la continuación de la política por otros medios’.

Este pensador consideró que la guerra moderna es un ‘acto político’ y esta manifestación ponía en juego lo que él consideraba el único elemento racional de la guerra; en su concepción, los otros dos elementos de la guerra son: a) el odio, la enemistad y la violencia primitiva, y b) el juego del azar y las probabilidades.

Que los elementos del odio, el cálculo y la inteligencia, es decir, la pasión, el juego y la política, forman una trinidad inseparable (…) y sostenía que, aún cuando un conflicto se iniciara sin base emocional, su desarrollo necesariamente influiría en este plano (…)

(fuente: Wikipedia)

Asimismo, sabemos que la corrupción es un comportamiento que, a lo largo de la historia, se ha mostrado como una característica generalizada, hasta llegar a ser intrínseca de las personas, ya que, salvo honrosas excepciones, tendemos a buscar beneficios o ventajas, al coste que sea.

Y, claro, hay personas que no tienen límites, pues utilizan el soborno, promesas de beneficios, etc. También las instituciones, en la medida que están formadas por personas, presentan esas mismas características, si bien, es cierto que hay entornos que potencian, facilitan y promueven todo tipo de corrupciones.

Y el ámbito político es uno de los más propicios para ello, ya que el mal uso del poder público para beneficiarse del bien común, o para tergiversar las leyes a su conveniencia, son hábitos, desgraciadamente, muy frecuentes.

La conocida cita de Lord Acton (Joh Emerich Edward Dalberg-Acton, 1834 – 1902): ‘El poder tiende a corromper, el poder absoluto corrompe absolutamente’ está aceptado y demostrado universalmente, salvo contadas excepciones, como siempre, pues todos tenemos ejemplos vividos y sufridos.

Pero, a ese pensamiento yo le añadiría que hay personas amorales y faltas de toda ética, que utilizan todos los resortes (legales, alegales e ilegales) para promocionarse; y, claro, estas personas corruptas, al llegar al poder, ya llegan corrompidas; y con el poder, se magnifica su corrupción, pues se ‘asocian’ con personajes clónicos. Desgraciadamente también he sufrido ese tipo de jefes, que han determinado mi vida profesional; y eso no lo perdonaré ni olvidaré.

Niccolò di Bernardo del Machiavelli (Maquiavelo, 1469 – 1527) dijo que ‘Pocos ven lo que somos, pero todos ven lo que aparentamos’, y aparentar, sin serlo, es mentir. Y esas personas corruptas, extractivas en beneficio propio, muchas veces intentan aparentar decencia, así que añaden la culpa de mentir, a su originaria corrupción: tráfico de influencias, compraventa a sobreprecio o condiciones opacas, cobrar o pagar comisiones, blanquear dinero, utilizar su poder funcionarial abusando de los procedimientos para obtener beneficio, etc.

Ese tipo de personas corruptas, cuando llegan a puestos de relevancia, se convierten en élites parásitas. Volviendo a Maquiavelo, también dijo que: ‘es una experiencia eterna que todo hombre revestido de poder siente una inclinación a abusar de él, yendo hasta donde encuentra límites’.

Pero, como sabemos, por ejemplo, observando la actuación de los poderes del estado español (poder judicial, policial, etc.), muchos personajes abusan y siguen abusando, pues ellos son los que ponen los límites, o, mejor dicho, ellos se consideran que son los propios límites. Y así, claro, ellos se consideran ilimitados, mientras que, los otros, en especial los independentistas catalanes, somos los limitables en todo y para todo.

En el reino español, la síntesis de la corrupción queda reflejada, a mi modo de ver, en el lema de la guardia civil y del ejército: ‘todo por la patria’, un lema franquista, con el que justificaron el levantamiento militar fascista contra el sistema democrático de la Segunda República y, para ello, cometieron todo tipo de atrocidades, asesinatos, encarcelamientos, etc.

Ese lema era similar al del ‘todo por tu seguridad’ de los nazis.

Y que tras más de 40 años de pseudo-democracia, siga estando vigente ese lema, en lugar de haberlo sustituido por ‘todo por la democracia’, refleja, a la perfección, en que estado estamos.

El boletín oficial del estado del 14 de enero de 1937, firmado por el general Germán Gil Yuste (*) ordenó que en todos los cuarteles militares y casas cuartel de la guardia civil figurase ese lema, que debía ser la ‘guía del soldado’.

(*) un militar que había colaborado con la dictadura de Primo de Rivera, que se había retirado tras la proclamación de la República, y que se reincorporó para unirse al golpe de estado del 18 de julio de 1936.

Es preciso recordar que ese lema de ‘todo por la patria’ surgió en la Guerra de la Independencia (1808 – 1814) contra el ejército napoleónico. En aquella época, el término ‘patria’ era una expresión revolucionaria; mientras que, desde el franquismo, sirve para diferenciar a los patriotas españoles, de los antipatriotas.

Y, como vemos, ese lema forma parte del pensamiento postfranquista, por ponerles un calificativo suave, de todos los poderes del estado, ya que el poder judicial, por ejemplo, sin tapujos, pone por encima de todo la unidad de su patria, incluso por encima de la propia democracia.

En esa misma línea, la guardia civil, como vemos por su continuada falsificación de informes contra los independentistas, nunca ha asumido el mandato que estipula el articulo 104 de su constitución, es decir: que las fuerzas y cuerpos de seguridad tienen como misión proteger el libre ejercicio de los derechos y libertades y garantizar la seguridad ciudadana’; pues siguen con la mencionada mentalidad franquista.

Es de sobra conocida la expresión de que ‘los penúltimos odian a los últimos’, como expresó Primo Levi (1919 – 1987) en su obra ‘Los hundidos y los salvados’, refiriéndose a la ‘zona gris’ de los campos de exterminio nazis, en concreto de los judíos que eran obligados a contribuir en su propia destrucción, colaborando forzosamente con los nazis.

Y, salvando las distancias, vemos que en los partidos políticos, instituciones, empresas privadas, etc., los corruptos o predispuestos a serlo, aborrecen y odian a los que están por debajo de ellos y les recuerdan sus orígenes; y, además, quieren hacer méritos ante sus superiores.

Por eso vemos que los segundones y niveles inferiores de esas estructuras, tienen muchas más probabilidades de ser más peligrosos.

En el reino español tenemos muchos ejemplos de corrupción:

La actuación de Felipe VI excediéndose de sus funciones y actuando partidistamente de forma muy próxima a Vox, y la fiscalía aplaudió y aplaude con las orejas;

La actuación del rey emérito Juan Carlos I, que la fiscalía archivó;

El gasto de ingentes sumas para investigar e inventar informes contra los independentistas catalanes;

La tergiversación de la interpretación de las leyes por parte del poder judicial, que persiguen diferentes objetivos, el primero, obstaculizar que el president Carles Puigdemont pueda ser candidato a repetir como eurodiputado;

La presunta corrupción por la compra de las mascarillas en plena pandemia;

La utilización indebida por parte de Dolors Montserrat (PP) de la comisión de peticiones del parlamente europeo, con sus críticas, generando gastos por su visita a Catalunya, etc., para perseguir la inmersión lingüística del catalán; pero que, ante una petición de un ciudadano griego de la minoría turca que pedía la defensa de su lengua en la enseñanza, la miserable (no merece otro calificativo) Dolors Montserrat  le contestó que ‘las instituciones europeas no tienen nada que decir sobre como se regulan los sistemas educativos y los regímenes lingüísticos de los estados miembros’  

Etc.

Y en Catalunya también sufrimos casos de corrupción, y a continuación, a modo de ejemplo, señalo dos:

1 –

El gobierno de la Generalitat, presidido por Pere Aragonès (ERC) aceptando la construcción del complejo turístico de Hard Rock, impuesta por Salvador Illa (PSC/PSOE), ocultando todo tipo de información y las indemnizaciones pactadas, las exigencias de La Caixa (CaixaBank) que, no satisfecha con traicionar a Catalunya y trasladar su sede social; tiene por encima de todo su propio rédito multimillonario (pues es la propietaria de los terrenos) a costa del futuro social, ecológico y de equilibrio de Catalunya.

La Generalitat permanece opaca, ya que no muestra la información: oculta que el Institut Catalá del Sòl pactó con Criteria (La Caixa) que la Generalitat compraría los terrenos a La Caixa, con la condición de venderlos seguidamente a Hard Rock por el mismo importe de 120 millones de euros; pero Hard Rock, según lo estipulado, abonará el coste a plazos; además hay una gran cantidad de cláusulas que permiten que Hard Rock haga marcha atrás y se retire de la inversión, por lo que los terrenos quedarían en manos de la Generalitat. Así:

‘la Generalitat hace de avalador, en cierta manera. Es como si concediera una hipoteca: le avanza el dinero a Hard Rock para que después ésta lo devuelva en cómodos plazos. El resultado es que tenemos una empresa privada que utiliza una de pública como si fuera una entidad bancaria.

El contrato de compraventa de los terrenos por parte de la Generalitat depende, en primera instancia, de la aprobación de plan de desarrollo urbanístico (PDU). Esta es la clave que permitiría a La Caixa culminar su operación inmobiliaria particular e ingresar centenares de millones de euros por unos terrenos que, durante años, no tuvieron salida.

De hecho, La Caixa no necesita que el proyecto llegue a buen puerto para obtener beneficios millonarios, únicamente que tiene suficiente con que tire adelante el PDU y se ejecute la compraventa acordada en el año 2019.

El papel de La Caixa en esa operación también ayuda a entender la insistencia de ciertos sectores políticos en un proyecto que (…) ha topado con toda clase de obstáculos en estos últimos años.

(…) El tribunal superior de justicia de Catalunya ya tumbó una primera versión de ese PDU en 2020, a raíz de una denuncia de Aturem BCN World, que alegaba que el proyecto se había planificado en un área con grave riesgo de accidentes de la industria química.

(…) Criteria podría pedir una actualización del precio de venta de los terrenos, hasta los 130 millones de euros, por el aumento de la inflación de estos últimos años (…)

(Blai Avià i Nóvoa, Vilaweb, 2 de marzo 2024)

No deja de ser vergonzoso y vergonzante que una inversión inmobiliaria, cuestionada y cuestionable por muchos aspectos, desde la potenciación del modelo turístico (caracterizado por empleos de escasa cualificación y retribución); del negocio de juego, con las secuelas de la ludopatía y de las mafias, etc.; y, despreciando olímpicamente la grave crisis climática, con carencia de agua para el sector primario y la ciudadanía, favorezca un gran complejo turístico con campos de golf, etc.

Por todo ello, ocultar los verdaderos entresijos de esta negociación, esconder los propios intereses inconfensables del PSC/PSOE, que pone esa construcción como condición para apoyar los presupuestos de la Generalitat; que ERC el año pasado accediera a ello, igual que este año, sin aclarar nada, y, encima, diciendo que los presupuestos no contemplan ninguna partida para el Hard Rock.

Tratándonos, así como burros ignorantes, ya que si la Generalitat actua como avalista, compra los terrenos al contado y los vende a plazos, evidentemente tendrá una incidencia en el balance, aunque no haya ninguna partida concreta y visible en este ejercicio, pero el compromiso estará firmado.  

2 –

‘El PSC / PSOE fue muy rápido para decir que Salvador Illa no tenía nada que ver con la corrupción de las mascarillas; el hecho curioso es que todavía nadie había acusado a Illa, un hombre que, en unas cuantas ocasiones de su carrera, ha estado relacionado con la corrupción y las malas prácticas cuando era alcalde, en la remodelación de la ciudad de la justicia…  (Vicent Partal, Editorial Vilaweb, 26 de febrero del 2024) 

En definitiva, que los ciudadanos críticos, que no tenemos ningún poder, formamos y seguiremos formando el colectivo de los PERDEDORES, ante esa gran pandemia de aprovechados y de esos líderes extractivos, pero espero que un día, que seguramente ya no veré, alguien escriba la HISTORIA DE LOS PERDEDORES CATALANES de forma clara y objetiva, pues sería útil a nuestros nietos.