Un compañero de la manifestación diaria de la avenida Meridiana, mientras pasábamos semáforos, me comentó ese lema del diario estadounidense.
Este lema, como objetivo, me parece muy adecuado, pues reivindica la apuesta del diario por un periodismo ‘real’, en defensa de la democracia, en la época de las ‘noticias falsas’ (fake news)
Y por eso me ha parecido oportuno tomarlo como título del presente escrito, para repensar su aplicación en el corrupto reino español. Y, realmente, es fácil observar que en el estado español reina la oscuridad, es decir, no hay democracia. Aquí hace falta mucha luz para vencer esa oscuridad. Pero vemos que, en lugar de poner luz en la oscuridad, la tapan e intentan disimularla con estúpidas cortinas de humo.
Un ejemplo que se ha sabido hoy es que Mariano Rajoy, cuando era ministro de interior en el gobierno de José M. Aznar, fue el que autorizó la compra de una máquina de espionaje del Pegasus, para ‘regalárselo’ al infame comisario José Manuel Villarejo.
Esa información (mensajes de Whatsapp), comentada por Quico Sallés (Elmon.cat, del 22 de marzo del 2023) está incluida en la pieza separada número 7 (96/2017) que investiga la trama Kitchen, es decir, el espionaje al extesorero del PP, Luis Bárcenas.
‘Según comenta el periodista, el sistema Pegasus (al que llamaban ‘la máquina’) fueron la envidia del centro nacional de ‘inteligencia’, como acreditan nuevos documentos aportados en la causa Tándem del juzgado central de instrucción número 6 de la audiencia nacional.
Esto explica la cantidad de grabaciones y documentos sobre la Operación Catalunya (Catalangate) que tiene el citado Villarejo y que está permitiendo destapar toda la actividad de la policía patriótica.
‘La máquina’, había sido financiada por Rajoy, como ministro de interior, y por el exministro de defensa, Federico Trillo.
El gran adversario de Villarejo, el jefe de la unidad de asuntos internos Marcelino Martín Blas, intentó arrebatárselo,
Otro informe policial incide en la estructura que fueron sofisticando Villarejo y su eterno colaborador, el comisario Enrique García Castaño, alias el Gordo, que tenía todo un sistema para interceptar llamadas en acciones clandestinas. Castaño, incluso asesoraba a jueces de la audiencia nacional, como Fernando Andreu, sobre cómo entrar en teléfonos móviles, no solo para espiar la información que había, sino, para añadir nueva con intereses determinados.
Uno de los nuevos documentos que delatan todo esto es un chat de Whatsapp entre el secretario de estado de seguridad Francisco Martínez -el de la época de Jorge Fernández Díaz como ministro de interior- y el exdirector adjunto operativo del cuerpo nacional de policía Eugenio Pino, coordinador de la policía patriótica. Los mensajes son del 4 de junio del 2018. Empieza la conversación Pino, que por entonces ya no tenía el citado cargo, proponiendo que se pregunte al juez García Castellón sobre cómo espiaba Villarejo. ‘Será preciso preguntar, en su momento, por qué le compraron una máquina a Pppk para espiar y no la recuperaron’, plantea Pino. Pppk es el acrónimo que utiliza la cúpula del ministerio de interior para referirse a Villarejo.
Intrigado, Martínez responde con una nueva pregunta: ‘¿Quién se lo compró?’. Pino no vacila nada e informa: ‘M. R. y Federico. Es lo que sabe Marcelino, y por esto da la paliza con la máquina. Esto es lo que buscaba el CNI, etc., etc.’. M. R., según el atestado policial son las iniciales de Mariano Rajoy y Federico se refiere al ministro de defensa Federico Trillo. La información expuesta por Pino es que cuando Rajoy era ministro de interior y Trillo de defensa, compraron esta máquina para las actividades clandestinas de la policía. El ex DAO resalta que ‘como que la máquina no constaba en ningún lugar, se la quedó Pppk’.
En una entrevista posterior, Pino también traslada a Martínez que Villarejo habría utilizado personal del CNI ‘en beneficio propio’. Así, y según la versión de asuntos internos, le comentó sus sospechas sobre el hecho que Constantino Villabona (director adjunto operativo de la policía en fecha 3 de noviembre del 2017, con Juan Ignacio Zoido como ministro) podría haber trasladado documentación intervenida en el registro domiciliario de Villarejo al CNI. La conversación donde lo explica alerta que Villarejo utilizaba sus sistemas incluso para grabar a los jefes de los servicios secretos españoles. Ya empezaban a sospechar de su compañero.
Es el 24 de setiembre del 2018. Pino subraya por Whatsapp a Martínez que Villarejo ‘lo grababa todo. También a su mujer. Y que ¡hacía servir en beneficio propio los especialistas del CNI’’. ‘Le advertí a D. Félix (en referencia a Félix Sanz Roldán, directos del CNI), continúa. ‘He tenido tres conversaciones con D. Félix en su despacho, y le dije que mirase en su casa’, añade. Una advertencia en toda regla sobre el hecho que el comisario habría espiado al jefe de los espías. Un hecho que liga con la narración de Pino a Martínez en el que explica que Villabona llevó todos los documentos requisados a Villarejo al CNI. Una historia que pone en duda asuntos internos, pero que es plausible, por la cantidad de audios que el CNI ya ha clasificado como secretos. ‘Al día siguiente de jubilarse, Villabona pidió un vehículo al DAO para que los trasladase al CNI’, detalla Pino.
El ex número dos de interior repregunta: ‘¿Y qué se llevó?’. ‘Creo que todo el registro de Pppk’, concluye Pino.
(…) Castaño tenía, según el policía, ‘el control de los servicios especializados en toda clase de tecnologías que afectan dispositivos de telefonía móvil, grabaciones y contratos de compañías’. Para los analistas de la misma policía, Villarejo tenía acceso, vía García Castaño, a aparatos para interceptar comunicaciones que se utilizaban en operaciones absolutamente clandestinas como ‘casos políticos’.
(…) Esta versión policial viene corroborada por diversos audios. Uno es muy concreto, y, a pesar de que se encuentra en la causa todavía por desencriptar, El Món ha tenido acceso. Es una conversación entre el magistrado de la audiencia nacional Fernando Andreu -el que supo lo que la ‘burra’ había hecho con Xavier Trias, la invención del caso contra el entonces alcalde de Barcelona, y no hizo nada- y Villarejo, el 22 de setiembre del 2015. Una conversación en un bar de Madrid, dónde, entorno a una botella de Mahou (un tercio) y una sin alcohol, el juez justifica su parquedad en los mensajes y en el aviso que Castaño li ha hecho sobre su móvil. El comisario le ha avisado que hay un sistema nuevo que no sólo permite acceder a los archivos de los móviles, si no a modificarlos o, incluso, a enviar mensajes de manera remota. En definitiva, explica el Pegasus.
Villarejo recomienda al magistrado, entre risas, que no acepte ningún teléfono de El Gordo. Ahora bien, el comisario de inteligencia tranquiliza al magistrado porque está en conversaciones con un coronel del Mossad, los servicios de inteligencia de Israel, que le traerá un sistema para ‘desinfectar teléfonos’. Una vez lo tenga, le avisará. A los dos, que les controlen los móviles los ‘toca los huevos’ y Villarejo admite que cuando acaba conversaciones telefónicas, siempre da recuerdos a ‘Anselmo’, el supuesto miembro del CNI que les espía, cuando, en realidad, quien espiaba era él mismo a os otros’.
(Quico Sallés, Elmon.cat, del 22 de marzo del 2023)
Pido perdón por esta larga transcripción, pero me parece muy importante, ya que refleja toda la basura, toda la corrupción existente en el poder judicial, el policial y el servicio de ‘inteligencia’. Y todo bajo el mando de Aznar y Rajoy.
Y que fuera este último, junto con Trillo, los que comprasen la primera ‘máquina’ del Pegasus, y la ‘regalasen’ al comisario Villarejo, para facilitarle sus actos mafiosos, es de película de terror.
Y que, cuando salió el tema del espionaje a los independentistas catalanes (el Catalangate), el gobierno de Pedro Sánchez, y sus subalternos / corifeos, negasen, por activa y por pasiva, que el estado hubiese comprado el dispositivo del Pegasus, es otra mentira más. Está claro que el PSOE tapa las vergüenzas del PP, y viceversa. No en vano ambos son partidos institucionales, que defienden el sistema neofranquista de este reino español, del régimen ‘atado y bien atado’ por el dictador y asesino Francisco Franco.
Un reino, cuyo estado está a años luz de las democracias occidentales.
No soy un incauto, y sé que todos los estados, incluso los demócratas, tienen sus redes de espionaje, y, claro, efectúan acciones repudiables. Pero la diferencia es que, cuando salen a la luz, se producen dimisiones a los más altos niveles. Ese el su ejercicio de la responsabilidad.
Mientras que, en España, justo es al revés, se condecoran entre ellos, se intercambian promociones y, los responsables máximos, MIENTEN, Y NO PASA NADA.
Ese es el estado español, un estado descontrolado, en el que incluso los ministros del ramo son unos ineptos que no controlan sus ministerios, como se ha visto con Aznar, Rajoy y Sánchez.
Y otra muestra, es que la fiscalía general no ha abierto ni abrirá una investigación sobre el magistrado Fernando Andreu. Un magistrado al corriente de los trapicheos con las escuchas y con el montaje contra Xavier Trias, y decide callar, asumiendo las actuaciones mafiosas.
Obviamente, no podemos seguir más con este estado fallido que es el reino español. No podemos seguir siendo prisioneros de ese estado corrupto, a pesar de que tenga todos los poderes y todas las ‘máquinas y burras’.
También sabemos que no podemos confiar con la UE, pues ‘considerando que es un problema interno’, se lavan las manos y, así, protegen al estado español, esa es la forma de actuar entre esos ‘colegas’ que únicamente piensan en sus beneficios, en sus negocios, en su mercadeo.
Por todo esto, y aunque nos encontremos ante ese nudo gordiano español / europeo, debemos actuar siguiendo el ejemplo de Alejandro Magno (356 a.C. – 323 a.C.), que, al dirigirse para conquistar el imperio persa, en el año 333 a. C., solucionó el problema del nudo, cortándolo de un golpe con su espada, diciendo: ‘es lo mismo cortarlo que desatarlo’, según contó el escritor romano Curcio Rufo (siglo I).
El reino español, por el contrario, en su oscuridad (nocturnidad y alevosía) mantiene el nudo, incluso en el escudo de los Reyes Católicos, con su yugo y su emblema de que ‘tanto monta’, haciendo referencia a Alejandro Magno, es decir, que da igual cómo se haga, lo importante es que se consiga el resultado. Para la España oficial, el fin justifica los medios.
Como es sabido, en determinadas situaciones se ha de saber cortar por lo sano, eso es propio del pensamiento lateral, creativo; no sujeto a las rigideces impuestas.
Y eso es lo que debemos hacer los independentistas catalanes, que, no lo olvidemos, somos mayoría en el Parlament (52%)
Y claro, deberemos procurar que en la futura República Catalana no haya oscuridad, pues, como dice el lema mencionado: ‘La democracia muere en la oscuridad’. Y queremos luz y taquígrafos.