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La desigualdad es el problema central de los DH en México: Zeferino Ladrillero

  • Sólo puede enfrentar con una economía dinámica, de mayor empleos.
  • La desigualdad ha cambiado de cara y de piel, pero persiste y lastima los derechos humanos de los ciudadanos.
  • Estamos en un momento privilegiado para generar un nuevo inventario en materia de las garantías individuales.


La desigualdad en México es el problema central del país, es una característica en medio de un universo de millones de mexicanos empobrecidos, así lo afirmó el Centro de Derechos Humanos “Zeferino Ladrillero”.

José Antonio Lara Duque, integrante del colectivo, resaltó que la situación sólo puede enfrentar con una economía dinámica, de mayor empleos y donde las condiciones, para que se distribuya el ingreso, se haga con criterios de justicia social y no sólo de mercado.

“La desigualdad en México se ha mantenido y reproducido; ha cambiado de cara y de piel, pero persiste y lastima los derechos humanos de los ciudadanos al distribuirse el ingreso y la riqueza de forma desigual. El acceso a las oportunidades y bienes públicos se han prometido por décadas de expansión institucional”, aseguró.

El abogado Lara Duque expuso que, “estamos en un momento privilegiado, pero crucial y urgente, para generar un nuevo inventario en materia de las garantías individuales, con un compromiso para llevar adelante la justicia social, que debe ser redistributiva”.

Explicó que, ante la pandemia del Covid-19, el Estado mexicano tiene la oportunidad de poner en marcha una política de salarios buena y sostenida, con el incremento en la capacidad de gasto para el sector social.

Recordó que alrededor del 40 por ciento de los mexicanos son calificados como “pobres” por sus ingresos y accesos; mientras que nueve millones viven en “pobreza extrema”, aunque la cifra se ha logrado reducir: llegó a ser de 12 o 15 millones hace poco, y sólo 27.8 millones de mexicanos (22.6 por ciento) no viven en condiciones de pobreza y vulnerabilidad.

El panorama es de desigualdad aguda en la distribución de los ingresos, pero también en el acceso a bienes públicos fundamentales como la salud; bajos ingresos, en general; y un añadido que se suele perder de vista: bajo crecimiento de la economía, resaltó.