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La desrealización mediante la essokinesis, para llegar a la umbrakinesis

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Históricamente es constatable que la visión del estado español respecto a la realidad catalana está muy manipulada; y estos días, tras la publicación de informes y audios de la ‘policía patriótica’, se ha confirmado la implicación de todo el estado contra el movimiento independentista catalán, pero el reino sigue ciego y, por eso, en el presente escrito me centro en ese ‘fenómeno’.

Todos sabemos que los seres humanos nunca podemos conocer la realidad objetiva, ya que tenemos una visión subjetiva, y esa subjetividad nos diferencia; y eso lo han expresado muchos estudiosos, entre ellos, el psiquiatra Jacques-Marie Émile Lacan (1901 – 1981):

‘Sólo los idiotas creen en la realidad del mundo, lo real es inmundo y hay que soportarlo.’

Pero a pesar de eso, tenemos una convención social, fundamentada en elementos comunes, en unos denominadores comunes, que nos permiten la convivencia y el entendimiento. Así, la visión subjetiva queda ‘compensada y equilibrada’.

Por ejemplo, todos vemos la gama de colores, y cada uno de nosotros tenemos una distinta percepción de la reflexión de la luz en los diferentes objetos, pero, socialmente, convenimos que una cosa es de color rojo, azul, etc., aunque nuestro ‘rojo’ no sea exactamente el rojo que percibe otra persona que esté junto a nosotros en un momento determinado. En caso contrario, sería invivible; si pudiéramos afinar y determinar el grado del color percibido y lo contrastásemos con el de otras personas, no nos entenderíamos, por las enormes diferencias posibles.

Evidentemente, cuanto más nos alejamos de interpretaciones directas de los objetos físicos, y nos adentramos en el mundo de las ideas, la subjetividad, formada por nuestra distinta cultura, emociones, etc., incide en las interpretaciones que efectuamos; y si es diferente la interpretación, la explicación de la idea, en sí, todavía puede diferir más.

Aún así, las interpretaciones deben estar basadas en una teoría consensuada de la realidad, pues no dejan de ser inferencias pragmáticas. Por eso, entender es captar la información, el concepto, intentando ser objetivos, para que nuestra mirada original, personal, no interfiera en exceso hasta llegar a impedir el consenso. Ya que, en caso contrario, no saldríamos del ‘inmundo’ lacaniano, es decir, del ‘no-mundo’ (enlazando, así, con un escrito anterior en el que me refería a los ‘no-lugares’.

Ahora bien, hay situaciones, como las que estamos viendo estos días, con la publicación de los documentos y archivos de audio de la llamada ‘policía patriótica’ que ‘justificaron’ la actuación y represión del estado español contra el movimiento independentista catalán; y, en estas situaciones vemos que los diferentes poderes del reino no pueden tener una visión tan diferente de la realidad catalana, lo que pasa es que, por mero interés (ideológico, económico, sentimental, etc.) tergiversan la realidad, para aproximarla a sus conveniencias.

Y esa tergiversación puede ser consciente, pero también puede ser inconsciente, ya que la herencia cultural y ambiental puede conformar y determinar de forma acrítica determinados pensamientos.

Por eso, en la tergiversación consciente, estamos hablando de mentir, de falseamiento, de la postverdad (posverdad); pero, en la tergiversación inconsciente, estrictamente, sí que podemos hablar de una desrealización, entendida como alteración de la percepción, si bien, una disociación que en el caso que nos ocupa, no es transitoria, sino permanente.

En tanto que la despersonalización es una experiencia subjetiva de irrealidad del sí mismo, la desrealización se refiere a la percepción de irrealidad del mundo externo’

(fuente Wikipedia)

Y para complicarlo más, e introducir palabrejas que tanto ‘gustan’ a un compañero de manifestaciones en la avenida Meridiana de Barcelona, es preciso introducir la essokinesis,

‘Popularmente conocida como ‘reality warping’ (deformación de la realidad), es decir, la habilidad para cambiar la realidad en el momento que el personaje lo vea oportuno, mientras que retuerce las reglas de la ciencia.’

(fuente Wikipedia)

Ayer tuvimos un claro ejemplo de tergiversar los hechos, de mentir y falsear, y me refiero a la declaración que efectuó el expresidente del gobierno Mariano Rajoy (PP), siendo ponente en una jornada jurídica realizada en Boadilla del Monte, introdujo varios comentarios sobre la reciente información de guerra sucia efectuada durante su mandato, involucrándole directamente como la ‘X’, el responsable máximo de todo el montaje ilegal y amoral. Y uno de los comentarios fue:

‘que toda esta información tiene una intención, ir a los tribunales, eso es la clave de todo lo que está pasando (…) la constitución de tres comisiones de investigación en el congreso de los diputados tiene el objetivo de ver si sacan alguna cosa, que ya les digo que lo tienen muy crudo, para después ir a los tribunales’

Esa posición defensiva refleja muchas cosas, como la prepotencia sabiendo que los poderes del estado le blindarán; pero él sabe, o debería saber que, si es requerido por esos comisionados, tendrá la obligación de acudir y ser sincero. Pero seguro que confía que Pedro Sánchez (PSOE), en última instancia, hará otro quiebro de los suyos y evitará que citen a declarar a Rajoy (‘hoy por ti, mañana por mí’, eso es lo que impera)

Y, claro, recordamos que los personajes de derecha y extrema derecha pueden no decir la verdad, incluso mentir, en los juicios, y no pasarles nada en absoluto.

Rajoy y José María Aznar declararon en el juicio por la financiación ilegal del PP y manifestaron no saber nada de nada de la caja B, la contabilidad paralela del partido, a pesar de que el tesorero del partido, Luis Bárcenas, había manifestado que les había dado regularmente los sobres acordados y de que había sido Rajoy el que había dado las instrucciones de destruir pruebas del disco duro de un ordenador. Pero, finalmente, la sentencia de finales de mayo del 2018 puso en duda las declaraciones mencionadas y no dio credibilidad del testimonio de Rajoy, que había declarado como testigo en el juicio, y la sentencia confirmó la existencia de la contabilidad paralela en dinero negro.

También vimos que en el juicio presidido por el juez Manuel Marchena contra los líderes independentistas (causa especial 20907/2017 del tribunal supremo), efectuado en el año 2019, muchos de los testigos, desde Mariano Rajoy y sus ministros implicados, hasta los policías y guardias civiles de más bajo escalafón, mintieron y ocultaron la verdad.

Pero está visto que son inmunes, pues, aunque legalmente los testigos juran o prometen no faltar a la verdad, muchos de ellos cometieron falso testimonio; y un falso testimonio puede ser decisivo para que una sentencia sea injusta; pero el poder judicial ni se planteó la posibilidad del dolo, ya que lo que primaba y prima, es salvar la unidad de España.

Como sabemos, el PP, y todos los poderes del estado, reescriben la realidad, alteran la historia, manipulan los hechos a su conveniencia, y todo esto de forma consciente, no como consecuencia de una alteración psíquica, de delirios o de pensamientos delirantes. Ese es su mundo simbólico.

Por eso, y para finalizar, introduzco otro término, la ‘umbrakinesis’ (umbraquinesis) que es,

‘La capacidad psíquica que consiste en la manipulación mental de las sombras (…) puesto que la sombra solo existe con cierta coherencia de la luz, esta capacidad estaría directamente relacionada con la fotoquinesis.’

(fuente Wikipedia)

Me parece oportuno recordar que estamos muy cansados de ver que todos los poderes del estado actúan de forma irregular e interesada contra Catalunya y, muchas veces, como los que vemos con la policía patriótica y todas las cloacas del reino, se mueven a la perfección en el mundo de las sombras, y no me refiero a las sombras inconscientes.

Sabemos que la sombra es una región de la oscuridad donde la luz es obstaculizada u ocultada; así, la luz y las sombras forman un todo, pues sin luz no hay sombra. Según el Génesis, la sombra, la oscuridad, existió antes que la luz. Y sabemos que la oscuridad es lo primero que aparece al apagar la luz.

Y claro, el PP y todas las fuerzas del estado controlan las sombras, se mueven a la perfección en la oscuridad, padecen de umbrakinesis, manipulan todo tipo de sombras.

Por eso, los independentistas catalanes debemos poner focos a toda la basura, en todas las cloacas, y hacer difusión. A mayor luz menos sombras.

Debemos ser proactivos, no podemos quedarnos sentados esperando que cambien las cosas por si solas, pues no lo harán, les van todos sus intereses en ello.

Sabemos que hay una expresión clásica que dice ‘esto también pasará’ (*), pero si no hacemos nada, cuando esta situación pase, nosotros ya estaremos criando malvas, por eso debemos actuar, si realmente queremos acabar con todas las sombras del reino español, o, cuanto menos, que no nos lleguen a nuestra futura República Catalana.

(*) como explica un cuento clásico y anónimo, ‘El anillo del rey’, que no reproduzco, pues ya lo hice en un par de ocasiones, el mensaje del anillo expresaba que es recomendable tener presente que todo pasará, y debemos tenerlo in mente, tanto en las situaciones buenas como en las malas, pues todas ellas son pasajeras.