- Desconocimiento entre la población: ¿qué acciones y opciones están disponibles para los jóvenes que no ingresan a la educación pública?
- Padres de familia no se preparan económicamente para adquirir útiles escolares: 30% utilizará el dinero del gasto de la quincena o del mes, otros pedirán prestado, ocuparán la tarjeta de crédito y las becas.
- Las cuotas de los padres de familia permiten a las escuelas públicas poder operar: 68%.
Ciudad de México, 22 de agosto de 2023.Si bien el regreso a clases está referido a un día en el calendario escolar indicando el arranque del nuevo ciclo, esto implica distintos preparativos dependiendo del nivel educativo, por ejemplo, la compra de útiles escolares, elección del colegio, elección carrera, organización en la dinámica familiar, preparar planes de estudio y clases, organización en los planteles, entre una larga lista de acciones previas y durante todo el ciclo escolar. Para conocer cómo encaramos estos temas, así como conocer qué opinamos del sistema educativo, sus retos y virtudes, el Centro de Opinión Pública de la Universidad del Valle de México, realizó la encuesta Composición de la educación en México. Impresiones de la educación pública y privada. Un episodio que año tras año atestiguamos es el ingreso de miles de estudiantes al nivel medio superior y superior, cuya consecuencia será una buena parte de los aspirantes sin acceso a su opción deseada. Situación considerada muy grave por 56% y grave por 39%. ¿Qué se ha hecho al respecto? Solo 1 de cada 10 entrevistados conoce una iniciativa, ya sea de las autoridades de educación, del presidente o de la iniciativa privada para atender esta problemática. Entre las acciones más conocidas destaca la propuesta del presidente Andrés Manuel López de crear más planteles (67%), y del sector privado 66% menciona las becas y apoyos económicos para continuar los estudios. A ojos de la población algunas alternativas para minimizar este hecho repetido año con año serían: abrir nuevas escuelas públicas de calidad (60%), impulsar financiamiento para estudiar en escuelas privadas (42%), incrementar la matrícula en las escuelas públicas (40%) y fomentar la educación en línea (36%). Aunque abrir más escuelas públicas y ampliar la matrícula serían opciones deseables, solo un tercio de las personas confía en que eso ocurriera. En contraste existe mayor confianza en la implementación de servicios educativos virtuales, en línea y a distancia. Esta última modalidad es cada vez más aceptada por la población, tal vez más habituada a estos esquemas a raíz de la pandemia, a vivirlos, a conocer sus ventajas. Por ejemplo, a nivel general, 87% está de acuerdo en que estudiar en línea es una alternativa para dar acceso a la educación; 8 de cada diez considera a esta modalidad una alternativa para abatir el rezago educativo. A nivel personal, 78% recomendaría a un familiar estudiar la universidad en línea. Estudiar bajo estas nuevas dinámicas pueden ofrecer múltiples ventajas, no obstante educarse en los esquemas tradicionales, presenciales y sobre todo públicos siguen siendo las primeras opciones para los mexicanos. En este sentido, uno de los elementos más atractivos por los que se prefiere la educación pública en el nivel medios superior es su gratuidad (63%); esta característica también aplica para el nivel superior (56%); en contra parte, un tercio considera que la educación privada, en particular para estos niveles es considerada una alternativa debido a que el aspirante no encontró lugar en la educación pública, esto pese a identificar la calidad educativa de estas instituciones. La ruta de la educación en México. Contundente la población indica que la educación es fundamental para el desarrollo del país y nota que la educación en el país tiene fortalezas destacables como sus docentes (47%) y la cobertura (45%). Empero también existen problemas encabezados por el rezago educativo (52%), la falta de recursos para infraestructura nueva (49%), falta de recursos para la operación de las escuelas (46%), capacitación para los docentes (44%), incluso planes de estudio no actualizados (44%). Sobre este último punto, 57% no considera que la oferta educativa del país esté respondiendo a las necesidades del país. Destaca que en un contexto cada vez más global digitalizado, con predominio de la tecnología y cambiando vertiginosamente, 72% considera muy importante enseñar a los estudiantes temas de tecnología desde pequeños, así como enseñarles tempranamente otro idioma (76%) De la vacación al regreso a clases. El receso vacacional está por concluir, periodo en el cual los estudiantes realizaron tareas domésticas (29%), actividades recreativas planeadas por los padres (29%), 20% asistió a un curso de verano (aun cuando casi la mitad de los adultos estaba enterada de actividades o cursos organizados por su alcaldía o municipio), y 18% descanso. La conclusión de este periodo cierra un ciclo de gastos que incrementan con la presencia de los niños y adolescentes en casa, pero da paso a otro desembolso para los uniformes, calzado, libros, cuadernos, mochilas y demás artículos. El cálculo promedio de quienes adquieren estos artículos es de $5,844 pesos (no incluye colegiaturas, cuotas o inscripciones). Si bien, los padres de familia intentan cumplir con las peticiones 80% piensa que las escuelas solicitan cosas innecesarias. Asumir este gasto no será sencillo pues 47% estima que todo será mucho más caro que el año pasado, 35% cree será más caro y 15% igual de caro que en 2022. Una medida útil es aprovechar descuentos, promociones, 2×1 u otras ofertas, que será hecha por 52% de los entrevistados. Para 30% será un mes difícil pues destina dinero de su quincena o mes para comprar los útiles, 14% usualmente pide prestado, también usarán la tarjeta para pagar a meses y aprovecharán las becas o apoyos; un 42% va ahorrando para aligerar el golpe al bolsillo. A este gasto podrían sumarse las llamadas “cuotas” que, si bien causan algún tipo de inconformidad, 68% reconoce que las aportaciones de los padres son necesarias para que la escuela pueda operar.
