En política la forma es fondo, más cuando se trata de cambios en el gabinete. A pesar de que se esperaba con meses de anticipación que la exministra Olga Sánchez Cordero cediera la silla del Palacio de Cobián, la remoción llegó enmarcada con el inicio oficial del segundo trienio de la administración obradorista.
Quien fuera la titular de la Secretaría de Gobernación tuvo un papel modesto tirándole al grisáceo. Y no todo es culpa suya, recordemos que en administraciones anteriores esa dependencia era considerada como una súper secretaría debido a las importantes funciones que recaían en ella, cosa que cambió con el triunfo del Presidente López Obrador.
Dentro del margen de acción que le quedaba, Sánchez Cordero además tuvo que lidiar con cuñas como la de Alejandro Encinas en la Subsecretaría de Derechos Humanos, Población y Migración; o Rabindranath Salazar, encargado de lo referente a Desarrollo Democrático, Participación Social y Asuntos Religiosos.
En pocas palabras, la Segob ya no es lo que era antes y en esos mares nadó de muertito durante tres años quien será la nueva Presidenta de la Mesa Directiva del Senado de la República. Aquí vale la pena destacar que su regreso a la Cámara Alta sacudió el barco del otrora único señor feudal de aquellos lares, llamado Ricardo Monreal, a quien no le quedó de otra más que sonreír y darle la bienvenida a bordo.
Acostumbrado a ser la voz fuerte del Senado, el zacatecano enfrentará un nuevo escenario en el que se observa la mano presidencial buscando controlar a quien sin duda es uno de los hombres fuertes de la política morenista y que hasta entonces se movía en libertad.
La llegada del gobernador tabasqueño Adán Augusto López a la Secretaría de Gobernación solo confirma la estrategia del Ejecutivo con miras al 2024, es uno de sus más leales paisanos y será pieza clave en las negociaciones con la oposición.
El mensaje que mandó López Obrador con el movimiento de Sánchez Cordero sacudió las intentonas de varios que pretenden adelantarse a los tiempos. Que se fuera la exministra no fue sorpresa, pero que en el tablero se reacomodaran las piezas y se compactara aún más el círculo en torno a Palacio Nacional, sí.
ENTRETELONES
La oposición tiene la encomienda y el deber de sostener las palabras con votos. A la hora de la verdad, lo que importa es que el peso de cada curul ganada el pasado 06 de junio se haga sentir. “Matemáticas, hijo”, diría el gallo Claudio.