• Estas actividades organizadas por el Espacio Cultural San Lázaro muestran parte de la cultura de la región
• Asistieron diputadas de diversas bancadas y la secretaria General de la Cámara de Diputados
Durante el tercer día del evento organizado por el Espacio Cultural San Lázaro, las notas del danzón Nereidas invadieron la Plaza de los Constituyentes del Palacio Legislativo, en donde afloraron los bailes tradicionales para trasladar al recinto el Carnavalito de Veracruz.
A este derroche de magia, color, música y alegría concurrieron las personas que recorrieron la muestra “Veracruz en San Lázaro. Esplendor del Golfo de México”, entre las que se encontraban las diputadas Martha Rosa Morales Romero, Angélica Ivonne Cisneros Luján, y Graciela Sánchez Ortiz, de Morena, y Lorena Piñón Rivera, del PRI, quienes se contagiaron del ambiente jarocho, con las exhibiciones típicas de la entidad.
A la música se sumó el colorido de la indumentaria de los bailarines que lucían guayaberas blancas de lino, que contrastaban con los vestidos de encaje y rebosos amarillos, dorados, rosas, blancos, plateados, y flores rojas en el cabello.
Integrantes de la compañía folclórica ViDanza, dirigida por Jessica Navarro Galánraymond, y los danzantes de la región de San Miguel Tlacotiopa del municipio de Calcahualco, motivaron el aplauso con su rítmica actuación.
A los ritmos veracruzanos se sumó la participación de los conjuntos de la escuela de samba, entre ellos, el de la Academia de Danza Ely, la comparsa estrellas del Barrio de la Huaca y la Batucada filhos do Sol, cuyas actuaciones hicieron el deleite de las y los trabajadores y visitantes en general de la Cámara de Diputados.
Este evento organizado por el Espacio Cultural San Lázaro a cargo de la Secretaría General de la Cámara de Diputados, que encabeza Graciela Báez Ricárdez, y en el marco de “Veracruz en San Lázaro. Esplendor del Golfo de México”, los asistentes pudieron apreciar del bailable de las 12 parejas de la Compañía folklórica ViDanza, quienes salieron a la pista en acompasados contoneos al ritmo del danzón Nereidas.
Enseguida, la Plaza de los Constituyentes del Palacio Legislativo de San Lázaro fue testigo de la “Danza de los Santiagos”, originaria del ejido de San Miguel Tlacotiopa, Calcahualco, que estuvo dirigido por los maestros Juvencio Sánchez Olmos, y José Miguel Reyes Dorantes.
Esta danza es conocida también como de “Moros y cristianos”; “Santiagueros” o “Tocotines”, la cual narra las batallas libradas por los cristianos en contra de los moros, ayudados por el Señor Santiago Apóstol, que representado con un caballo de madera, comanda a los ejércitos en contra de los infieles. La música estuvo conformada por instrumentos artesanales tales como el tambor y la flauta de carrizo.
Los 22 danzantes, entre adultos y niños, escenificaron la tarea de los frailes por cristianizar a los indígenas después de la Conquista. Sus máscaras rojas son alusión al mal y la mofa de los indígenas, que, al ver la piel blanca de los españoles quemada por el sol se tornaba de este color.
