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Este mediodía (9 de junio), el Parlament de Catalunya, ha elegido a Anna Erra i Solà (Junts), como presidenta del Parlament, en sustitución de Laura Borràs.
En la investidura, tenía garantizados 65 votos (33 de ERC, 31 de Junts, y 1 de la Cup, que había anunciado que cedía a Lluís Puig, como muestra de solidaridad anti-represiva), pero, finalmente, ha obtenido 64. El voto es secreto, y, en este caso, muestra que la ‘disciplina de voto’ y el convencimiento, ha fallado, aunque de forma mínima.
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Siempre es positivo que las instituciones funcionen correctamente, aunque, en este caso, lo que se ha efectuado, a mi modo de ver, es cerrar ‘en falso’ una irregularidad, como ya he tratado en otros escritos.
Estos tiempos son un continuo de sucesos interesantes, que requerirían un análisis, pero ahora me centro en la problemática entre Podemos y Sumar.
Es sabido que los partidos de izquierdas se caracterizan por la crítica, y eso determina, consecuentemente, la división y subdivisión, hasta la irrelevancia. Por el contrario, los partidos de derechas se basan, fundamentalmente, en el ordeno y mando y la obediencia.
Así, los partidos de izquierdas recuerdan a la Hidra de Lerna, el mítico monstruo acuático con forma de serpiente, cuyo número de cabezas iba desde tres, cinco, siete, cien, hasta diez mil, según las fuentes, y con un aliento venenoso.
La Hidra tenía la virtud de regenerar dos cabezas, por cada una que perdía o le era amputada. Su guarida era el lago Lerna, en el golfo de la Argólida, cerca de Nauplia) (si bien los arqueólogos han confirmado que este lugar sagrado es anterior incluso a la ciudad micénica de Argos, pues Lerna fue el lugar del mito de las Danaides). Bajo sus aguas había una entrada al Inframundo, que la Hidra guardaba. Según la leyenda, Hércules (Heracles), en uno de sus trabajos, venció a la Hidra.
Hace tiempo que se hicieron públicas las desavenencias entre Podemos y la nueva plataforma de Sumar. Y esas discrepancias se elevaron a la centésima potencia ante las elecciones municipales y, a la milésima potencia, ahora, ante las previstas elecciones generales.
Unidas Podemos, surgió del Movimiento 15 – M, formado a raíz de las manifestaciones y acampadas realizadas el 15 de mayo del 2011, en diferentes plazas españolas y extranjeras. De ese Movimiento surgieron diferentes partidos o colectivos con objetivos temáticos: la austeridad, la corrupción, los desahucios, el desempleo, la reforma laboral, etc.
En esas concentraciones se popularizaron diferentes lemas: ‘no somos marionetas en manos de políticos y banqueros’, ‘democracia real, ya’, ‘no hay pan para tanto chorizo’, etc.
Y uno de los ejes vertebradores de ese Movimiento, fue el librito ‘¡Indignaos!, de Stéphane Hessel (1917 – 2013), uno de los redactores de la Declaración Universal de los Derechos Humanos de 1948, contra la indiferencia y a favor de la insurrección pacífica.
Pablo Iglesias Turrión (n. 1978) fue uno de los líderes que surgieron de ese movimiento, y uno de los que formaron el partido de Unidas Podemos; partido que, con los afines ‘En Comú Podem’ y ‘En Marea’, consiguieron. 65 actas de diputados en 2016. En enero del 2020, pasó a formar parte del gobierno de coalición con el PSOE, asumiendo la vicepresidencia segunda, hasta el 4 de mayo del 2021 que dimitió, para presentarse a las elecciones de la Comunidad de Madrid, y frenar a la derecha; pero fracasó, y, en las elecciones a la Asamblea de la Comunidad de Madrid, únicamente consiguió el 7,16 % de los votos, siendo la quinta fuerza, y, por lo tanto, no sirvió para frenar a la derecha y extrema derecha.
Para su sustitución en el gobierno, propuso a Yolanda Díaz Pérez, que ejercía como ministra de Trabajo, siendo aceptada por Pedro Sánchez, así que asumió ambas funciones.
Yolanda Díaz, coordinadora general de Izquierda Unida, en Galicia; con un largo historial político, en esa comunidad autonómica, por ejemplo, en las elecciones del 2009, sufrió una fuerte derrota, pasando a ser la sexta fuerza electoral, con un 0,99 % de los votos, y quedando, por lo tanto, fuera del parlamento gallego; si bien el partido ‘En Marea’ pasó a ser dominante entre la izquierda.
La coalición de partidos para las municipales del 2015, fue compuesta por Marea Atlántica, Compostela Aberta y Ferrol en Común, incorporó a Yolanda Díaz como número 2 de la provincia de A Coruña, a pesar de la posición contraria de gran parte de la militancia de Izquierda Unida, su partido.
Su historial, a mi modo de ver, no es el de una persona pactista, si bien, una vez ascendida a ministra de trabajo, esa característica pactista con la patronal y los sindicatos fue un aspecto destacable, para avalar la propuesta de Iglesias, como su sustituta.
La principal controversia con sus compañeras de Unidas Podemos, surgió siendo ya vicepresidenta, no apoyando la reforma de Irene Montero, ministra de Igualdad (y esposa de Pablo Iglesias); así, la ley ‘sólo sí es sí’ nació muy coja, máxime al observarse que la práctica judicial, aplicaba esa ley para beneficiar, retroactivamente, a varios acusados, como pulso de la judicatura contra Pedro Sánchez.
Por eso, mediante la ley orgánica 10/2022, de 6 de setiembre, Pedro Sánchez modificó la ley inicial, para evitar, las ‘consecuencias indeseadas’; modificación que desagradó a Irene Montero, pues representó volver a la situación inicial, centrada en la violencia, no en el ‘sólo sí es sí’.
Anteayer, día 7, el tribunal supremo confirmó el criterio de las audiencias provinciales a la hora de rebajar las penas a agresores sexuales. Montero, en repetidas ocasiones, señaló que la mala praxis se debía al machismo de la judicatura, acusación que causó un gran malestar en ese sector, como era de esperar.
Efectivamente, muchos especialistas señalaron, en su momento, que la ley patrocinada (debería decir, ‘matrocinada’) por Irene Montero, presentaba defectos de forma, como la falta de una ley transitoria.
Por todo eso, en la configuración del nuevo partido ‘Sumar’, liderado por Yolanda Díaz, que pretende presentarse a las elecciones generales de forma conjunta con Unidas Podemos, vetó, ya de entrada, la presencia de Irene Montero, y de Ione Belarra Urteaga, ministra de Derechos Sociales.
Por su parte, Pablo Iglesias, participando como tertuliano en diferentes medios, y en escritos varios, se ha venido prodigando en descalificaciones, hacia Yolanda Díaz, por su visión absolutista, queriendo infravalorar la posición de Unidas Podemos.
La confrontación de Yolanda Díaz no se limita al ámbito de Madrid, si no que, en Valencia, con Compromís, también se ha presentado una lucha fratricida por los puestos de mayor relevancia y por la denominación del propio partido, pues no quieren perder el de ‘Compromís’. Según los medios de comunicación, este mediodía, han llegado al acuerdo de presentarse como ‘Compromís – Sumar: Sumem per Guanyar’ (sumamos para ganar), y que Compromís pueda tener grupo propio, si consigue cinco diputados.
Hoy, 9 de junio, a las 24.00 h, acabará el plazo para la inscripción de los partidos que pretendan presentarse a las elecciones del 23 de julio próximo; así que, todo deberá estar definido en ese momento.
Todas las encuestas han venido señalando que, si Unidas Podemos y Sumar se presentan juntas, podrían mantener su actual posición, que será vital para la continuidad de Pedro Sánchez (PSOE); pero, por el contrario, si compiten por separado, ambos pasarán a ser irrelevantes (más los de Unidas Podemos); y, según las encuestas, eso favorecería al PP / Vox.
No deja de ser curioso, que un partido que nominalmente se denomine ‘Sumar’, comporte la resta, la división.
Ideológicamente, Sumar, Mareas, Compromís y Unidas Podemos, tienen un fuerte denominador común, de izquierda, siendo el matiz diferencial el enfoque descentralizador.
Por su parte, Unidas Podemos, ayer convocó una encuesta telemática entre sus afiliados, que debían contestar antes de las 10.00 h, del día de hoy.
La pregunta a su militancia es la siguiente: ¿Aceptas que el Consejo de Coordinación de Podemos, siguiendo el criterio de unidad que marcó el Consejo Ciudadano Estatal, negocie con Sumar, y, en su caso, llegar a una alianza electoral entre Podemos y Sumar?
Personalmente, creo que esa pregunta es una trampa, pues, en realidad, debería ser: ¿Aceptas concurrir con Sumar, sin vetos previos? Esa sería la pregunta clara y determinante, pues que negocien se ha de dar por supuesto, forma parte de su trabajo habitual, o debería serlo. Y, me parece que dejar la pregunta clara, como una condición final ‘y, en su caso, llegar a una alianza electoral entre Podemos y Sumar’, sin saber la composición y los cabezas de lista, y, si estarán vetadas Montero y Belarra,, me parece una trampa para elefantes.
En estos momentos se sabe que el 94 % de los militantes que han votado, lo han hecho afirmativamente, como no podría ser de otro modo, pues nadie puede estar en contra de negociar.
Por todo eso, me parece que estamos observando una lucha de protagonismos, de egos, más que de programas, y eso es decepcionante, y una muestra más del infantilismo de estos políticos; situación que, lógicamente, la derecha aplaude con las orejas.
Espero que, al final, se presenten conjuntamente, y, si es posible, sin vetos ni exclusiones forzadas.
Es evidente que Irene Montero no hizo bien su trabajo con el redactado de la citada ley, pero también es cierto que otros ministros del PSOE, como Fernando Grande-Marlaska (interior) con su desastrosa actuación con los inmigrantes africanos, con muertos incluidos; José Manuel Albares (ministro de exteriores), con su desastrosa gestión con el pueblo saharaui; Margarita Robles (ministra de defensa) con su infausta participación en la guerra de Ucrania; etc.; y, especialmente, Pedro Sánchez, como presidente del gobierno; todos ellos han realizado importantes errores, pero, el PSOE sabe que las próximas elecciones generales serán importantes, serán su ‘ser o no ser’, y, por eso, no quieren perder personajes conocidos, que tengan tirón en las respectivas candidaturas provinciales.
Por todo ello, me parece que Yolanda Díaz, está jugando una guerra en la que posiblemente pierda su actual posición en el congreso. Está jugando una guerra, que, si finalmente la gana, serás una victoria pírrica, es decir, que, aunque gane, el final será desfavorable para Sumar.
Pirro (318 a.C. – 272 a.C.), rey de Epiro, tras una victoria sobre los romanos en la batalla de Ásculo, dijo: ‘Con otra victoria como esta, estoy perdido’; pero, claro, no aprendemos de la historia, y así, esos ‘líderes’ se olvidan del ‘divide et impera’ pronunciada por Julio César (100 a.C. – 44 a.C.) y Napoleón Bonaparte (1769 – 1821)
Efectivamente, la citada guerra entre Sumar y Unidas Podemos, no se limita, estrictamente, al enfrentamiento de protagonismos, pues, hay un trasfondo, que es el realmente importante, aunque esté oculto: Yolanda Díaz, ‘encantada por haberse conocido’, ha asumido la ideología socialdemócrata, pactista con los poderes, siempre buscando la mejor fotografía en la que se venda su virtud pactista y elegancia; pero, claro, olvidándose la ideología comunista de Izquierda Unida, que tantos años abanderó.
Y ese perfil le va perfecto a Pedro Sánchez, pues se garantiza un gobierno de coalición sin fricciones; quiere sumisos y obedientes. Asimismo, Pedro Sánchez busca la eliminación total de Unidas Podemos, así, se elimina críticas de líderes de otros países, que le sonsacan que gobierna con extremistas (en los EUA, la prensa resalta que gobierna con comunistas), y eso es un hándicap que eclipsa, en cierto modo, su pretendido perfil de ‘puro liberal socialdemócrata’.
Es sabido que Pedro Sánchez no se casa con nadie, busca, únicamente, fortalecerse personalmente, así ha ido dejando tirados en la cuneta a socios que le votaron en la investidura; no respeta pactos ‘forzados’, una vez conseguido su objetivo inmediato (como, por ejemplo, que le aprueben los presupuestos). Y, en esa línea, ahora, que se enfrenta a la derecha del PP y Vox, fortalecidos tras las pasadas elecciones municipales, precisa presentar un perfil centrista, y, por eso, le interesa matar, políticamente, a Unidas Podemos, y quedarse con Sumar, que es un producto descafeinado, es un vino sin alcohol.
Según una máxima jesuística, ‘en tiempos convulsos, mejor no hacer mudanzas’, una frase que nunca dijo San Ignacio de Loyola (1491 – 1556), aunque, popularmente, se le atribuye. Pues bien, me parece que, dada la situación política actual, Sumar y Unidas Podemos deberían presentarse reflejando la composición y representación actual, pues, en caso contrario, repetirán la experiencia de Pirro, pues el absentismo será bestial, ya que esas luchas fratricidas, desmotivan a los electores.
Y, de ese modo, el Hércules (Heracles) que resulte, sea Pedro Sánchez (PSOE) o Alberto Núñez Feijóo (PP) acabará con la Hidra de la izquierda. Y, en este caso, la multiplicación de cabezas, su multiplicación, en lugar de fortalecer al bicho mitológico, debilitará a los partidos de la izquierda.
Según Tucídides (455 a. C. – 400 a.C.), al referirse a los melios en la guerra del Peloponeso (431 a.C.), ‘en toda negociación entre vencedores y vencidos, el vencedor hace lo que quiere y el vencido, lo que puede’.