Buscar

La importancia de los ideales

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Sabemos que los ideales, son los principios o valores que las personas siguen activamente como un objetivo y que se mantienen por encima de otras actividades menos significativas.

Asimismo, sabemos que habitualmente, en la actualidad, las personas no tienen ideales, ni principios ni valores, o los reducen a meros aspectos materiales, económicos y, por lo tanto, no son ideales morales ni éticos. O, si tienen ideales, sucumben ante cualquier otro menos relevante.

Un ejemplo claro lo tenemos con Pedro Sánchez (PSOE), un político ‘pragmático’, que expresó su posición de forma muy clara: ‘hacer de la necesidad virtud’, es decir, subordinar sus creencias y opiniones a su bien superior: la permanencia en el poder; ese es su único objetivo.

Así, hemos visto giros copernicanos:

  • de apoyar, en el año 2017, fervorosamente la aplicación del 155 fijado por Mariano Rajoy (PP), para cercenar las instituciones catalanas y aplicar todo tipo de represión y vileza, a pasar, ahora, a defender la amnistía;
  • otro ejemplo lo vimos en marzo del 2022, que la casa real de Marruecos, con Mohamed VI, reveló haber recibido una carta de Pedro Sánchez en la que avalaba los planes de autonomía del país vecino para el Sáhara Occidental. El ministro de exteriores español, José Manuel Albares, se vio obligado a reconocer esa carta, unos días después, para justificar una nueva etapa con Marruecos, para mejorar el control de los flujos migratorios. Y, abandonando, de ese modo, al Frente Polisario y a la población saharaui (que, teóricamente, continuaban teniendo nacionalidad española), tras 40 años de ‘neutralidad’, pues, en realidad, en esos años España había desoído los consejos de la ONU sobre el acuerdo de un referéndum en el Sáhara Occidental;
  • asimismo, y por citar solo tres ejemplos, estos días hemos visto que Pedro Sánchez, en su visita a Israel, por el conflicto entre este estado y Hamás (partido político militar palestino); Sánchez informó, con gran profusión de demagogia, que España reconocería el estado Palestino. Y ese tipo de mensaje, multiplicado en todas las redes, no contemplaba la historia milenaria, ni, en concreto, la de estos últimos 75 años, liderados por la ONU; y tampoco especificaba qué perímetro geográfico reconocería ni con qué representantes pactaría: la ANP (OLP), Hamás, la Gihad Islámica, etc. Es decir, un mensaje destinado a cuatro titulares, sin contenido. Ciertamente, la brutalidad del estado de Israel y la de Hamás, no tienen perdón, pero la ‘solución’ no viene por una declaración en plan ‘Llanero Solitario’, efectuada por un representante de un estado insignificante, como es España. Pues, para ese viaje, aunque lo hiciera como presidente rotatoria de la UE, no había consensuado el mensaje con los otros 26 estados miembros.
  • si Pedro Sánchez está conmovido por los miles de niños asesinados (en ambos espacios han fallecido niños y mujeres) es humano recriminarlo e intentar buscar consensos. Pero, hay que recordar que España es de los pocos estados europeos que sigue sin reconocer a Kosovo (parte de la ex Yugoslavia) que se independizó de Serbia en 2008, y los distintos gobiernos españoles no lo han reconocido, para no dar un precedente a Catalunya. Y, ya que estamos, tampoco nunca nos reconocerá la independencia de Catalunya. Visto el panorama en su globalidad, podemos constatar que para que Pedro Sánchez reconozca un estado, han de haber muertos, muchos, por medio. En caso contrario, para él, no existe el problema.

Esos son los principios de Pedro Sánchez, sus ideales, sus principios y sus valores, muy adecuados a los de Groucho Marx: ‘Estos son mis principios. Si no le gustan, tengo otros’.

Sobre el particular, y como ejemplo contrapuesto a Pedro Sánchez, hoy hemos ido a ver la película ‘El mestre que va prometre el mar’ (El maestro que prometió el mar), dirigida por Patricia Font, basada en el libro de Francesc Escribano, sobre los últimos años de vida de Antoni Benaiges i Nogués (1903 – asesinado en 1936), un joven maestro de Mont-Roig del Camp (Tarragona); una película muy recomendable.

Breves apunte biográfico de Antoni Benaiges:

‘Antoni Benaiges obtuvo el título de magisterio en 1929, y los 3 primeros años trabajó de maestro en diferentes escuelas de Madrid. En 1931, mientras hacía de maestro en el Grupo Escolar Carmen Rojo de Madrid, se afilió a la Agrupación Socialista. En 1932 volvió a Catalunya, a Vilanova i la Geltrú, como maestro interino de l’Escola Graduada de Nens, donde empezó a conocer y probar las técnicas de Freinet (*).

(*) Célestin Freinet (1896 – 1966), pedagogo francés, involucrado en el movimiento de la Escuela Nueva (formada por diferentes métodos pedagógicos: Decroly, Dewey, Freinet y Montessori), creador de un sistema pedagógico propio, ideado y desarrollado con su compañera Élise Freinet, basado en planes de trabajo, producción de textos libres, uso de la imprenta escolar, individualización del trabajo, correspondencia con otros centros escolares, En Catalunya el movimiento Batec en Lleida, difundió esas ideas durante el período 1930 – 1936 …

En 1934 le fue asignada la plaza con propiedad en Bañuelos de Bureba (Burgos). Una escuela abandonada, sin materiales; un pueblo perdido, pequeño de 200 habitantes, no tenía electricidad, ni agua corriente, ni teléfono, ni carretera. La escuela era un edificio viejo de piedra, de dos plantas. El maestro vivía en la misma escuela, a la que iban los niños y niñas de 6 a 12 años.

Al inicio del curso escolar 34 – 35, Benaiges se dio cuenta que su trabajo no estaría exento de retos. En aquel pueblo (como en muchos) las condiciones de vida eran durísimas, con un elevado grado de analfabetismo, por lo que muchas familias anteponían el trabajo doméstico y agrícola, a la escuela.

En el pueblo enseguida corrieron de boca en boca los extraños métodos del maestro: no les hacía estudiar nada de memoria, los hacía pensar y dar su opinión, no les hacía estudiar religión, les ponía música con un gramófono y los hacía bailar…

La metodología de trabajo de Freinet (que había aprendido de Patricio Redondo) consistía en editaren la escuela, pequeñas publicaciones (quaderns) a partir de dibujos y textos que realizaban los niños y niñas de la escuela, que reflejaban, a su manera de ver, el mundo que los rodeaba: sobre la familia, las amistades, la población, los paisajes, las fiestas, excursiones, juegos, folklore …

La imprenta tenía un papel primordial en el aula: era el instrumento que permitía materializar, captar, ver y tocar todo lo que iban aprendiendo. Además del intercambio de publicaciones entre centros que seguían el sistema pedagógico, permitía conocer la vida de escolares e otras poblaciones y países.

Los cuadernos escolares de Bañuelos de Bureba recibieron el nombre de ‘Gestos’ y ‘Recreo’. Los primeros dedicados a los niños más pequeños, con redacciones más breves, tipografía más grande, y temas infantiles. En total publicaron 13 cuadernos: 6 de Gestos, 3 de Recreo y 4 monográficos: ‘El retratista’ (sobre la llegada de un fotógrafo al pueblo; ‘Sueños’ (de los alumnos); ‘Folklore’ (manifestaciones populares de Burgos, canciones, dichos, etc.); y el titulado ‘El mar. Visión de unos niños que no lo habían visto nunca’ (los niños nunca lo habían visto, y el maestro les animó a que explicasen cómo se lo imaginaban; y les había prometido que a final de curso se los llevaría a su pueblo (Tarragona), para que lo vieran)

Pero la promesa no pudo ser cumplida, pues la guerra (el levantamiento ilegal militar contra la República Española), iniciada el 18 de julio de 1936, lo impidió. Los militares sublevados, dirigidos por el asesino Francisco Franco y Emilio Mola, fijaron la capital en Burgos, y el maestro fue detenido al día siguiente (19) en Briviesca (iba camino de Madrid para impartir una conferencia), torturado brutalmente (le arrancaron los dientes y lo pasearon desnudo por Briviesca, encima de un camión,  y asesinado el 25 de julio en las Montañas de la Pedraja (Burgos, junto a otros muchos presos) y sus restos enterrados en la fosa común de las Montañas de Oca, y, a pesar de las exhumaciones, sus restos todavía no han sido descubiertos.

El 28 de agosto del 2020, Antonio García, un vecino de un pueblo próximo a la fosa común, se aproximó al lugar donde el equipo de la Sociedad de Ciencias Aranzadi dirigido por el forense Francisco Etxebarría estaba haciendo las exhumaciones. García les comentó que entre aquellos fusilados lanzados en aquella tumba era muy probable que estuviera Antoni Benaiges, un maestro catalán con una historia estremecedora. Y ese comentario fue crucial para hacer aflorar la historia que nos ocupa.

Francesc Escribano, Sergi Barnal, Queralt Solé (*) y Francisco Ferrandiz, en 2020 publicaron el libro ‘Desenterrant el silenci: Antoni Benaiges, el mestre que va prometre el mar’ (Desenterrando el silencio: Antoni Benaiges, el maestro que prometió el mar) (coedición Blume y Ventall)

(*) Queralt Solé i Barjau, doctora en historia contemporánea de Barcelona, con la tesis titulada ‘Les fosses comunes a Catalunya 1936 – 1939’ (las fosas comunes en Catalunya), especializada en la violencia durante la guerra incivil española y el franquismo, especialmente del Valle de los Caidos, fue responsable del memorial democrático de Catalunya y autora de múltiples publicaciones. Y, es hija de Magos, una compañera de Meridiana Resisteix, y del también historiador Josep María Solé i Sabater.

Es importante señalar que la memoria de Antoni Benaiges fue mantenida en la intimidad de sus familiares y alumnos, y hasta el año 2010, con motivo de la exhumación efectuada en Pedraja, la memoria del maestro emergió y su historia se hizo pública.

(fuente: Wikipedia y https://www.sapiens.cat)

Pido perdón por esta larga compilación de fragmentos, pero me ha parecido importante, tanto para dejar constancia de esta historia, difundiéndola en otro continente, y, a la vez, resaltar el valor de personas con elevados ideales, que, desgraciadamente, el momento actual, dominado por la inmediatez, la velocidad del instante, los intereses materiales y cortoplacistas, nos dificultan conocer.

Hace unos días, en un escrito anterior, me referí a la necesidad que tenemos de las promesas falsas, y en mi escrito de ayer, comenté el riesgo de la comodidad, y todo esto viene totalmente a cuento en el presente escrito, pues, ante tantas promesas falsas, programas electorales que sabemos que son simple humo, es muy notable ver que ha habido personas que han sacrificado sus vidas por sus ideales y promesas.

Y, claro, como señalaba el profesor Carles Castellanos, y he resaltado en un par de escritos, además de los pensamientos es precisa la acción. Y, en esa comunión, vemos que el mencionado Antoni Benaiges llevó a término sus ideales, a pesar de las extremas dificultades.

Esta historia me parece muy interesante e importante, como ejemplo para no desfallecer; nosotros, que somos dados a deprimirnos ante las primeras dificultades.

Por eso, individualmente, y en grupo (como nuestro pequeño colectivo que nos manifestamos diariamente en la avenida Meridiana) deberíamos redefinirnos, dilucidar las estrategias y las acciones, para adecuarlas a la situación actual, y que nos permitan colaborar de forma coordinada con otros grupos similares, y, así, intentar dar pequeños pasos hacia el objetivo, nuestro ideal: la República Catalana. Y, para ello, el primer paso es no dejarnos engañar por las falsas promesas, especialmente, de las que vienen del tahúr Pedro Sánchez, el gran prometedor de humo.