La casualidad de estos días nos ha mostrado dos pensamientos, dos formas de actuar, diametralmente opuestas; una meramente oportunista, inconsistente e incoherente, la otra, coherente, ética y moral, como explico en este escrito.
El pasado viernes 24, Pedro Sánchez fue entrevistado por la cadena Ser, y, a preguntas sobre la realización de un genocidio israelí en Gaza, contestó que:
‘(…) tengo una opinión personal al respecto, tengo serias dudas de que se esté respetando los derechos humanos en Gaza (…) la responsabilidad de calificarlo es de la Corte Penal Internacional y el Tribunal Internacional de Justicia.
Unas dudas, que considero que también tiene cualquier analista objetivo después de ver lo que está pasando en Gaza, la muerte indiscriminada de civiles, de mujeres, de niños, de niñas, la destrucción sin parangón, que va a hacer que la reconstrucción vaya a llevar décadas.
(…) Israel está hoy en una situación mucho más débil por la respuesta que ha dado, absolutamente inhumana a los ataques de Hamás (…)’
Este mismo viernes 24, el Tribunal Internacional de Justicia de la ONU ordenó a Israel que:
‘detenga su ofensiva militar en Rafah, al sur de la Franja de Gaza. También advirtió de que la situación actual derivada de esa operación militar implica un mayor riesgo de causar un daño irreparable a los palestinos para evitar un genocidio. En este sentido, consideró que las medidas exigidas hasta ahora para la protección de los civiles no han sido suficientes y le pidió entregar, en un mes, un informe en el que detalle qué han hecho en este aspecto.
(…)
También la Corte Internacional de Justicia exigió a Israel asegurar el acceso sin impedimentos a Gaza de cualquier comisión de investigación para investigar las denuncias de genocidio contra el ejército y gobierno israelíes y le ordenó mantener abierto el cruce de Rafah para el acceso de la ayuda humanitaria de la Franja’
(Fuente: cadenaser.com)
Un par de días antes, la fiscalía del Tribunal Penal Internacional de la Haya solicitó que se dictasen órdenes de detención contra Netanyahu y contra los principales dirigentes de Hamás; si bien la efectividad de esa medida está abierta, ya que la ni Israel, ni Rusia, ni China, ni la India, ni los EUA reconocen ese tribunal. Sobre el particular, Joe Biden consideró escandalosa la petición del TPI, e Israel pidió a las ‘naciones del mundo civilizado, que se opongan a cualquier orden de arresto del TPI’.
Ante esta situación, Margarita Robles, ministra de defensa, tras el desfile militar de este sábado, calificó de ‘auténtico genocidio los ataques israelíes en la Franja de Gaza’
Pues bien, que el pasado viernes, Pedro Sánchez manifestara que tiene una ‘opinión personal’ sobre la existencia de un claro genocidio, tras ver las matanzas y los desplazamientos de civiles durante más de siete meses, y que se escudara en la decisión de los tribunales internacionales, denota, cuanto menos, un carácter servil con el ‘amo americano’, con el que no se quiere indisponer.
Sánchez había anunciado, también, que el próximo martes 28, el consejo de ministros efectuaría el reconocimiento del Estado Palestino, pero hoy ha pospuesto ese reconocimiento, para coordinarlo con otros estados europeos, ese es el carácter de Sánchez.
Y claro, el previsible reconocimiento del Estado Palestino no es congruente con la falta de reconocimiento de Kosowo y de Taiwán, y, también es incongruente con la cesión del Sáhara a Marruecos. Y también es incongruente con la represión de Catalunya. Pero, para Pedro Sánchez, nada es importante, salvo sus decisiones puntuales.
Es evidente que esas incongruencias muestran una falta de ideología y de principios, supeditados a los intereses coyunturales; y cuando los principios éticos y morales se supeditan a intereses de orden inferior, denotan que no existen esos principios, pues la falta de criterio indica que se realizan acciones y juicios de valor sin tener claros los aspectos que deberían ser tomados en consideración.
En contraposición a esa forma de pensar y de actuar de Pedro Sánchez, ayer, sábado 26, la activista Ángela Davis visitó, invitada, la feria ‘Literal’, que este fin de semana se celebra, en la antigüa fábrica de Fabra i Coats, en mi distrito de Sant Andreu de Barcelona, por los ‘diez años de la feria Literal: de ideas y libros radicales’.
En plan de recordatorio, es preciso señalar que:
Ángela Davis (n. en Alabama en 1944), es una activista afroamericana, marxista, doctora en filosofía (teniendo como director de su tesis a Herbert Marcuse, 1898 – 1979), dedicada a trabajar por la paz, el feminismo, el ecologismo, etc.
Su familia vivía en el llamado ‘Dynamite Hill’, por el gran número de casas de afroamericanos dinamitadas por la organización supremacista blanca del Ku Klux Klan.
Esa activista, perseguida desde joven, pues en 1969 fue expulsada de la universidad de California, donde ejercía de profesora de filosofía, por su afiliación al Partido Comunista de los EUA; posteriormente, en 1972, fue acusada de asesinato por su vinculación con las Panteras Negras, si bien, esta acusación tuvo tanta repercusión internacional, que los jueces se vieron impedidos a condenarla, y la absolvieron en 1973; si bien ha estado perseguida toda su vida, por sus radicales opiniones, por ejemplo, en 1997, que se declaró lesbiana.
En definitiva, toda su vida ha sido una muestra de coherencia, de radical coherencia, ya que considera que ser radical es ir a la raíz de los problemas, de cualquier índole, pues, no ha dejado ningún problema al margen, por ejemplo, contra la prisión, ha defendido que ‘las prisiones no hacen desaparecer los problemas sociales, hacen desaparecer a las personas’.
(fuente: Wikipedia)
Está claro que la vida de esta activista ha sido coherente, y a sus 80 años, se sigue manteniendo combativa en defensa de los derechos humanos. Vaya diferencia con Pedro Sánchez, que sabemos que está en las antípodas, pues, como sabemos, carece de ideología, es un oportunista.
Ayer no pude asistir a su conferencia en la mencionada Fabra i Coats (esta mañana sí que he ido a pasear y disfrutar de la feria), pero he leído que la conferencia de Ángela Davis fue un gran éxito, con largas colas de público, que llenaron tres salas para seguirla por un circuito interno de televisión.
Y, por lo visto, remarcó que todas las luchas, contra el racismo, el machismo, la represión social, etc., deben tener un elemento común, que es la esperanza, e inculcarla y traspasarla a las futuras generaciones, para que se involucren en la lucha radical contra las injusticias.
Según el diccionario de la RAE, la esperanza es ‘la actitud y el estado de ánimo realista pero optimista, la creencia de que un cambio positivo es posible y la voluntad de establecer y trabajar para conseguir el objetivo deseado’.
Y está claro que los independentistas catalanes debemos mantener la esperanza y transmitirla a nuestros hijos y nietos, pues es fundamental, como dice Ángela Davis.
Para finalizar este escrito, me parece que es interesante recoger las 20 frases más famosas de Ángela Davis:
- No estoy aceptando las cosas que no puedo cambiar, estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar.
- En una sociedad racista no ser racista no es suficiente. Tenemos que ser antirracistas.
- El feminismo es la idea radical que defiende que las mujeres somos personas.
- Hay que actuar como si fuera posible transformar radicalmente el mundo. Y tienes que hacerlo todo el tiempo.
- La lucha por los derechos humanos nunca se detiene, debemos ser persistentes en nuestra resistencia.
- ¿Por qué aprendemos a temer el terrorismo, pero no el racismo, no el sexismo, no el machismo, no la homofobia?
- La verdadera resistencia es una resistencia pacífica y transformadora.
- La educación es un arma poderosa para la liberación y la transformación social.
- La solidaridad es la base para la lucha contra la opresión.
- La belleza está en la diversidad y la inclusión, no en la uniformidad.
- La opresión no puede ser ignorada, es nuestra responsabilidad combatirla.
- El grupo de las Panteras Negras se conoce en todo el mundo, pero la gente no sabe que la mayoría de los miembros eran mujeres.
- Este es un momento muy emocionante en la historia, cada vez más gente reconoce que el mundo debe cambiar.
- No puedes separar la paz de la libertad porque nadie puede estar en paz a menos que tenga su libertad.
- No debemos conformarnos con la igualdad formal, sino trabajar por la igualdad real.
- Cuando los derechos humanos están en juego, no podemos ser neutrales.
- Las feministas radicales que emergieron en 1970 en EEUU sacaron a la luz cuestiones muy importantes. Una de las más cruciales fue que ‘lo personal es político’; este eslogan desafiaba la división entre espacio público y privado desde la certeza de que es algo construido socialmente.
- No podemos asumir que el racismo es sobre todo un problema para aquellos que lo padecen. El racismo distorsiona y corrompe instituciones y mentes, crea una asunción de superioridad, produce el privilegio blanco. Hay quienes creen que el eslogan Black Lives Matter tiene una connotación particular, pero no podría ser más universal. Decir simplemente All Lives Matter es ignorar hasta qué punto las vidas negras y de color son objeto de racismo y represión. Decir que las vidas negras importan, sin embargo, es proclamar que, en efecto, todas las vidas importan.
- Si no peleamos hoy, tendremos que pelear más fuerte mañana.
- La violencia de género es la forma de violencia más pandémica en el mundo y estamos siendo testigos de un resurgimiento de oposición popular a estas formas de violencia.
Me parece que los independentistas catalanes tenemos una buena profesora, un buen modelo, en Ángela Davis, que nos ofrece su vida de activista, radicalmente comprometida, y debemos aprender de sus lecciones vitales, pues, en una sociedad unionista española, no ser unionista no es suficiente, se ha de ser antiunionista, es decir, independentista, y debemos ser persistentes en nuestra resistencia, si queremos tener éxito.