El año 2021 esfumó las expectativas optimistas del sector automotriz y dejó una nueva caída para la industria, que vio cómo la fabricación de autos se contrajo un 2 % con respecto a 2020 debido a los cuellos de botella en la importación de semiconductores y a una exportación que no llega a los niveles esperados.
Para el presidente de la Asociación Mexicana de la Industria Automotriz (AMIA), José Zozaya, el año que acaba de terminar conjugó una “tormenta perfecta”.