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La injusticia española acelera su caída libre. Nos quieren arrodillados y alistados a la legión.

Esta mañana se han hecho públicos los nueve autos con la decisión del tribunal supremo, presidido por el juez Manuel Marchena, revocando el tercer grado penitenciario a los nueve presos políticos catalanes, al considerar que se trata de una medida prematura. Por eso, Carme Forcadell y Dolors Bassa deberán ingresar de nuevo, puesto que hasta ahora tenían ese grado, avalado por el juez de vigilancia penitenciaria.

Asimismo, el tribunal también acepta el recurso de la fiscalía, para que no se pueda aplicar el beneficio de unas horas de libertad para trabajar o colaborar en ONGs, que sí que permitía el art. 100.2, por considerar una ‘falta de conexión de un programa de tratamiento de ese tipo con un proceso de reinserción de los delitos cometidos’.

De este modo, los presos políticos estarán en segundo grado, y sin poder salir a trabajar.

‘Los magistrados explican que la concesión del tercer grado a un interno que no haya cumplido la cuarta parte de la condena es excepcional y exige ‘una justificación reforzada, lógicamente, con respecto a aquella exigible en los supuestos en los que se propone para el tercer grado a un interno que ya ha cumplido la cuarta parte de la condena’. Añade que ‘ninguno de los acusados en este procedimiento ha sido condenado por perseguir la independencia de Catalunya. Las ideas de reforma, incluso ruptura, del sistema constitucional no son, desde luego, delictivas. Su legitimidad es incuestionable, está fuera de cualquier duda. El pacto de convivencia proclamado por el poder constituyente no persigue al discrepante. Ampara y protege su ideología, aunque ésta atente a los pilares del sistema’.

Por ello el tribunal destaca que ‘yerra la juzgadora de instancia al dejar entrever que la estimación del recurso del ministerio fiscal implicaría exigir al interno que modificara su ideología. El Sr. Junqueras -indica en el auto referido al ex vicepresidente de la Generalitat- no fue condenado por su ideología independentista. Fue declarado autor de un delito de sedición en concurso con un delito de malversación de caudales públicos en su modalidad agravada, con base en los hechos declarados probados en el juicio histórico de nuestra sentencia’.

Además, destaca que ‘nadie cumple condena en un centro penitenciario por sus ideas políticas’. El tribunal indica que ‘en la tarea de acomodar el cumplimiento de las penas impuestas a los fines constitucionales que inspiran la ejecución de las penas privativas de libertad, nuestra sentencia no tiene que ser permanentemente reinterpretada. En los hechos declarados probados y en su fundamentación jurídica se encuentran las claves para explicar la gravedad de los hechos sentenciados y su efecto demoledor para la convivencia democrática. Su detenida lectura descarta cualquier quiebra del principio de proporcionalidad’.

(…) La sala destaca que ‘la administración penitenciaria no puede distanciarse de los principios y garantías que informan la ejecución de las penas de prisión impuestas por los tribunales.

(…)

‘No se pretende que el interno reniegue de sus convicciones políticas, sencillamente porque éstas son ajenas a su condena. Sostener que el cumplimiento de las penas impuestas en la sentencia que está siendo objeto de ejecución exige como presupuesto que el interno ‘reniegue de sus convicciones políticas’, supone aferrarse a una línea argumental equivocada, que nada tiene que ver con el significado del cumplimiento de una pena privativa de libertad en una sociedad democrática.

(…)

Respecto a la aplicación del 100.2, la sala explica que no se ha apreciado ‘vinculación alguna’ con el proceso de reinserción social de estos penados, de forma que la misma sea adecuada a su situación actual. ‘Esa falta de conexión entre el programa de tratamiento y los delitos cometidos hace injustificable un régimen de semilibertad.

(…)

La sala no pone en duda el buen comportamiento del interno, su actitud plenamente colaboradora con el equipo y su implicación respecto a la correcta asistencia, rendimiento y actitud de las diferentes actividades. Tampoco su trayectoria académica y profesional previa a la comisión de los delitos por los que ha sido condenado. Pero, como ya advertimos en su momento al rechazar la aplicación de este mismo régimen respecto a la Sra. Forcadell y otros condenados en esta causa especial, nada de ello permite salvar esa ausencia absoluta de enlace entre el programa que se propone y el proceso de reinserción social del penado que, como es obvio, no puede ser ajeno a los delitos cometidos, un delito de malversación de caudales públicos en su modalidad agravada’.

(lavanguardia.com)

Ya sabíamos que el tribunal supremo, presidido por Marchena, no aceptaría las peticiones de tercer grado, por eso ese tribunal, el pasado mes de julio, cambió su propia doctrina y se arrogó la potestad para pronunciarse no sólo sobre el tercer grado sino también sobre el 100.2; y eso ya nos confirmó, reconfirmó, mejor dicho, su afán de venganza, de castigo. Pues, efectivamente, reinterpretar a su beneficio el delito de sedición, como hicieron, y ahora modificar su propia doctrina, ad hoc, para seguir teniendo las riendas de su ignominiosa sentencia, nos muestran que de justicia esa instancia sólo tienen el nombre

Asimismo, ‘dictó que los recursos de la fiscalía paralizarán las salidas de los presos hasta que sean resueltos por el juez de vigilancia o el supremo. Hasta ese momento, cuando las cárceles concedían el 100.2, su aplicación se ejecutaba sin necesidad de esperar a que el juez resolviera el recurso de la fiscalía. Tras la decisión del supremo, ya no será así y deberán esperarse a recibir el aval judicial’.

(Toni Muñoz, La Vanguardia, 24 julio 2020)

Y no deja de ser vergonzoso, por petulante, su muestra de endiosamiento, ya que en esos mismos autos consideran que el juicio al procés, fue un ‘juicio histórico’, claro, pues, según ellos, salvaron la sacrosanta unidad de su patria.

Asimismo, en esos autos dicen que dicha sentencia no tiene que ser ‘permanentemente reinterpretada’, claro, ellos aplican su biblia, su decálogo; Marchena se cree el nuevo Moisés con su decálogo ‘recibido’ en el monte Sinaí, para combatir a los que adoran al becerro de oro que es la independencia.

Y con el cambio de doctrina citado, realizado en julio pasado, el agosto recibió el tribunal supremo las peticiones de pasar al tercer grado en cuestión, pero, claro, las vacaciones son las vacaciones, y después cualquier otra cosa, para que, al final, publiquen los autos denegando dicho grado, justo el día siguiente de la aprobación de los presupuestos generales, con el apoyo de los partidos independentistas (ERC y PEdeCat), pero, afortunadamente, no de JuntsxCat.

No tenemos que creer en las casualidades, y menos en el ámbito político, y por mucho que nos quieran vender la moto de la separación de poderes entre los poderes ejecutivo y judicial, la verdad es que no podemos creerla, tenemos muchos ejemplos, pues cuando interesaba a Mariano Rajoy acelerar cualquier medida, el tribunal constitucional hasta se reunió en domingos y festivos.

Si esos autos se hubieran hecho públicos anteayer, el voto favorable de ERC y PEdeCat, se hubiese puesto en peligro, y los presupuestos hubiesen tenido un recorrido más difícil. Pero, ‘curiosamente’ los autos han salido justo el día siguiente. Y a mi modo de ver, no deja de ser un ‘favor’ que el maquiavélico Marchena ha hecho a Pedro Sánchez, para, obtener, a cambio, la presidencia del consejo general del poder judicial.

Carlos Lesmes lleva dos años con su mandato caducado, y en su momento ya se rumoreó que Marchena le sustituiría, pero unas filtraciones del 10 de noviembre del 2018, desvelando un whatsapp de Ignacio Cosidó (en aquel momento portavoz del PP en el senado), en el que decía ‘ha sido una jugada estupenda el reparto que el PP y el PSOE  han hecho en la renovación del consejo general del poder judicial, según la cual, los populares controlarían la sala segunda del tribunal supremo, por la puerta de detrás’.

Y esa filtración frenó la sustitución de Lesmes y la ascensión al Monte Sinaí de Marchena, y, aún, hoy día las negociaciones para la sustitución y control del poder judicial están de lo más complicadas, máxime cuando el PP quiere marginar de las negociaciones al partido de Unidas Podemos, aún siendo, Pablo Iglesias, miembro del gobierno de coalición.

Y si entramos en el fondo del argumentario de esos autos, vemos que la confusión que tienen y que muestran sin el más mínimo pudor, es que dicen reiteradamente que no persiguen las ideologías, ni quieren corregirlas, que éstas son libres y plenamente reconocidas. Pero, acto seguido dicen que los trabajos sociales que puedan hacer fuera de la cárcel no están vinculados con la reinserción del delito cometido. ¿Cómo se puede vincular un trabajo con el delito que ellos atribuyeron de sedición?, ¿quieren que se alisten a la legión española para así demostrar su arrepentimiento?, ¿quieren que hagan de cabra en ese regimiento de mal recuerdo?, ¿quieren que se hagan guardias civiles antidisturbios y vengan a las manifestaciones a pegarnos a los que mostramos nuestro desacuerdo con la sentencia?, ¿quieren que en las procesiones de semana santa recorran las calles con cadenas pidiendo perdón? o como muestra del más puro españolismo se vistieran de toreros y salieran a la plaza mayor a lidiar y morir ante el toro español.

Yo creo que, en sus sueños húmedos, el tribunal supremo querría algo así, y que ese sería la única forma de ‘pagar’ por su osadía de dar la voz al pueblo mediante un referéndum.

Ante esta situación, esta mañana hemos podido ver y oír manifestaciones de líderes políticos de todo tipo de partidos, desde los que están plenamente conformes con los autos mencionados; así como los independentistas (incluidos los pactistas con Pedro Sánchez) rasgándose las vestiduras por esos autos, que consideran injustos. ¿Pero qué creían, que pactando los presupuestos conseguirían algo?, ¿Qué la inexistente mesa de diálogo servirá para algo?, ¿Qué la modificación pospuesta ahora por Pedro Sánchez, para ‘rebajar’ el articulo de sedición del código penal, solucionará algo, si parece que, como vasos comunicantes, endurecerá el delito de desobediencia?

Todo esto me ratifica que determinados políticos, la mayoría, por desgracia, ‘utilizan’ a los presos para sus propias conveniencias, pensando en las futuras elecciones (¿14 febrero 2020?), y así continuar en su poltrona, o conseguir una de mejor prestigio y beneficios. UNA PURA VERGÜENZA, PUES DE LOS UNIONISTAS NADA NOS SORPRENDE NI SORPRENDERÁ, PERO DE ALGUNOS INDEPENDENTISTAS…

Hace un momento he visto las declaraciones de Carles Riera, de la CUP, hablando sin decir nada, pues apelar a la fuerza de la población, de las bases, para presionar al estado y poder realizar un referéndum pactado, es otra utopía engañosa. Ellos siguen en sus poltronas, y es verdad, en alguna ocasión han venido al corte diario de la Meridiana, para hacerse la foto. Pero si realmente fueran consecuentes, cada día, si, cada día, deberían estar en uno u otro de los puntos en los que los independentistas nos manifestamos. Esa sería una forma de mostrar su coherencia; y así vendrían los medios de comunicación, ya que ahora ya no somos noticia, salvo que hay algún incidente.

Y tampoco podemos esperar nada del parlamento europeo, ni de la unión europea, pues son la cara visible de los partidos mayoritarios PP y socialistas. Sólo podemos confiar en la justicia europea, ya que han demostrado ser realmente independientes de los estados. Por eso, en un anterior escrito apunté que creo que los independentistas catalanes deberíamos trabajar pensando en una República Catalana ajena a la UE, pues también hay vida, y mejor, fuera de esa casta mafiosa.

Y, para finalizar, creo que después del varapalo efectuado a todo bicho viviente, ahora toca flagelarnos un poco los independentistas, pues actuamos como ‘la Bella durmiente’ (la primera referencia, con el título ‘Sol, Luna y Talía’ figura en el resumen de cuentos titulado ‘Pentamerone’ (1634) realizado por Giambattista Basile; y popularizado por los Hermanos Grimm en 1812).

Pues bien, los independentistas catalanes actuamos como ‘BELLOS/AS DURMIENTES’ (o ni siquiera bellos), pues esperamos que venga el príncipe / princesa que nos despierte y nos lidere; y, eso sí, que cuando venga ese príncipe / princesa, nos encuentre como a la princesa dormida, con sus 15 años, no con 115, que le hubieran correspondido según el cuento, cuando, por fin, un candidato consigue pasar por el bosque de zarzas que rodean el palacio dormido de la bella princesa encantada; zarzas que hasta la llegada del príncipe elegido, habían cerrado e impedido el paso a otros pretendientes anteriores.

Nosotros ya hemos tenido nuestro castigo, infligido por las hadas malignas del estado; y ahora vemos que esas zarzas misteriosas (en nuestro caso nada misteriosas, más bien al contrario, factuales: los poderes del estado) lo enmarañan todo.

Pero sabemos, también, pues tenemos muchos ejemplos por aquí, que, frecuentemente, muchos ‘príncipes’, cuando se hacen mayores y reinan, dejan de tener el colorido e ilusiones de la juventud.

Asimismo, si realmente en algún momento nos llegase un nuevo príncipe / princesa, un nuevo líder, nos encontraría, a muchos, dormidos, con 115 años y sentados en el sofá, con las ilusiones perdidas o puestas en un futuro utópico.

Por eso, estoy convencido que no podemos esperar pasivamente, ya tenemos nuestro príncipe, nuestro líder, Carles Puigdemont y, según dijo, el camino es la confrontación democrática e inteligente. Pero, desgraciadamente, de momento, nos falta la inteligencia precisa, ya que la fuerza democrática si que la tenemos.

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com