por Alison Porter, gestora de portafolios de Janus Henderson Investors
En los últimos años, la inteligencia artificial (IA) ha dejado de ser un concepto futurista para convertirse en una realidad transformadora en múltiples industrias. Desde el lanzamiento de herramientas de generación de contenido hasta avances en diagnósticos médicos, la IA generativa ha capturado la atención de empresas, gobiernos e inversores. Sin embargo, aún estamos lejos de comprender el verdadero alcance de esta tecnología, tanto en términos de disrupción como de oportunidad económica.
En 2025, esperamos que la IA generativa siga consolidándose como una fuerza disruptiva, marcando una nueva ola tecnológica que redefinirá sectores clave de la economía global. Es importante entender que estas olas no son lineales ni de corta duración. Al igual que ocurrió con la era de internet en los años 2000 o la revolución móvil tras el lanzamiento del iPhone en 2007, estas transformaciones requieren tiempo, inversión masiva en infraestructura y, por supuesto, paciencia por parte de los inversionistas.
La diferencia entre una ola y una tendencia pasajera
La IA generativa no es simplemente una tendencia como los vehículos eléctricos o la ciberseguridad; es una ola computacional que afecta a todos los niveles de la tecnología. Construir esta ola implica desarrollar desde los microchips más avanzados hasta aplicaciones accesibles para los usuarios finales.
En esta etapa, hemos sido testigos de un gasto sin precedentes en centros de datos impulsados por IA, así como de una demanda extraordinaria de aceleración computacional liderada por empresas como NVIDIA. Sin embargo, aún falta mucho por ver. La IA no ha llegado a un punto de inflexión que implique un cambio masivo en la interfaz de usuario o en los dispositivos de borde. Esto significa que las aplicaciones más innovadoras están por venir.
En el horizonte, podemos prever avances significativos en áreas como transporte autónomo, diagnóstico médico, optimización energética, e incluso la creación de robots humanoides. Pero para que esto ocurra, primero debemos construir y escalar la infraestructura que lo hará posible.
Volatilidad: una característica, no un obstáculo
Como ha sucedido con anteriores olas tecnológicas, el camino de la IA estará marcado por una alta volatilidad. El desarrollo de infraestructura y la disponibilidad de microchips –como el más reciente Blackwell de NVIDIA– enfrentan limitaciones que pueden ralentizar su avance. Además, factores geopolíticos, como la creciente competencia tecnológica entre Estados Unidos y China o la implementación de nuevas regulaciones, también añadirán incertidumbre al panorama.
Sin embargo, no debemos temer a la volatilidad. Históricamente, estas oscilaciones han acompañado los mayores avances tecnológicos y las más grandes oportunidades de inversión. Por ejemplo, durante la era móvil, empresas que parecían estar en su auge continuaron ganando terreno años después, gracias a su capacidad de innovar y adaptarse.
México ante la ola de la IA
Para México, esta nueva ola tecnológica representa una oportunidad única. El país cuenta con un creciente ecosistema de startups, una sólida base manufacturera y un mercado interno que comienza a adoptar soluciones digitales. Aprovechar la IA podría ser el catalizador para acelerar nuestra competitividad en sectores como la industria automotriz, la salud y las finanzas.
Pero también es fundamental que las empresas mexicanas y los inversionistas comprendan que el éxito en esta área requiere visión a largo plazo y disposición para asumir riesgos. No se trata solo de adoptar tecnología, sino de construir las capacidades necesarias para liderar la transformación.
Una nueva era para los inversionistas
Desde la perspectiva de los mercados, esta ola de IA generativa trae consigo un cambio en el liderazgo tecnológico. Las empresas que triunfaron en la era de internet o el auge móvil no necesariamente serán las que lideren esta nueva revolución. Identificar a los verdaderos innovadores será crucial, y aquí es donde la gestión activa de portafolios juega un papel clave.
En Janus Henderson, creemos que las mejores oportunidades no se encuentran siguiendo modas pasajeras o índices generales, sino en un análisis profundo de los fundamentos de cada empresa. Factores como la capacidad de innovación, la escalabilidad de nuevos productos y un enfoque responsable en la gestión serán determinantes para el éxito.
El futuro es de la IA
La inteligencia artificial no solo está transformando industrias, sino que también está moldeando el futuro de nuestra economía global. Para los empresarios, gobiernos e inversionistas mexicanos, la pregunta no es si debemos adoptar esta tecnología, sino cómo podemos aprovecharla para maximizar su impacto positivo en nuestra sociedad.
La IA, como todo gran avance tecnológico, requiere tiempo, recursos y una visión estratégica. Pero una cosa es clara: estamos frente a una ola que no solo transformará sectores enteros, sino que también definirá cómo vivimos, trabajamos e innovamos en las próximas décadas.
Acerca de Janus Henderson
Janus Henderson Group es una firma internacional líder de gestión activa cuyo objetivo consiste en ayudar a los clientes a definir y alcanzar sus grandes metas financieras a través de análisis diferenciados, inversiones disciplinadas y un servicio de primera clase.
A 30 de septiembre de 2024, los activos gestionados de Janus Henderson ascendían a unos 382.000 millones de dólares estadounidenses, su plantilla superaba los 2.000 empleados y tenía oficinas en 24 ciudades de todo el mundo. La firma ayuda a millones de personas de todo el mundo a invertir juntas en un futuro mejor. Con sede en Londres, Janus Henderson cotiza en la Bolsa de Nueva York.