El 17 de octubre Culiacán sufrió uno de los ataques más violentos contra la población civil tras un operativo fallido para detener a Ovidio Guzmán.
La ausencia de la FGR antes y durante el operativo es notoria.
La Fiscalía solicitó la investigación a la Guardia Nacionalsin instrucciones precisas ni acompañamiento, cuando la colaboración exigía una comunicación estrecha.Parece que la FGR renunció a sus facultades y las dejó en manos de un cuerpo esencialmente militar y sin credenciales en el ámbito de la investigación. ¿Quién se haría responsable de una investigación deficiente o a destiempo?
Mientras se desarrollaba el operativo, la Guardia rendía apenas su informe de investigación ante la Fiscalía. ¿No tendría ésta que contar con los elementos probatorios antes de emprender la acción?
La FGR no solicitó la orden de cateo. La Ley Federal contra la Delincuencia Organizada permite solicitar la orden a un juez federal sin contar con el domicilio preciso. Pudo haberse solicitado el 25 de septiembre –cuando se giró la orden de aprehensión en contra de Ovidio– o en cualquier momento entre esa fecha y el 17 de octubre… pero no sucedió. ¿Por qué postergó la Fiscalía esta responsabilidad?¿Qué elementos esperaba para solicitar la orden de cateo, si el 11 de octubre Sedena ya había informado los domicilios?
¿Quién rendirá cuentas por los errores y omisiones?
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