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El belicoso Donald Trump ha abierto la caja de pandora, y se han escapado todos los males del mundo, como en el mito griego, pero, ahora, a diferencia de esa leyenda, al cerrarla, no ha quedado ni Elpis (la esperanza), como intento exponer a continuación.
Como contrapartida al cese de la ayuda de los EUA a Ucrania, decidido por Trump, ayer (06/03), la UE pactó un gran plan de rearmamento para autodefensa y, también, para proteger a Ucrania. A tal fin, aprobaron la propuesta de Ursula von der Leyen, de flexibilizar las normas fiscales, es decir, que el gasto militar no compute en el cálculo del déficit de los estados miembros. Así, se aprobó el aumento del actual gasto militar, en un 1,5 % del respectivo PIB, lo que significaría unos 600.000 millones de euros extra. Además, aprobaron efectuar avales de préstamos a los estados miembros, por un valor de unos 150.000 millones más, para potenciar las inversiones en defensa. En total, el objetivo es que la UE movilice 800.000 millones de euros en cuatro años.
Reincidiendo en unas ideas que he ido planteando en estos escritos, me parece preciso resaltar las siguientes ideas fundamentales:
Liberarnos del tutelaje, interesado, de los EUA, adoptado tras la Segunda Guerra Mundial, de por sí, es positivo, ya que es una muestra de madurez. Ahora bien, esa independencia debería ser total: nada de bases de los EUA y de la OTAN, en Europa.
Y en este nuevo contexto mundial, debería eliminarse la OTAN, me parece evidente, ya que la concepción del prepotente Trump, como expresó ayer, no puede ser más deprimente para los socios (los chicos):
- ‘no defenderé a los países de la OTAN que no gasten suficiente en defensa, bueno, creo que es de sentido común ¿no?, si no pagan, no los voy a defender. No, no los voy a defender (…) dijisteis que me había metido en un buen lío cuando dije eso, dijisteis ‘oh, está violando la OTAN’, y no es así (…) sabes, el mayor problema que tengo con la OTAN, realmente, sabes, quiero decir, conozco a los chicos muy bien. Son amigos míos. Pero si Estados Unidos estuviera en problemas y los llamáramos, diríamos, tenemos un problema, Francia. Tenemos un problema, un par de otros que no mencioné. ¿crees que vendrán a protegernos? Se supone que sí. No estoy tan seguro.’
(https://www.wlconfidencial.com)
Asimismo, no debemos caer en la engañosa trampa de que debemos protegernos de Rusia, ni del potencial peligro del sur (como, desafortunadamente, ha dicho Pedro Sánchez en Bruselas).
Ni Rusia, ni Marruecos, etc., nunca representarán un problema para Europa; en todo caso, podrían efectuar conflictos armados puntuales, como la actual invasión de Ucrania, o una potencial futura invasión en otro estado próximo; y, por el sur, una eventual invasión de Ceuta y Melilla por parte de Marruecos, o de las Islas Canarias, por parte de Mauritania, por citar ejemplos controvertidos
Por lo tanto, el armamento defensivo europeo, debería limitarse a un contingente y recursos limitados a una respuesta ante esos potenciales conflictos, nada más.
Ya que caer en la trampa de la escalada de armamento, como quiere Trump, y la UE ha asumido, es un tremendo error, inapropiado en el siglo XXI.
Es vergonzoso que la UE movilize tantos millones de euros y, hasta ahora, para crisis humanitarias, como la inmigración, la pobreza generalizada, la falta de viviendas, etc., apenas ha mostrado una mínima empatía más bien cosmética.
Pero el motor, siempre, es el negocio, los beneficios económicos, está claro, y ahora, las empresas armamentistas y afines, deben estar frotándose las manos, por la previsión de ganancias milmillonarias. Y, en ese contexto, y dada la infinita corrupción, todos los buitres carroñeros también deben estar aplaudiendo con las orejas, claro. Y, entre todos ellos, desgraciadamente, los que se beneficiarán, finalmente, serán las propias empresas armamentistas americanas, ya que en la UE no hay la potencialidad de efectuar una respuesta inmediata. Y sabemos que, en ese submundo militar, muchos millones se perderán por las cloacas, vía aumentos de sueldos y pluses, por ejemplo.
Y sería vergonzoso, que gran parte de esos 800.000 millones fueran a parar a empresas americanas; eso sería imperdonable.
Como lo sería que ese fuerte incremento del gasto militar acabe comportando una merma de los ya deficitarios servicios públicos: sanitarios, educación, habitacionales, transporte, etc.; y sabemos que ese será el resultado inmediato, por más flexibilidad puntual que exhiba la UE en el control del déficit.
Efectivamente, sabemos que la dinámica de los vasos comunicantes comporta que un mayor coste en determinado capítulo conlleve una reducción en otros, pero, en ningún caso deberían mermarse los servicios sociales mencionados, hay muchos otros que podrían y deberían reducirse, por ejemplo:
- la eliminación de los ejércitos de todos los estados miembros de la UE, ya que, organizando el contingente mencionado, debería ser más que suficiente. Y, claro, la eliminación del coste de participación en la OTAN.
- otro capítulo a eliminar, sería el de la monarquía y toda la casa real;
- así como las prebendas a empresas del Ibex 35, mini tributación de los fondos de inversión y las SICAV (sociedades de inversión de capital variable), es decir, instrumentos financieros que son sociedades anónimas con un capital mínimo para su constitución y un número mínimo de accionistas
- y, claro, las prebendas de los políticos y altos funcionarios públicos, y sus pensiones;
- etc.
Creo que estas medidas, en su conjunto, serían una respuesta racional y humanitaria; en caso contrario, será seguir en un mundo en el que impera la ley de la selva, la ley del más fuerte, como pretenden Trump, la UE, etc.
Deberíamos superar la ideología del ‘si vis pacem, para bellum’ (si quieres la paz, prepárate para la guerra), frase escrita por Publius Flavius Vegetius Renatus (Vegecio, s. IV), en su ‘Epitoma rei militaris’.
No podemos seguir esa carrera armamentista, que nos lleva al ‘bellum ómnium contra omnes’ (la guerra de todos contra todos), como expresó Thomas Hobbes (1588 – 1679) en sus obras ‘De Cive’ (1642) y Leviatán (1651), argumentando que es la ley que domina en la naturaleza.
Ese comportamiento sólo confirma que ‘homo homini lupus’ (el hombre es un lobo para el hombre), como expuso Titus Maccius Plautus (Plauto, 254 a. C. – 184 a. C.): ‘Lobo es el hombre para el hombre, y no hombre, cuando desconoce quién es el otro’; pensamiento popularizado por el citado Hobbes.
Louis Antoine Fauvelet de Bourrienne (1769 – 1834), haciendo referencia a Napoleón Bonaparte (1769 – 1821), escribió:
‘Todos conocen el adagio: si Napoleón hubiese tenido un dominio del latín, habría dado la vuelta con ‘si vis bellum para pacem’ (si quieres la guerra, prepara la paz), queriendo decir que, al planificar la guerra, es preciso hacer bajar la guardia de las otras naciones, promoviendo la paz, a pesar de que el preparar la paz pueda llevar a otros a declarar la guerra.
‘Si vis pacem pacta pactum’ (si queréis la paz, os tenéis que entender para mantenerla) (Andrew Carnegie, 1835 – 1919) en The National Arbitration and Peace Congress, 1907.
Es evidente que ‘si vis pacem fac bellum’ (si queréis la paz, haced la guerra), es decir, la paz armada no funciona, como escribió en 1918, Richard Grelling (autor de la carta abierta ‘J’accuse…’, dirigida a Émile Zola, en el marco del caso Dreyfus), pero, por lo que vemos, este último ‘pensamiento’ es el único que entienden los irresponsables de la UE, como estamos viendo. Y esto es una muestra más de que estamos en muy malas manos, en las de unos políticos interesados, cortoplacistas y sin ética ni moral; y por eso, me parece oportuno repetir la letra de una de las canciones de Bob Dylan (Robert Allen Zimmerman), letra que incluí en mi escrito de unos días atrás.
Master of wars (maestros de la guerra)
(álbum The Freewheelin, 1963)
Venid, señores de la guerra
vosotros los que construís grandes armas
vosotros que construís los aviones de la muerte
vosotros que construís todas las bombas
vosotros que os escondéis detrás de paredes
los que os escondéis detrás de escritorios.
Solo quiero que sepáis
que puedo ver a través de vuestras máscaras.
Vosotros que nunca habéis hecho nada
más que construir para destruir
jugáis con mi mundo
como si fuera vuestro juguetito
me ponéis un arma en la mano
y os escondéis de mi vista
y os dais la vuelta y os alejáis corriendo
cuando soplan las veloces balas.
Como el viejo Judas
mentís y engañáis
que se puede ganar una guerra mundial
queréis hacerme creer.
Pero veo a través de vuestros ojos
y veo a través de vuestros cerebros
igual que veo a través del agua
que se me va por el desagüe.
Apretáis los gatillos
para que disparen los demás
luego os echáis para atrás a observar
cuando aumenta el recuento de muertes
os escondéis en vuestras mansiones
mientras la sangre de los jóvenes
se escapa de sus cuerpos
y se queda enterrada en el barro.
Habéis lanzado el peor miedo
que jamás pueda arrojarse
el miedo a traer niños
al mundo
por amenazar a mi bebé
no nacido y sin nombre
no valéis ni la sangre
que corre por vuestras venas.
¿Cuánto se yo,
para hablar sin que sea mi turno?
tal vez digáis que soy joven
podríais decir que soy un ignorante
pero hay una cosa que sé
aunque sea más joven que vosotros
que ni siquiera Jesús jamás
perdonaría lo que hacéis.
Dejadme que os haga una pregunta
¿tan bueno es vuestro dinero?
¿os comprará el perdón?
¿creéis que podría?
Yo creo que descubriréis
cuando os llegue la hora de la muerte
que todo el dinero que hicisteis
nunca os devolverá el alma.
Espero que muráis
y que os llegue pronto la muerte
yo seguiré vuestro féretro
en la pálida tarde
y observaré mientras os bajan
a vuestro lecho de muerte
y permaneceré de pie ante la tumba
hasta estar seguro de que estéis muertos
En definitiva que, volviendo al mencionado mito de la caja (un pithos, un jarrón) de Pandora, abierto por Trump, han salido todos los males del mundo y, al volverla a cerrar Pandora, sólo quedó dentro Elpis (la esperanza), de ahí la frase ‘la esperanza es lo último que se pierde’; pero, en realidad, yo ya la he perdido, pues veo que el mundo está cayendo por una pendiente hacia el desastre final, sin remisión, salvo que cambiemos a todos esos pseudo líderes que nos gobiernan, y que ahora, con la excusa del rearmamento, taparán todos los problemas cotidianos y justificarán lo injustificable.