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La mayoría de mexicanos, a favor de aumentar el impuesto a cigarros para proteger la salud

  • Así lo revela la Encuesta Nacional sobre el Aumento de Impuesto al Tabaco, que también apunta que después de la pandemia por COVID-19, 7 de cada 10 personas consideran necesario endurecer las medidas de control de tabaco.
  • Incrementar 50% los precios de los cigarros en la próxima década, evitaría 49 mil 400 muertes prematuras y 259 mil casos nuevos de enfermedad.

Con la premisa de que es urgente proteger a toda la población de los daños que causa a la salud el humo y consumo de tabaco, 77% de los mexicanos está a favor de aumentar el impuesto a los cigarros para que esos recursos se destinen a sectores prioritarios como la salud, el medio ambiente y la educación, y apoya endurecer las medidas de control del tabaco para reducir el riesgo de padecer enfermedades graves derivadas del COVID-19.

Así lo dieron a conocer representantes de organizaciones sociales e investigadores de la Universidad Autónoma de Baja California Sur, al presentar los resultados obtenidos en la Encuesta Nacional sobre el Aumento de Impuesto al Tabaco que también reveló que 67% de las personas está a favor de incrementar el impuesto a las bebidas alcohólicas.

Érick Antonio Ochoa, director de Salud Justa Mx; Omar Gutiérrez Bayardi, director de Dinamia; Belén Sáenz de Miera Juárez, investigadora de la Universidad Autónoma de Baja California Sur; Eduardo del Castillo Valadez, director de CÓDICE, y Adriana Rocha Camarena, directora de Sociedad Civil y Asuntos Legislativos en Polithink, presentaron dicha encuesta y apuntaron que aumentar 50% los precios de los cigarros en la próxima década, evitaría 49 mil 400 muertes prematuras y 259 mil casos nuevos de enfermedad.

En conferencia de prensa, Érick Antonio Ochoa refirió que el informe más reciente sobre el control del tabaco en la Región de las Américas 2022 reconoce el gran esfuerzo hecho en México desde la Presidencia de la República, el Congreso de la Unión y la sociedad civil para abatir rezagos históricos en la lucha contra el tabaquismo.

Gracias a ello, afirmó, hoy somos uno de los siete países en el Continente que cuenta con cuatro de seis medidas fundamentales para el control del tabaco, incluyendo ambientes libres de humo y prohibición total de publicidad, promoción y patrocinio. Sin embargo, indicó, uno de los temas pendientes son los impuestos al tabaco, que no alcanzan el mínimo recomendado por la Organización Mundial de Salud: que los impuestos representen el 75% del precio de venta final, o el 70% de impuesto específico.

En su oportunidad, Omar Gutiérrez Bayardi detalló los resultados de la encuesta y señaló que 77% de las personas entrevistadas declararon estar de acuerdo con que se aumente el impuesto a los cigarros para prevenir su consumo y proteger la salud. Llama la atención, dijo, que incluso la población que se declaró como fumadora actual (33% de la muestra) estuvo en 72% de acuerdo con el aumento de impuestos.

Agregó que 46% de los fumadores también aceptó mantener el consumo de cigarros, aun cuando el precio de ese producto aumenta.

La investigadora Belén Sáenz de Miera refirió a su vez que México se había comprometido a reducir la prevalencia de fumadores a menos de 13% en 2025, pero sigue estancado en niveles de 2009 (alrededor de 17%). “Es claro que esa meta no podrá cumplirse. Si queremos retomar la tendencia decreciente que hubo a inicios de la década de 2000, es indispensable un incremento sustancial del impuesto al tabaco”, estableció.

Afirmó que aumentar el precio de los cigarros en 50% durante la próxima década también generaría beneficios económicos por hasta 310 mil millones de pesos, que podrían destinarse a la atención de sectores prioritarios en el país.

En ese sentido, Eduardo del Castillo expresó que sin duda resulta benéfico para la población, especialmente para la de menores recursos, que los impuestos generales no se incrementen, porque ello les protege contra un mayor descenso de su nivel de vida, como lo ha señalado el presidente Andrés Manuel López Obrador, y quien trazó esa política desde su campaña presidencial.

Sin embargo, dijo, toda regla tiene una excepción, y ese es el caso de los imprescindibles impuestos a los productos del tabaco, toda vez que aumentar ese impuesto contribuye a que niñas y niños, así como los adolescentes, se alejen del tabaquismo. “Es un impuesto excepcional en favor de la salud, y así lo debe considerar el primer mandatario”.

En tanto, Adriana Rocha Camarena, directora de Sociedad Civil y Asuntos legislativos en Polithink, expuso que dentro de las políticas para el control del tabaco, el tema de los impuestos es al que más le teme la industria tabacalera, pues es la política más efectiva para reducir el consumo de sus productos, y le pega directamente a sus ganancias.

“Por esta razón, pone un especial esfuerzo en desacreditarlos. Las tabacaleras hablan del contrabando y de la ilegalidad, como si fuera algo ajeno a ellos, cuando son cómplices. Utilizan datos que no son comprobables ni verificables. Si el contrabando de cigarros fuera del tamaño que asegura la industria, no sería negocio para ellos vender tabaco en México”, puntualizó.