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La mentira de Potemkin española

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

El engaño, la farsa, el aparentar, son fenómenos universales, que empiezan con nosotros mismos, como ya traté en un escrito anterior, pero en el reino español es el deporte nacional, como explico a continuación.

Constantemente tenemos ejemplos que nos muestran que el reino español es una democracia fake, una apariencia de querer mostrar lo que no es, como dice el refrán ‘dime de lo que presumes y te diré de lo que careces’.

Por eso, por más que Pedro Sánchez repita hasta la saciedad que el estado español es una democracia completa, consolidada, la realidad no para de desmentirle, a pesar de los esfuerzos propagandísticos de sus certezas y valores, con los que nos invaden en todos los medios sistémicos. Nos quieren vender ‘su democracia’ utilizando las mejores técnicas publicitarias, al objeto de que la compremos acríticamente, como si se tratara de la pócima de fierabrás.

A continuación, expongo tres ejemplos que me parecen más que suficientes para desmontar la idea oficial:

1 –

Esta semana se ha hecho público el informe ‘Masacre frontera Nador-Melilla 24 de junio 2022’, realizado por el colectivo ‘Caminando Fronteras’, en el que se detalla que además de las 40 víctimas confirmadas, hay 77 personas desaparecidas; asimismo, comenta que a las familias se les ha denegado el derecho a las labores de identificación de sus cuerpos, vulnerando los derechos más básicos.

‘El hecho de que estas personas se encontrasen bajo custodia policial en el momento de su desaparición nos lleva a preguntarnos si nos encontramos ante casos de desapariciones forzosas, dado que cuando se produjeron los hechos, las víctimas se encontraban bajo las fuerzas de seguridad del Estado español y Marruecos. Hay que señalar que, a día de hoy (…) ambos estados boquean los intentos de saber la verdad de los familiares, y la negación del derecho a buscar a los desaparecidos y a identificar los cadáveres encontrados.

Nos encontramos ante un delito permanente que no sólo se cometió aquel día contra las personas que se encontraban en la valla, sino que diariamente se hace contra las familias en la búsqueda de justicia (…)

(https://caminandofronteras.org)

Tanto en España como en Marruecos, la versión oficial fue que se practicó la fuerza necesaria y proporcionada, para repeler que cerca de 2000 migrantes intentaran cruzar la valla fronteriza que separa Nador (Marruecos) de Melilla (España), por lo que no procede buscar responsabilidades.

‘Dos años después de la masacre, el Centro para la Defensa de los Derechos Humanos Irídia, Border Forensics y la Asociación Marroquí de Derechos Humanos, han realizado una investigación donde se vuelve a poner sobre la mesa quiénes fueron los responsables de la tragedia y desmontan las versiones oficiales -que les eximían de cualquier culpa sobre lo ocurrido- presentadas por Marruecos y España.

(…) el periodista Jairo Vargas recogió en Casablanca el testimonio de varios de los supervivientes del drama humanitario. Abdulà Hamal le contó que ‘si intentaban salir del lado español, les golpeaban, todo era un caos, nos atacaban los españoles, por un lado y los marroquíes desde atrás y desde arriba’, dijo.

(…) Maite Daniela Lo Coco, una de las investigadoras (Irídia) asegura que la violenta represión por parte de las fuerzas de seguridad marroquíes y españolas transformó el puesto fronterizo del Barrio Chino en una trampa mortal. La masacre de Melilla refleja el uso desmedido de violencia, los actos de racismo y la deshumanización extrema ejecutados por las fuerzas de seguridad de Marruecos y España (…) La tragedia se considera uno de los crímenes más graves cometidos en el contexto de la gestión discriminatoria y militarizada de las fronteras europeas en las tres últimas décadas (…) En lugar de utilizar las instituciones judiciales para identificar a los responsables de la masacre, Marruecos ha recurrido a ellas para continuar reprimiendo a los supervivientes, varias decenas de los cuales han sido condenados a prisión por actos de violencia y otros delitos. (…) Y por parte de la fiscalía española, no se encontraron indicios de delitos por parte de las fuerzas de seguridad españolas (…) A pesar de las evidencias y las urgencias del Comité contra la Tortura para que el estado español realice una investigación efectiva, así como los informes del defensor del pueblo que denuncian unas 470 devoluciones ilegales, no ha ocurrido nada, las autoridades insisten, como un mantra, que las muertes ocurrieron en el otro lado y que no tienen responsabilidad alguna (…)’

La especialista Lo Coco explica que la investigación se cuestiona la legitimidad y proporcionalidad de la violencia utilizada, se desmiente que las víctimas fueran exclusivamente del lado marroquí, se pone en duda el desconocimiento de las fuerzas de seguridad españolas sobre lo que ocurría al otro lado de la valla y se refuta la idea de que la masacre del 24 de junio fue un acontecimiento espontáneo.

(…) Según Amnistía Internacional, los muertos fueron más de cien, además de los desaparecidos, y ya acusó a España y a Marruecos de crímenes contra el derecho internacional (…) y fue contundente al señalar que tanto las fuerzas de seguridad españolas como las marroquíes hicieron un uso indebido de la fuerza contra los migrantes, se les dio un trato inhumano, se les negó la atención sanitaria de emergencia y se les devolvió de forma ilegal una vez habían cruzado las vallas (…)

(https://www.publico.es)

Sobre este violento acto escribí en su momento, y posteriormente, en un par de ocasiones, hice referencia a este asesinato, del que hoy, 24 de junio, se cumplen dos años; y ahora, me parece inevitable volver.

Sabemos que esos actos inhumanos son repetitivos, pues todos recordamos la tragedia del Tarajal, producido el 6 de febrero del 2014, en la frontera con Ceuta, en la que murieron 15 subsaharáuis, por la acción realizada por el grupo operativo de la guardia civil, que efectuó 156 disparos de pelotas de goma y 5 potes de humo, contra las personas que venían nadando. Y sabemos que actos menores, de intentos de pasar las fronteras, que acaban con devoluciones en caliente, ilegales, se producen si no cada día, sí con gran frecuencia, pero no trascienden a los medios.

Y sabemos que la respuesta violenta contra los inmigrantes es una de las mayores vergüenzas de la UE, y de los estados español y marroquí; pero no podemos quedarnos así. Si el reino español quiere ser una democracia real, efectiva, está obligada a investigar de forma seria y objetiva, y aplicar juzgar a los responsables.

Pero, claro, si en su momento, el PSOE tapó las vergüenzas del PP, ahora es al revés, pues en ‘los temas de estado’ no hay diferencias entre ellos.

Y la ciudadanía también tenemos gran parte de responsabilidad, pues, no queremos ver el problema, no reconocemos nuestro racismo (económico, pues si el negro es un futbolista millonario, está blanqueado automáticamente). Si tuviéramos un mínimo de ética, deberíamos castigar a los responsables, empezando por Pedro Sánchez, el responsable máximo de los hechos del 24 de junio del 2022, su ministro de interior Fernando Grande-Marlaska, etc.; y, claro, también la fiscalía, que depende del ejecutivo, y que no ha investigado con el rigor preciso las matanzas de El Tarajal (Ceuta) ni la de Melilla.

Archivando o minusvalorando los informes precisos, está claro que el mensaje que se da a los cuerpos policiales, es que tienen manga ancha, que son impunes.

Y personajes así, como Sánchez (como ejemplo, pero no único) sin ética ni moral, no deberían merecer NUNCA, ningún voto, pues votándoles, los que lo hacen, están blanqueando su historial.

2 –

Tras la interlocutoria realizada por la sección cuarta de la audiencia provincial de Valencia, que ordenaba reabrir el caso alegando una ‘hipótesis plausible de culpabilidad’, el pasado viernes 21, Vicente Ríos, titular del juzgado de instrucción número 15 de Valencia, no tardó ni 24 h en dictar, ‘por imperativo legal’, una resolución de procedimiento abreviado, paso previo para sentar en el banco de los acusados a Mónica Oltra y a otros 15 investigados en la causa sobre el presunto encubrimiento de los abusos de su exmarido a una menor protegida (tutelada) por la Generalitat Valenciana.

El juez instructor en su resolución mostró las discrepancias con la audiencia provincial que aceptó los recursos de las acusaciones planteados por la extrema derecha, contra el sobreseimiento provisional dictado por el juez Vicente Ríos.

Es preciso recordar que Mónica Oltra Jarque, exvicepresidenta primera de la Generalitat valenciana y líder del partido ‘Iniciativa del Poble Valencià’ y portavoz de Compromís, dejó sus cargos institucionales el 21 de junio del 2022, al ser imputada por supuestas negligencias de vigilancia y de control; comentando que:

‘Este caso pasará a la historia de la infamia política, jurídica y mediática de este país. Este país tiene un problema cuando absuelve a corruptos y M. Rajoy no es un indicio. Me cuesta esta decisión (dimitir) porque ganan los malos. Nos están fulminando uno a uno con denuncias falsas y el día que ustedes quieran reaccionar les habrán fulminado a ustedes también. Me voy con la cara bien alta, pero con los dientes bien apretados’.

En abril de este 2024, la causa fue finalmente sobreseída de forma provisional, ya que ‘no se había acreditado, ni siquiera al nivel propio de los indicios, que Oltra, ni cualquier otra persona de la consellería, dirigiera orden, instrucción, consigna o indicación alguna a los investigados’.

Este caso, mostró la desvergüenza de los propios compañeros de Oltra, de su partido (Compromís) y, también del PSV/PSOE, que, desde el minuto uno, dieron por buenos los ataques desde la extrema derecha, por lo que se desmarcaron de ella, la repudiaron, e incluso Pedro Sánchez se mostró orgulloso de la forma de proceder de su partido, alejándose de toda corrupción.

Una vez sobreseído el caso, nadie pidió perdón, ningún medio de comunicación reconoció que había actuado alevosamente.

Y ahora, la extrema derecha sigue con su ‘erre que erre’ y, claro, la audiencia nacional (AN)  siempre les ‘acoge’; la AN, un órgano jurisdiccional, prácticamente excepcional en el mundo occidental, creado el 5 de enero de 1977 (R. D. Ley 1/1977), con sede central en Madrid y ‘especializado’ en determinadas materias, según la citada ley (sala penal, sala contencioso-administrativa y sala de lo social), para dar cabida al anterior TOP, tribunal de orden público, ‘democratizando’ y ‘blanqueando’, de ese modo, las infames actuaciones de ese maldito órgano.

Y, casi cincuenta años después, sigue existiendo ese órgano, cuando, por necesidad democrática y transparencia judicial, debería ser clausurado, pues el tribunal supremo tiene salas suficientes para cubrir toda la función judicial. Sólo así se eliminaría esa cueva, esa guarida de ‘jueces’ de extrema derecha, que deberían ser jubilados, sin más.

Esos ‘jueces’ actúan al dictado de su jefe, José María Aznar, pues siguen sus órdenes, ‘el que pueda hacer, que haga. El que puedas aportar, que aporte…’

Y claro, hace unos meses, el caso fue sobreseído de forma provisional, saben lo que hacen, es su ‘arte’, así evitan ser acusados de no respetar el principio ‘non bis idem’, que protege a los ciudadanos de no ser juzgados o penalizados más de una vez por un mismo hecho punible.

Y en este caso, no se pudo demostrar ningún hecho punible, pero, aún así, los jueces de esa audiencia nacional siguen aplicando sus negras manos sobre ella, sabiendo que, de ese modo, los medios de comunicación, y la ‘pena del telediario’, acabarán por fulminar, definitivamente, las ya escasas opciones para que Mónica Oltra pueda volver a la política activa.

Está claro que el poder ejecutivo tiene que respetar la separación de poderes, pero si en 1977 Adolfo Suárez González (1932 – 2014), presidente del gobierno entre el 3 de julio de 1976 y el 25 de febrero de 1981, blanqueó esa rama del franquismo (TOP), creando la citada audiencia nacional mediante un mero real decreto ley, me parece que podría eliminarse ahora de un plumazo, con ese mismo procedimiento.

La constitución española, en su artículo 122, habla del consejo general del poder judicial, en el 123, del tribunal supremo, y en el 124, del ministerio fiscal, pero no cita a la audiencia nacional, que se regula por la ley orgánica 6/1995 del poder judicial, por lo que, en realidad, se trata de un organismo semialienígena, en el orden judicial.

Y, claro, los socialistas, con sus casi 20 años de gobierno, ‘no han tenido la valentía, la idea, ni la necesidad’ de replantearse esa estructura de estado y, Pedro Sánchez tampoco tiene esas cualidades, no sea que se molestaran todavía más los jueces. Y en estas estamos; Pedro Sánchez sabe que eso no le daría más que problemas a su ‘imagen’, por lo que no se moverá en ese sentido.

3 –

Como último ejemplo, del actual panorama político español, el pasado sábado 22, pudimos oír a Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad de Madrid, tras la visita de Javier MIlei (presidente argentino) para hacer olvidar las criticas recibidas por ello, sacó a relucir el demonio español; criticó la amnistía, para borrar 12 años de delitos; la modificación de la financiación; resaltando la corrupción de las embajadas catalanas, que pagamos entre todos los españoles; el negocio corrupto del independentismo, al que el estado debería asignarles ‘cero euros’, para evitar que con el dinero y esfuerzo de toda la clase trabajadora española se mantenga a esta gente que está arruinando Catalunya.

Está claro, con esta clase de gente, con estos dirigentes, no queremos saber nada, y sabemos, también, que Ayuso no es más que la punta del iceberg del estado profundo español; un estado con el que solo podemos estar si nos mantienen encarcelados con sus ‘leyes’ aplicadas por sus ‘instituciones’.

Creo que estos tres ejemplos, de estos días, son más que suficientes para demostrar, a los descreídos, que no podemos seguir prisioneros durante más tiempo.

Sabemos que la ‘democracia española’, como al anterior ‘democracia orgánica’ del franquismo, no pasa ni la prueba del algodón, todo es pura fachada, como la mentira de Grigori Aleksàndrovitx Potiomkin (Potemkin, 1739 – 1791) ante la emperatriz Catalina II de Rusia, con la que se casó mediante un matrimonio morganático (*):

(*) formado por dos personas de diferente rango social, que impedía que el de menor rango adopte y haga herederos a su descendencia fuera del matrimonio.

‘Uno de los engaños más famosos sucedió en la corte imperial de Catalina la Grande. A finales del siglo XVIII el Imperio Ruso estaba en plena expansión. La emperatriz Catalina quería hacer de Rusia una potencia de primer orden. Además de promover la cultura y las artes, Catalina embarcó a su país en una ambiciosa política exterior. Durante su reinado, el imperio ganó cerca de medio millón de kilómetros cuadrados, a expensas, sobre todo, de polacos y ucranianos. Catalina quería que Rusia dejase atrás la fama de país subdesarrollado, sucio e inculto para pasar a ser una nación fuerte y moderna (…).

Uno de los militares más famosos del imperio ruso era Gregorio Potemkin. Este noble había dirigido con éxito la guerra contra el imperio otomano. Logró derrotar a los turcos, imponer su poder sobre los tártaros y conquistar Crimea (…) por si fuera poco, Potemkin era uno de los amantes más queridos de la emperatriz (…)

La emperatriz llamó ‘Nueva Rusia’ a los territorios conquistados y nombró gobernador a su querido Potemkin. Tiempo después, y. casi a las puertas de una nueva guerra con Turquía, Catalina quiso conocer sus nuevas posesiones y le pidió al gobernador que organizase una visita. La emperatriz iría acompañada de buena parte de la corte junto con varios embajadores extranjeros. Potemkin quería ofrecer a Catalina y al mundo la mejor imagen de Rusia y de sí mismo.

Aprovechando que Catalina y su séquito se desplazaban en barcazas por el río Dnieper, Potemkin ideó un sistema de aldeas falsas a lo largo del río. Aprovechando la noche, un pelotón de soldados montaría una ‘aldea’, es decir, un conjunto de fachadas de madera y cartón simulando un bello y bucólico pueblo ruso. A la mañana, al paso de la comitiva real, los soldados, disfrazados de campesinos, saludarían alegres desde la orilla. Una vez que la emperatriz hubiese pasado, los supuestos habitantes desmontarían la aldea para volver a montarla, río abajo, aprovechando la oscuridad.

La situación nos puede parecer cómica: los soldados disfrazados, los nobles desde la barca, saldando, las prisas al desmontar el falso campanario, etc. No sabemos si Potemkin logró engañar a la comitiva. Quizás, lo más trágico es que, aún siendo mentira, todo el mundo hubiese fingido creérsela. En política y en la vida podemos ser engañados. Es más, nos pueden manipular sin darnos apenas cuenta. Lo más lamentable es que, aún sabiéndonos en una mentira, no hagamos nada para remediarlo’

(https://seaerch.app/8YFgdYkUb7SgpV7E7)

‘En política y economía, un pueblo Potemkin es cualquier construcción (literal o figurativa) cuyo único propósito es proporcionar una fachada externa a un país al que le va mal, haciendo que la gente crea que al país le va mejor (…)’

(Wikipedia)

En definitiva, que no debemos dejarnos engañar más, somos la colonia de un estado Potemkin, y así nos tratan, y será de cada vez peor, pues ya se han sacado las máscaras.

Ante todo eso, tenemos varias opciones: seguir comulgando con las mentiras, como hacían los miembros del séquito de Catalina II, y ella misma, claro; o nos determinamos para dejar la metrópoli. No hay otras, pues, en el interín, veremos que las fuerzas del estado nos irán cambiando los decorados, con falsas promesas, como hacían los soldados de Potemkin.

Ahora, claro está, intentan engañar a ERC para que apoye a su acólito Salvador Illa, veremos si tienen las luces necesarias para no volver a caer con las burdas trampas del encantador de serpientes Pedro Sánchez.