En estos momentos de duelo, por la pérdida de la presidencia de la Generalitat, que, simbólicamente, ha sido más grave, por haber sido fruto de una traición de ERC, el movimiento independentista estamos apenados, melancólicos, nostálgicos, como intento explicar a continuación.
Según el diccionario de la RAE, la nostalgia es la tristeza melancólica originada por el recuerdo de una dicha perdida; y eso es lo que sentimos gran parte de los independentistas catalanes, máxime al ver que Salvador Illa, el represor catalán del 155, en su primera carta a los militantes de su partido (PSC/PSOE), remitida el pasado día 13, expresó que ‘contribuirá con Catalunya a la construcción de la España plural y diversa que lidera Pedro Sánchez y a una Europa federal’.
Está claro que su idea de ‘unir a los 8 millones de catalanes y catalanas para que se vuelvan a sentir parte de la misma Catalunya’ comporta, obviamente, la asimilación de todos los catalanes, independentistas incluidos, en el proyecto español.
Esta es la convivencia buscada por Pedro Sánchez, una convivencia que requiere, forzosamente, la rendición (ERC) o, peor todavía, la aniquilación de las ilusiones que teníamos y seguimos teniendo la mayor parte de independentistas. En realidad, Sánchez e Illa buscan reproducir ‘la paz de Franco’, la paz de los cementerios, pues ese es su modelo.
Y eso no deja de ser una idea del personaje ficticio Perogrullo (de Pedro Grullo (cateto, palurdo), o, mejor dicho, de Pedro Sánchez), ya que es imposible que los independentistas y los dependentistas unionistas españoles, podamos asumir un mismo proyecto.
Una de las máximas famosas de Perogrullo, es que ‘para el guisado de liebre hay que tener, primero, la liebre’; y claro, esa era la idea de Sánchez e Illa, que, para hacer un guisado español en Catalunya, primero hay que tener la Generalitat, como ya tienen; y, a partir de ella, empezar con sus perogrulladas, como ya hemos visto con la carta mencionada, en la que no se cita la financiación singular, pactada con ERC.
Así, veremos a ERC tragándose todo tipo de sapos, pues tendrá que asumir perogrulladas como que ‘el equipo que anotó más puntos resultó ganador del encuentro’, o, ‘un jardín es un espacio al aire libre, que carece de techo, por lo tanto, si llueve, es obvio que su suelo se mojará’. Y, por eso, veremos que irán pasando los meses y los años, i el dúo Sánchez / Illa, nos irán dando ‘sopa con onda, o con un tenedor’ y, al final, no tendremos nada de lo acordado.
Y como todas las perogrulladas, se basan en la obviedad, parece mentira que ERC, haya caído tan bajo, haya cedido y haya rendido y regalado la Generalitat.
Y ante esta situación, muchos nos preguntamos, ¿qué sabe Pedro Sánchez, con lo que presiona y chantajea a ERC? En los días previos al pacto, salieron, en todos los medios, los chanchullos de ERC, mediante su estructura B, por ejemplo: los carteles sobre el alzheimer de Pasqual Maragall, el envío de mariachis a la sede de Junts, campañas contra el president Carles Puigdemont, etc.; y, una vez alcanzado el pacto, todos los medios de comunicación, interesadamente y siguiendo instrucciones, silenciaron esas tropelías, y ERC cerró su ‘crisis’ sin más. Pero eso no quita que el PSC/PSOE conozcan más cosas negras, con las que chantajear a ERC.
Y eso denota, obviamente, las malas artes de Sánchez / Illa, pues, para ellos, ‘el fin justifica los medios’; e, igualmente para ERC, pues tapar sus trapos sucios y evitar nuevas elecciones, les justificó regalar la Generalitat. Y todo eso es una forma denigrante de entender la democracia.
No nos valen sus justificaciones y argumentaciones relativistas, cuando lo realmente objetivo y contrastable, es que culpa de ERC, tenemos al represor Illa presidiendo la Generalitat.
Es evidente que siempre nos falta buena parte de la información, pues las partes interesadas siempre las ocultan o disfrazan; e, inocentemente, muchos acabamos picando los señuelos que nos van poniendo.
Un buen ejemplo lo tenemos con el periodista Pablo González (nacido en Rusia como Pavel Rubtsov), encarcelado en Polonia hasta su liberación mediante el intercambio de prisioneros, efectuado hace unas semanas, y que muchos, acríticamente, nos adherimos para su liberación.
Pues bien, Llibert Ferri, en su artículo ‘Pablo González delante de Putin’ (Ara del pasado 9 de agosto), señaló que:
‘(…) yo (Ferri) normalicé la condición de víctima de Pablo González mientras pensaba que los ultras polacos le querían hacer pagar su origen ruso (…) pero, al ver ‘la recepción que él, junto a otros, tuvieron a su llegada a Moscú, y la satisfacción y los honores que les hizo Putin, a los que consideró como patriotas, diferenciando a los que habían aterrizado en Washington, a los que calificó de espías y de traidores’. Asimismo, Llibert Ferri añadió:
‘La información que me llega es que Pablo González habría sido fichado por el GRU, el servicio de inteligencia militar ruso, y que, en el momento que los agentes polacos lo detuvieron, pocas horas después del ataque a Ucrania, habría estado siguiendo pistas de la opositora rusa Zhanna Nemtsova, uno de los puntales de la Fundación Nemtsov. El padree de Zhanna Nemtsova era Borís Nemtsov, líder liberal antiputinista asesinado delante mismo del Kremlin el febrero de 2015. Entrevisté a Borís Nemtsov diversas veces en Nijni Nóvgorod, cuando era gobernador, y en Moscú, como líder opositor. ¿De verdad estaba siguiendo los pasos de la hija de un líder opositor liquidado por Putin?
Insisto en no hacer acusaciones precipitadas, ni, sobretodo, banalizar la presunción de inocencia. No obstante, creo que la de Pablo González ha quedado, en este momento, visiblemente manchada después de bajar del avión y situarse, también visiblemente, a pocos metros de Putin’.
Los comentarios finales de Llibert Ferri me parecen una buena demostración de ética y, a la vez, un buen ejemplo de la dificultad para poder tener una información objetiva, pues sabemos que los poderosos manipulan todo lo que precisan, para conseguir sus fines; y, por lo visto, este ejemplo, a Pedro Sánchez y al corrupto poder judicial ya les iba bien, asimismo, para tener en la nevera algún elemento que pudiera servir de gozne para ‘justificar y complementar’, si lo consideraban preciso, en el caso Volhov contra los líderes independentistas catalanes, por eso apenas hicieron gestiones para su liberación (antes de saberse la información final, claro)
Ayer fuimos a ver la película ‘La trampa’, del director M. Night Shyamalan’ (2024), y me pareció una clara metáfora de los engaños, de las apariencias, de la doble y triple moral, es decir, una clara alusión al momento actual, que no es mejor ni peor que los precedentes, ya que siempre ha sido así, todo depende de la escala, y, ahora, de la inmediatez de las comunicaciones -correctas y falsas-
Pero está claro que lo importante es actuar siempre de acuerdo con nuestra conciencia, basada en la máxima información posible, pues es evidente que, individual y colectivamente, seguiremos equivocándonos, pero lo importante, como dijo Thomas Alva Edison (1847 – 1931): ‘No he fallado ni una sola vez, simplemente he descubierto 10.000 maneras que no funcionan’.
Y los independentistas catalanes hemos comprobado que confiar con el estado español y con ERC, son maneras que no han funcionado; pero nos han servido para aprender y, en el futuro, no considerarlos parte de la solución de nuestro problema.
Volviendo a la nostalgia, es preciso señalar que, para los griegos clásicos, la palabra ‘nostos’ quería decir ‘volver a casa’, y las enseñanzas que hemos tenido, muchas de ellas dolorosas, nos han de servir para mejorar nuestras acciones, coordinándonos, para que nuestra determinación invariable, de tener una República Catalana (nuestra casa), acabe siendo una realidad, y se confirme nuestro ‘nostos’, superando, así, nuestro duelo y pesar actual.
Y para ello, también deberemos hacer oídos sordos, como Ulises (Odiseo) ante el canto de las sirenas, en la Odisea de Homero (s. VIII a.C.), a los que prefieren el ‘bona nit i tapa’t’ (buenas noches y tápate) que define a los que, como ERC, mantienen su actual nivel de confort, por lo que prefieren ser acomodaticios, pues dan por perdida la situación, y consideran preciso ‘facilitar’ la gestión de Salvador Illa (155), y, de ese modo, aceptan el mal menor, como se acepta la ilegítima cláusula del miedo, en el fútbol, cláusula (que prohíbe jugar a un jugador cedido pueda jugar con su anterior equipo) que se incluye en algunos contratos españoles, aún estando prohibida por la FIFA.
En definitiva, que los independentistas de base no debemos perder tiempo, es preciso que actuemos cuanto antes mejor, pues el calendario no para, afortunadamente.
Ayer leí que unos expertos de la Universidad de Stanford, han hecho un estudio y han comprobado que sentirse más joven o viejo, es una sensación subjetiva, pero han determinado que el nivel de determinadas proteínas marca y determina nuestra evolución, y, de ese modo han señalado que la vejez comienza a los 78 años, y que, a partir de esa edad, cualquier persona puede considerarse oficialmente vieja, independientemente de su estado de salud, y que, a partir de esa edad, el envejecimiento es acelerado.
Según ese estudio, las tres etapas del envejecimiento son:
- edad adulta (34 a 60 años); los cambios biológicos son más leves.
- madurez (60 a 78 años): se incrementa la aparición de signos de envejecimiento.
- vejez (de 78 años en adelante): los cambios físicos y psicológicos se vuelven más evidentes.
Y viendo el colectivo independentista, en concreto los que nos manifestamos el pasado jueves para recibir al president Carles Puigdemont, como viene sucediendo estos últimos años (incluida la manifestación de la Meridiana), los manifestantes, mayoritariamente, estamos en la fase final de la madurez, pues los independentistas jóvenes, por lo que parece, están en otra onda, en la órbita de otra galaxia, así que, si queremos ver la futura República Catalana, debemos actuar ya, como he dicho más arriba. No hay otra.
Ya hemos visto que bastantes compañeros de ideales han ido falleciendo y, más pronto que tarde, nos tocará nuestro turno (a mi me faltan 4 años para entrar en la vejez oficial, si todo va bien, claro), por lo que debemos esforzarnos por ellos, por lo que deseaban y soñaban y, evidentemente, por los que sacrificaron su vida desde 1714.