Los «otros datos» que se usan para intentar apuntalar al gobierno obradorista son endebles y perecen rápidamente, a pesar de que se reproducen con sorprendente velocidad. Las estrategias oficiales de seguridad, economía y bienestar social, por mencionar algunas, están colgadas de la pared con frágiles alfileres hechos de asegures, dichos y cifras a modo.
A cuatro años del inicio de esta administración, los funcionarios públicos fracasan en sacar de la chistera inverosímiles datos para intentar darle la razón al régimen. Se acabó, para su desgracia, aquello del enemigo común representado por el pasado y los gobiernos que antecedieron a la cuatroté.
La cantaleta del reciente informe dejó a propios y extraños con el ojo cuadrado debido a que los ciudadanos recibieron nomás una bola de mentiras que no coincide con la realidad que vive día a día la gente.
Según el Cuarto Informe Presidencial, nuestro país forma parte del primer mundo, aquí no hay inseguridad ni crisis ni preocupaciones, aquí todo es miel sobre hojuelas, es lo que osan decir las burlonas insinuaciones gubernamentales. Ante tales señalamientos solo queda pensar que alguien vive en una burbuja demasiado angosta que le nubla la vista.
Con la inflación por las nubes y los precios de la canasta básica flotando en la estratosfera, las palabras seudo optimistas de Palacio Nacional retumban como una muy mala broma para todas las familias que afuera se truenan los dedos para sacar adelante a los suyos.
Las cifras de asesinatos, que parecen no tener freno, se han convertido en el talón de Aquiles para el tabasqueño. Era difícil que alguien hubiera podido adivinar que a este gobierno se le saldrían de las manos temas tan sensibles como el de la inseguridad. La respuesta resultó ser: incompetencia, ceguera y obstinación.
Los datos oficiales se ven rebasados ante la devastadora ola de extorsiones, secuestros y balaceras. Ni los propios simpatizantes del gobierno pueden aceptar que las cosas vayan tan bien, es por ello por lo que los maromeros del poder sacan sus mejores pasos para lavarle la cara al patrón.
México fue testigo de un Informe de Gobierno que pareció más el guión de una novela turca, y no solo por la similitud populista y autoritaria de ambos Jefes de Estado: López Obrador y Erdogan, sino por el drama que hay en los supuestos ataques por parte de hombres malos y perversos en contra de esos “buenos gobiernos” que lo único que quieren, dicen con la lengua sangrante, es el bienestar de la gente…. Sí, ajá.