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La política española: el anti-síndrome de Stendhal.

El síndrome del viajero presenta distintas variantes, siendo el más popular el ‘síndrome de Stendhal’, pero también el ‘síndrome de Jerusalén’, el ‘síndrome de París’, etc.; motivados, respectivamente, por la acumulación de la belleza, la religión, la desilusión, etc.

Si bien creo que el título es suficientemente clarificador, considero que es preciso puntualizar que con el presente escrito me refiero, exclusivamente, al estado español, no a los paisajes, monumentos, etc., ni mucho menos a sus ciudadanos.

“El síndrome de Stendhal es un trastorno psicosomático que causa un elevado ritmo cardíaco, vértigo, confusión e, incluso, alucinaciones, y que se da, supuestamente cuando el individuo está expuesto a una sobredosis de belleza artística, pinturas y obras de arte maestras.

Tiene esta denominación por el famoso autor francés del siglo XIX, Stendhal (pseudónimo de Marie-Henri Beyle), que dio una primera descripción detallada del fenómeno que experimentó en su visita el 1817 a Florencia, Italia, y que publicó en su libro ‘Nápoles y Florencia: un viaje de Milán a Reggio’ “(Wikipedia).

Haciendo un paralelismo, me parece interesante señalar que el estado español, todo él, desde la cúspide política, hasta los partidos y medios de comunicación ‘paniaguados’, nos produce una determinada alergia a los independentistas catalanes; no por su belleza, precisamente, sino por el olor de sus cloacas. Y nos produce los mismos efectos citados: elevado ritmo cardíaco y vértigo; mientras que, a otros, más pragmáticos y ahora pactistas, les provoca, asimismo, confusión y alucinaciones, y por eso confían en la mesa de diálogo.

Esa confusión la crea el propio estado, y especialmente la casa real que, ayer mismo hizo público un comunicado:

En el que la princesa heredera, Leonor, ha lamentado este viernes en catalán que se haya tenido que aplazar la entrega de los premios Princesa de Girona debido a la pandemia del coronavirus.

Doña Leonor ha intervenido junto a los reyes y a su hermana, la infanta Sofía, en una videoconferencia desde el palacio de la Zarzuela con los galardonados con los premios Princesa de Girona 2020.

(…)

El rey ha tomado la palabra y ha dado paso a su hija como presidenta de honor de la fundación. Ha sido entonces cuando doña Leonor, en catalán, ha dado las gracias a todos y a la fundación por compartir con ellos esa videoconferencia.

‘Es una pena que este año no hayamos podido celebrar la entrega de premios y participar en todo lo que sucede a su alrededor. Espere que nos veamos pronto’

(…)

Con un ‘molt bé’ (muy bien) ha secundado Felipe VI las palabras de su hija y que han recibido también el agradecimiento de los representantes de la fundación. (…)

(El Periódico).

Efectivamente, demuestran vivir en un mundo paralelo, ya que quieren hacer olvidar que el Ayuntamiento de Girona hace unos años mostró su disconformidad con la actuación de Felipe VI en su nefasto discurso del 3 de octubre del 2017, como se explica en los siguientes artículos:

“Los ocho pueblos (catalanes) donde ni los Reyes ni Leonor pasarán la Semana Santa (Ana Sánchez Juárez, 8 marzo 2016):

Hasta nueve localidades de Catalunya han declarado ‘non gratos’ a distintos miembros de la Familia Real. Un acto simbólico que cobra fuerza (…) Y no es por un tema económico. Desde 2002 distintos pueblos de la geografía catalana están proclamando ‘non gratos’ a la Familia Real, en especial a Felipe VI y su hija Leonor, la princesa de Asturias. El último ha sido Cervera, en Lérida. Al principio no se hacía caso a estos ‘actos simbólicos’, pero ya la propia Casa Real está empezando a contestar a estos consistorios ‘rebeldes’. ¿El origen? Cuando don Felipe era príncipe ostentaba cuatro títulos nobiliarios catalanes. Además de señor de Balaguer, era conde de Cervera, príncipe de Girona y duque de Montblanc. Actualmente, todos estos títulos los ha heredado su primogénita, Leonor de Borbón, que es además princesa de Viana, una localidad navarra donde tampoco les van bien las cosas (…)

            (Vanitatis.Elconfidencial)

“El Ayuntamiento de Girona, con la abstención del PSC, declara ‘non gratos’ al Rey y Millo y se opone al 155 (25 octubre 2017):

El pleno del Ayuntamiento de Girona, gobernado por Marta Madrenas (PDeCAT) con la abstención del PSC, ha aprobado una moción para declarar personas ‘non gratas’ al Rey Felipe VI y al delegado del gobierno en Cataluña, Enric Millo, y otra para rechazar la aplicación del artículo 155 de la Constitución.

(…)

El pleno de Girona también ha aprobado con los mismos votos dos iniciativas (…) para condenar las cargas policiales para frenar el referéndum del 1 de octubre y otra para pedir la liberación del presidente de la ANC, Jordi Sánchez, y de Òmnium Cultural, Jordi Cuixart”.

(Europa Press)

“El Ayuntamiento de Girona cierra las puertas a los Premios Princesa de Girona (de Iva Anguera de Sojo, 29 de enero del 2018)

El Ayuntamiento de Girona ha anunciado este lunes a la Fundación Princesa de Girona que el Auditorio y el Palacio de Congresos de la ciudad, que tradicionalmente son el escenario de la entrega de premios de la Fundación, no estarán disponibles este año para acoger el evento y que tendrá que buscarse otro espacio. La explicación oficial es que ambas infraestructuras estarán en obras a partir de junio, justo cuando se celebra la entrega de esos galardones (…)

La tercera teniente de alcalde del Ayuntamiento gobernado por CiU, Gloria Plana, ha asegurado que el motivo del rechazo a los premios son las obras, pero ha añadido que ‘el contexto político ha influido’. Las obras se han programado para el mes en el que el palacio de congresos acoge desde hace una década la cita. La edil ha añadido que tras el 1-0 (referéndum) y el posterior discurso del Rey Felipe VI, ‘a la mayoría de los ciudadanos de Girona no les importará’ que los premios abandonen la ciudad.

De hecho, la Cámara de Comercio de Girona ya anunció que abandonaba el patronato de la Fundación, el pasado octubre, en respuesta también al discurso del monarca, al que acusaron de haber renunciado a su ‘papel de mediador’. Y el Ayuntamiento acordó su ‘ruptura’ con la Casa Real, anunciando que no acudirá a sus actos”.

(El Independiente).

“El veto del ayuntamiento obligó a trasladar los premios Princesa de Girona a Barcelona en su décimo aniversario (23 octubre 2019)

(…)

Los Premios Princesa de Girona cumplen este año su décimo aniversario, una fecha que celebrarán cambiando, entre otras cosas, la provincia en la que habitualmente se celebra, después de que el Ayuntamiento de Girona se haya negado a alquilar el auditorio de la ciudad a la fundación que los organiza.

(…)

No es la primera vez que ocurre, ya que en 2018 la entrega de los premios tuvo que trasladarse al centro de eventos del Celler de Can Roca en Vilablareix (Girona), porque el Ayuntamiento liderado por Marta Madrenas (JxCat) negó las instalaciones alegando que estaba en obras. La organización reconoce que el hecho de que este año la gala se celebra en Barcelona podría dar ‘mayor visibilidad’ a unas manifestaciones contrarias a la Corona (…)”

(La Vanguardia)

Podríamos seguir, son múltiples las muestras de desafección hacia la corona, por eso me parece fuera de lugar que intenten hacer creer que las relaciones siguen siendo las tradicionales; y el colmo es que atribuyan a la pandemia, la imposibilidad distribuir esos galardones, cuando podría haberse efectuado la ceremonia con total garantía.

Seguro que el rey no faltará para entregar la copa al campeón de la liga de fútbol.

Está bien que desde hace un par de años, la infanta tenga el detalle de leer parte de su discurso en catalán, y lo hace con aceptable corrección. Es lo mínimo, es la heredera, es su premio, es su título de Girona. Pero que Felipe se limite a un par de palabras, para decir ‘molt bé’ (muy bien), deja al rey en su propio nivel, y eso que le llamaban ‘el preparao’.

Otro aspecto que me parece más que criticable en muchas monarquías, es que los herederos, desde pequeños, participen en actos públicos y estén expuestos a todo tipo comentarios. En España, Eleonor (n. 2005; 14 años) y Sofía (n. 2007; 13 años) deberían realizar una vida lo más normal posible, y no participar en ningún tipo de acto público. La protección del menor debería imperar, y se tendrían que pixelar sus fotos, si no hay más remedio, para evitar su exposición. Pero aquí, en el reino de España, todo es diferente.

Y esa diferencia la vemos cada día, como el paciente lector se va dando cuenta, ya que ayer, el ministro de interior, Grande-Marlaska, ascendió “al general que destacó el esfuerzo de la Guardia Civil por ‘minimizar’ los bulos contra el Gobierno durante el estado de alarma.

José Manuel Santiago Marín será el nuevo jefe del Estado Mayor de la Guardia Civil.

(…)

El general Santiago, que ocupaba hasta ahora el segundo puesto en la institución, estuvo en el centro de la polémica por unas declaraciones sobre fake news e informaciones ‘en contra del Gobierno’. Ocurrió en pleno desarrollo de la crisis del coronavirus.

Santiago afirmó el 19 de abril en la rueda de prensa diaria del comité de expertos configurado por la pandemia que en la lucha contras los bulos se trabajaba en dos direcciones: ‘Por un lado, evitar el estrés social que producen estos bulos, y por otro, minimizar el clima contrario a la gestión de crisis por parte del Gobierno’

La declaración generó una tormenta política y se convirtió en asunto de discusión en las redes sociales.

(…)

El nombramiento se produce después de que Grande-Marlaska anunciara hace unas semanas, la intención de su ministerio de imprimir ‘un nuevo impulso’ en el cuerpo. El anuncio se produjo en medio de la polémica por el cese del coronel Diego Pérez de los Cobos como máximo responsable de la comandancia de Madrid y que dio lugar a una de las crisis más graves que ha protagonizado el Ministerio del Interior (…)”

(El País)   

Evidentemente, no puedo valorar ni evaluar el currículo de este militar, y también sabemos todos que, en el ejército, el escalafón es lo que cuenta. Pero, independientemente, estoy convencido que el gobierno debería mirar con sumo cuidado los nombramientos a esos niveles, que son de la máxima confianza.

Y si el general fue sincero, y censuró mensajes en las redes sociales, para minimizar la crítica, no merece ningún ascenso, más bien, su jubilación anticipada. Y, obviamente, si lo hizo siguiendo instrucciones del ministro de interior, lo mismo, cese inmediato del ministro. Si el general mintió, por motivos inconfesables, como podría ser la desestabilización del propio gobierno, la decisión debería ser más clara, cese y sanción.

Pedro Sánchez, con tal de no oponerse al estado profundo, y menos después del cese del coronel Pérez de los Cobos, seguramente por haber minimizado las posibles reacciones de los verdaderos poderes, ya que esa auto súper valoración que se tiene Pedro Sánchez es, precisamente, una de las características propias de todo Peter Pan.

El síndrome de Peter Pan, o el miedo a crecer, se popularizó con la publicación del libro “El síndrome de Peter Pan, la persona que no crece nunca”, del Dr. Dan Kiley (1983); si bien no se refiere a ningún trastorno psicológico clínico, se caracteriza por cierta inmadurez, narcisismo, irresponsabilidad, rebeldía, cólera, con escasa empatía, etc., acaban, generalmente, solitarios. (fuente Wikipedia).

Viendo todo lo que se publica, y siendo conscientes que sólo es la punta del iceberg, es decir, una mínima parte de la realidad es comprensible que los independentistas catalanes sintamos los efectos del anti-síndrome de Stendhal, como he comentado, ya que aquí, todo huele a podrido, no hace falta irse a Dinamarca, como escribió William Shakespeare.

Es importante señalar la interpretación de esta frase que “fue pronunciada por un personaje secundario, Marcelo, y no por el propio Hamlet, como muchos piensan.

El contexto de la cita se sitúa en el castillo de Hamlet, poco después de la medianoche. Hamlet se encuentra con Horacio en las almenas del castillo. Esperan juntos en la oscuridad. Proveniente de la parte inferior, se oye el sonido de hombres riendo y bailando con gran estruendo, como consecuencia de la elevada ingesta de alcohol. Hamlet le muestra a Horacio su disgusto por ese comportamiento.

El posterior desarrollo de la escena, con la aparición del fantasma del padre de Hamlet incluida, no viene sino a ilustrar la decadencia moral del reino de Dinamarca que Shakespeare nos quería transmitir. De hecho, la frase original dice, textualmente: ‘Algo huele a podrido en el estado de Dinamarca’.

Recalcar ‘estado de Dinamarca’, en combinación con el olor, fruto de la podredumbre, es una potente metáfora: de la misma forma que el pescado comienza a pudrirse por la cabeza, el estado empieza a hacerlo por sus dirigentes” (diarioinformación.com)

Estas últimas frases que he resaltado en negrita, me parece que sintetizan perfectamente la fotografía del estado español. Pero, extensible a cualquier nivel de poder ocupado, generalmente, por incompetentes.

Entrelazando (con un juego semántico), el citado Peter Pan con el ‘Principio de Peter’ y con el nombre de Pedro Sánchez (que realmente sólo tienen en común el nombre de Peter); pero en Pedro Sánchez convergen:

“El principio de Peter o principio de incompetencia de Peter’ está basado en el estudio de las jerarquías en las organizaciones modernas, realizado por Laurence J. Peter, catedrático de ciencias de la educación de la Universidad del Sur de California, y autor del libro “El principio de Peter” (1969), que postula que: ‘En una jerarquía, todo empleado tiende a ascender hasta su nivel de incompetencia: la nata sube hasta cortarse’”

Y este principio vemos que se cumple a diferentes niveles, y aquí, en Barcelona, sólo hace falta ver las dos últimas decisiones de la alcaldesa Ada Colau: querer desplazar a los manifestantes de la avenida Meridiana, a algún lugar que no moleste; y rechazar la propuesta de retirar de la medalla de la ciudad a Felipe González, tras hacerse público el informe de la CIA.

Vaya diferencia de su etapa de activista, vaya diferencia y vaya pena de cambio.

Efectivamente, algo huele a podrido también por aquí cerca.

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com