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La realidad española: su naturaleza de escorpión

En un anterior escrito comenté que el jueves 23, fue el ‘Dies irae’ aplicado por el estado español, el profundo y el superficial; ya que, al toque de la corneta judicial (sustitutoria de la castrense) abrieron la caja de Pandora y se desataron todas las iras del averno contra el movimiento independentista catalán.

Pero, anteayer (24), pudimos tener nuestra contrapartida moral (pues es la única que tenemos), pero que, de momento, ya nos satisface mínimamente, ya que, en un estado sin justicia, con un poder político, judicial, policial, militar, económico, eclesiástico, etc., velando por la sacrosanta unidad de España; y con una Unidad Europea meramente económica, poco más podemos esperar.

A pesar de esta situación, los independentistas no desfallecemos ni desapareceremos. Ya que, si la ley judicial no nos ampara, al menos sabemos que la ley de la entropía, que estudia la medida del desorden, si que nos avala. Pues, por ejemplo, cuando se hace una sopa bullabesa, es imposible hacer marcha atrás y dar vida a los crustáceos. Y lo mismo pasa con el movimiento independentista, vista la terrorífica e implacable actuación del estado español, ya no haremos marcha atrás, una vez sale el genio de la lámpara, ya no vuelve a entrar.

Es decir, anteayer no fue un ‘die irae’ catalan, ni mucho menos, pero si un día de alegría (gaudium).

En concreto, este viernes 24 pudimos ver, una vez más, la valentía y honestidad de dos políticas catalanas, en diferentes contextos, si bien ambas, reflejando nítidamente la realidad española ante el movimiento independentista catalán:

Mireia Boya Busquet, en su derecho a sus últimas palabras ante el Tribunal Superior de Justicia de Catalunya (TSJC), que está juzgando por desobediencia a la mesa del Parlament, en concreto a cuatro exmiembros independentistas, más Mireia Boya, ex diputada de la CUP.

“Se trata del tercer gran juicio contra protagonistas del proceso soberanista, en este caso centrado en la inviolabilidad parlamentaria.

(…)

En su último turno de palabra, Boya no se ha retractado de nada de lo que hizo, sino que ha reivindicado el derecho parlamentario y a impulsar iniciativas que ‘desobedezcan leyes injustas’. Y ha asegurado que no le hace miedo la posible condena por desobediencia porque el caso ‘va de una cosa mucho más grande, digna y legítima como los derechos y libertades del pueblo’.

En todo caso, ha lamentado que una posible sentencia condenatoria hará que los actuales y los futuros parlamentos catalanes no puedan hablar de independencia. Por eso, en el conflicto entre ‘resignarse a acatar una ley injusta’, intentarla modificar por las vías legales, a pesar de que el estado ‘unilateralmente no escucha las demandas mayoritarias y persiste en la vía constitucional’, o transformar la legalidad, ella opta por la ‘desobediencia persistente’, al considerar que ‘el régimen del 78 ha obligado a desobedecer, no da otra opción y es legítimo abrir una vía delante del muro constitucional’.

La exdiputada ha asumido la desobediencia, no la tipificada en el Código Penal, si no la que supone ‘la obediencia al programa electoral’. A pesar de considerar que esto no puede ser delito, ha admitido que ‘no sale gratis y puede haber un castigo’. ‘No quiero romper la Constitución española, estoy en contra, pero quiero una Constitución para Catalunya’.

Boya ha considerado injusto que ella esté acusada de desobediencia con una pena de inhabilitación y, en cambio, la expresidenta del Parlament Carme Forcadell, esté en prisión por permitir la tramitación de iniciativas parlamentarias que Boya impulsó. ‘No hay justicia en esta sala’.

Al presidente del TSJC, Jesús María Barrientos, le ha dicho que puede añadir la posible condena en su currículum para ser magistrado del Tribunal Supremo”

(PuntAvui)

A la salida, Boya manifestó que:

“Este es el tercer juicio, pero vendrán muchos más y delante de este encarnizamiento por parte del tribunal Supremo, que no entiende de leyes ni de legalidades si no sólo de venganza, la única cosa que pueden hacer es persistir’. Boya expresó su soporte a Forcadell, Anna Gabriel, Marta Rovira y todos los independentistas de la sociedad civil que por diferentes causas pasarán por los tribunales del estado español. No podemos hacer ningún paso atrás, sólo persistir en la desobediencia”.

(Vilaweb)

Boya finalizó su declaración, alzando el puño y proclamando un ‘viva la tierra’, grito que es común en todas las manifestaciones independentistas; y que es contestado por todos los asistentes con un ‘libre’.

Clara Ponsatí Obiols, europarlamentaria, manifestó en el parlamento europeo:

“Para impulsar de nuevo nuestras economías necesitamos más que trabajar duro y dinero, hemos de impulsar todo nuestro potencial creativo y esto quiere decir un buen gobierno, estado de derecho, ciencia y tecnología, por eso es tan preocupante que el Consejo haya hecho servir la ciencia como la moneda de cambio para las negociaciones.

La Covid hace que el valor de la investigación sea más evidente que nunca, pero 27 primeros ministros no se dieron cuenta de esto que pido a este Parlamento, que luche por el presupuesto de ciencia.

El Consejo no ha dado importancia ni al estado de derecho ni a la ciencia, pero celebro que haya acordado un mecanismo de control para que el fondo de recuperación se utilice de manera productiva.

España será un receptor importante, y estos fondos se han de utilizar bien, y sí, eso requiere un control externo porque España es el país donde la Corona está en el centro de un gran escándalo de corrupción, pero el Gobierno y el Parlamento se niegan a investigar.

España es el campeón del despilfarro en obras faraónicas, es el país que gasta miles de millones en submarinos que no flotan y que no caben en el muelle o en aeropuertos sin aviones.

España es el campeón en trenes de alta velocidad, mientras los trenes de cercanías están peligrosamente infra-financiados.

España es el país que rescató a los bancos, no a las personas, y nunca ha pedido a los bancos que devuelvan el dinero.

Así que me alegro de que alguien vigile atentamente cómo se gastan estos dineros. Muchas gracias”.

(Twitter ClaraPonsatí)

Asimismo, otro varapalo al estado español, (jueves 23, Bruselas):

“Panorama ‘vergonzoso y sombrío’: La libertad de información en España, es una ‘situación preocupante’, según un estudio avalado por Bruselas:

El último informe del Instituto Universitario Europeo urge a España a realizar ‘modificaciones urgentes’ en materia de libertad de expresión y prensa.

España atraviesa una ‘situación preocupante’ en varios aspectos clave para el mantenimiento de la libertad de expresión y de prensa, según el último informe del Instituto Universitario Europeo, publicado hoy y avalado por la Comisión Europea (CE).

‘No es un estudio de la Comisión, pero es parte importante de nuestro trabajo en materia de medios de comunicación’, indicó la vicepresidenta de la CE para Valores y Transparencia, Vera Jourová, al presentar el informe de ese Instituto con sede en la ciudad italiana de Florencia. Jourová compareció en rueda de prensa junto al comisario para el Mercado Único, Thierry Breton, y ambos urgieron a los países a apoyar al sector de la prensa.

En el caso de España, el Instituto ve un riesgo medio en lo relativo a la libertad de expresión y alto en lo referente a la libertad de información, e incide en la necesidad de ‘modificaciones urgentes’ en varias normativas.

‘Como declaró la Plataforma en Defensa de la Libertad de Información y otras organizaciones en diciembre de 2019 en Ginebra ante el Consejo de Derechos Humanos de la ONU, algunas normas relacionadas con la libertad de expresión en España contribuyen a crear un panorama ‘vergonzoso y sombrío’, recoge el informe.

El estudio que se enmarca en el ‘Monitor de la pluralidad de los medios’, se refiere a la etapa 2018-2019 y su versión española está desarrollado por tres investigadores de la Universidad Ramón Llull.

Pese a incidir en la necesidad de reformas estructurales a nivel legal, el estudio también considera que la ‘polarización’ y el contexto político ‘hace que el consenso sea complicado para llevar a cabo las acciones necesarias’.

Con relación al informe previo del monitor, se destaca la aprobación del denominado Decreto Digital, aprobado en 2019, y que ‘hace posible bloquear redes y contenido digital sin consentimiento judicial’.

El ejercicio de la profesión periodística también se ha dificultado en los últimos años, añade el informe. En este sentido, se hace referencia a ’66 ataques registrados’ a periodistas tras la sentencia del denominado ‘procés’ o el boicot’ de Vox a varios informadores que no pudieron entrar en actos electorales de la formación.

Cuenta con un riesgo especialmente alto (con 81 puntos porcentuales sobre 100, en una escala que contempla distintos factores) la concentración mediática, que redunda directamente en los ingresos publicitarios.

‘La concentración del mercado publicitario de dos grandes operadores de televisión ha sido confirmada con una sanción histórica de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Sin embargo, no existe un marco legal que impida la concentración en el mercado de la prensa o las plataformas en línea’, señala el informe.

También se hace mención a la situación de Radio Televisión Española, cuyo marco legal y de gestión ha estado en debate en los últimos años. ‘Los partidos no han podido llegar a un acuerdo para configurar el Consejo de Administración (…) Otro claro ejemplo de cómo la situación política no contribuye al pluralismo en España’, concluye”

(La Vanguardia, 23 de julio 2020)

Por todo eso, me parece muy oportuna la conocida cita que el presidente Carles Puigdemont, en el exilio, ha incluido en su recientísimo libro “Carles Puigdemont M’explico. De la investidura al exili (2016-2017). Amb Xevi Xirgo”, (Me explico. De la investidura al exilio. Con Xevi Xirgo), (Edic, La Campana, abril 2020).

Como decía, tras el prólogo de Puigdemont, y antes del de Xirgo, se incluye la siguiente cita:

“El maestro y el escorpión:

Un maestro oriental vio a un escorpión que se estaba ahogando y decidió salvarlo. Cuando lo cogió para sacarlo del agua, el escorpión le picó. El maestro sintió un pinchazo que le causó dolor y lo dejó ir.

El animal volvió a caer al agua y empezó a ahogarse de nuevo. El maestro intentó sacarlo otra vez, y otra vez el escorpión le volvió a picar.

Alguien que lo había observado todo se aproximó al maestro y le dijo: ‘Perdone, es muy tozudo usted, ¿No entiende que cada vez que intente sacarlo del agua le picará?’.

El maestro respondió: ‘La naturaleza del escorpión es picar, y eso no hará cambiar la mía, que es ayudar’.

Y entonces, ayudándose de una hoja, sacó al escorpión del agua y le salvó la vida.

No cambies tu naturaleza si alguien te hace daño; pero toma precauciones”.

Efectivamente, esta conocida fábula se puede aplicar a la perfección al estado español, que tiene en su naturaleza, castigar y reprimir al disidente, en especial al que va contra su sacrosanta unidad de España, como les dejó encomendado el dictador Franco, en su lecho de muerte.

Asimismo, los independentistas debemos mantener, en nuestra naturaleza, como dice Boya, la idea de persistir, pues es el único camino, la única fuerza que tenemos, ya sabemos cómo actúan las cloacas del estado español.

Cloacas que complementan la actuación ‘legal’ de los partidos institucionales, ya que, como se ha visto, legislan a ‘la carta’ y de forma rápida contra el mundo independentista catalán, pero no lo hacen, aunque se lo requiera la UE, como hemos visto en repetidas ocasiones, por ejemplo, sobre la libertad de los líderes sociales en prisión (Jordi Cuixart y Jordi Sánchez), o, como se menciona en el citado informe sobre la prensa, para posibilitar la libertad de expresión.

Y también sabemos que no podemos confiar en la UE, un club de estados que, en realidad, actúa movido sólo por el dinero, por los intereses; es un club de mercaderes movidos por sus intereses, como ya dijo Enrique el León (Heinrich der Löwe), en el siglo XII, tal como cité en un anterior escrito al comentar la liga hanseática.

Por todo ello, sólo nos queda una sola salida, como dice Mireia Boya, persistir, persistir y persistir.

Y desconfiar y dejar en evidencia a políticos catalanes como Ada Colau, Miquel Iceta, etc., que con su cara de no haber roto nunca un plato, lo único que hacen es criticar a la Generalitat: si hace, por hacer, si no lo hace, por no hacerlo, si lo hace bien, entonces, por hacerlo tarde, y si lo hace mal, el paredón asegurado. Siempre en plan destructivo, pero, eso sí, serviles y fieles portavoces de sus respectivos amos: Pedro Sánchez y Pablo Iglesias.

Amadeo Palliser Cifuentes

amadeopalliser@gmail.com