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La trampa de los indultos

Amadeo Palliser Cifuentes    amadeopalliser@gmail.com

Estos días estamos sufriendo un aluvión de comentarios interesados sobre la conveniencia o no de conceder el indulto a nuestros presos políticos y sociales.

Por parte del tribunal supremo y de la fiscalía, así como de la prensa más cavernaria, y cavernícola, nada nuevo, siguen en su ‘erre que erre’, pues, en el informe negativo, elaborado por Manuel Marchena, ha dado otra vuelta regresiva a su propia sentencia, aproximándola a la rebelión. De esa gente no podemos esperar nada bueno, ni positivo. Su ADN franquista no olvida ni perdona, sólo piensa en castigar y seguir haciendo el mayor daño posible al colectivo independentista, por haberse atrevido a romper las cadenas.

Y obviamente, no vale la pena comentar nada de su prensa y demás medios de comunicación, ya que es más de lo mismo, mentiras y calumnias.

Ahora bien, en cuanto hace referencia a Pedro Sánchez, ciertamente, por su pragmatismo, se ha visto ‘forzado’ a inclinarse por el indulto, ya que es la única fórmula que le puede asegurar los dos años de gobernabilidad, dado que el ‘trifachito’, los tres partidos de la derecha. han sacado su hacha de guerra.

Y ERC, así como buena parte de las asociaciones y organizaciones civiles (empresariales, sindicales, etc.), así como buena parte de la prensa catalana sistémica (La Vanguardia, El Periódico, etc.), están por bajar lo que consideran el suflé independentista. Y todo, bajo la premisa de que es hora de premiar la gestión.

Pedro Sánchez, a principios de semana, en el congreso, comentó, repetidamente, que ‘hay un tiempo para el castigo y otro para la concordia’, pero, frase aparte, sabemos que Sánchez nunca se ha caracterizado ni por tener una ideología, ni respetar sus propias palabras, ni gobernar pensando en el bien general.

Estos días, el gobierno central publicó los resultados de las inversiones del estado en 2020, y Catalunya sigue siendo penalizada, manteniendo esa misma línea desde hace décadas y décadas. Y eso no es una venganza por el octubre del 2017, sino por ser catalanes.

Estamos cansados de promesas de lluvias de inversiones multimillonarias, si después no se reflejan en los presupuestos generales, y la parte que sí que figura, no se materializa, apenas se ejecuta del orden del 70%. Pero, claro, ellos pueden incumplir sus propias leyes, y no les pasa nada. Incumplen con nuestro Estatut de Catalunya, y tampoco pasa nada. Y, obviamente, a la fiscalía no se le ocurriría nunca impugnarlo, ni al poder judicial, actuar de oficio. Ya les está bien, claro. Pero que los independentistas catalanes no dejemos de poner una coma, o un acento, que nos caen todas las plagas egipcias.

Y, el colmo de los colmos, es que Pedro Sánchez, y todos sus ministros, vienen repitiendo el mantra de Pedro Sánchez, que él asumiría la responsabilidad de los indultos, pero que no lo quieren asumir en solitario, quieren compartir el riesgo. Quieren la corresponsabilidad de ERC, del govern de la Generalitat, y, si es posible, del PNV. Esa es la valentía del narcisista Pedro Sánchez.

Y esa corresponsabilidad pretende que Pere Aragonès, president de la Generalitat, ‘normalice’ la convivencia y rebaje las tensiones. Es decir, quieren que pasemos página, que olvidemos todo lo que hemos vivido. Y, lo que es más grave, quieren que traicionen al 52% de los votantes que votamos a los partidos independentistas.

Y todo eso, por un indulto que dicen que será parcial, que no incluirá la inhabilitación, y que será reversible.

Pedro Sánchez, de ese modo, cree que lavará su imagen de cara al exterior, y mejorará su nivel de estadista.

Todo esto es un puro engaño, quieren conceder lo mínimo, exigiendo lo máximo. Quieren aniquilar, desmovilizar, al movimiento independentista, por una acción, que es lo mínimo que pueden hacer, para corregir sus errores, ya que el PSOE apoyó la aplicación del 155, pero, claro, Pedro Sánchez ya considera ‘superado’ el tiempo de castigar. Pero sabe muy bien, que su fiscalía, y el poder judicial, siguen reprimiendo a miles de independentistas, más de 3800, intentando arruinar sus vidas y las de sus familias, con multas astronómicas.

Por eso, ese indulto, es un ‘regalo’ envenenado. Quieren conceder la libertad (parcial y revisable) a 9 personas, a cambio de ente4rrar la amnistía, la reforma del código penal para adecuar a los criterios europeos los delitos de sedición, olvidar un nuevo referéndum de autodeterminación, y, olvidar, también, la continua y perpetua represión que van ejerciendo.

Obviamente, la libertad, de esos nueve líderes, es muy importante, aunque sea parcial y revisable, por lo que siempre seguirán siendo esclavos. Pero ni eso, ni promesas de futuras macro inversiones, no nos han de nublar la vista.

Pedro Sánchez está obligado, sí, obligado, a invertir en Catalunya lo que nos corresponde, si es que realmente se considera presidente de los catalanes.

Y Pere Aragonès no debe olvidar que el 52% de los votantes, queremos avances hacia la independencia, no promesas de diálogos, de mesas de negociación, cuando todos sabemos que el gobierno central nunca dialoga, para ellos eso sería rebajarse. Pues se consideran superiores, los poderosos, los amos. Y, en todo caso, ‘concederán’ alguna pequeña cosa, para hacernos callar.

Y si ahora es así, dentro de dos años, que es el plazo que pidió la CUP, y ERC aceptó, aún será más difícil, ya que por entonces Pedro Sánchez ya estará en plena precampaña electoral, y, claro, no querrá arriesgar sus votos, máxime sabiendo que la triple derecha está y estará a matar.

Por eso, me parecieron muy acertados los emails de Elisenda Paluzie i Hernández, presidenta de la ANC (Assemblea Nacional Catalana):

‘Los indultos, si llegan, no serán ningún éxito. De hecho, serían una decisión política inteligente del gobierno español contra el independentismo. No sólo porque quedan fuera los exiliados y los 3000 represaliados, si no porque políticamente nos desarman e, internacionalmente, son nefastos’

‘El indulto, ‘pardon’ en inglés, ‘grâce’ en francés, muestra al estado como benevolente, y puede tener el efecto perverso de retardar las causas en Estrasburgo, un tribunal sobrecargado de recursos y que ha de priorizar. Si ya son libres, la causa no es tan urgente’

(27 de mayo)

En esa misma línea, Lluís Llach, ha señalado en un tuit:

‘Esto de los indultos sólo les puede salir bien si los grupos independentistas les ayudan a que salga bien. Tan sencillo como esto’.

‘Ya lo dije hace tiempo. La discusión no es sobre Catalunya. Lo que se discute es quién tiene el poder del estado, y esto está en Madrid, no en Lledoners (prisión), Waterloo (Bruselas, sede de Puigdemont) o el palacio de la Generalitat. Nosotros sólo somos la excusa de siempre para cambiar el juego en el tablero de ajedrez. Preparémonos con el Consell per la República’.

Por eso me parece interesante reproducir la siguiente reflexión:

‘Consensuar, ¿es ético?, es una pregunta un tanto capciosa, que provoca necesariamente una respuesta ambigua, pues consensuar, como tantas otras cosas, unas veces es ético, y otras veces no lo es, depende.

Unas veces, consensuar es ético, pues llegar a acuerdos es una acción racional y muy humana, que puede ser, muchas veces, una maravillosa manifestación de humildad intelectual y de respeto hacia las personas y las cosas. Crea esperanza de llegar a tener, como en otros tiempos, ‘cor unum et anima una’.

Pero puede ser, otras veces, a pesar de su apariencia atractiva, un acto violento o una trampa mortal, una deslealtad hacia uno mismo como agente moral, un autoengaño, una claudicación ética.

Porque si es profundamente humano, inteligente y deseable ponerse de acuerdo con otros en la concordia y la racionalidad, es deshumano traicionar deliberadamente el sagrario de la propia conciencia, hacerse cómplice, por no darse un mal rato o por no darlo, de los falso contra lo verdadero’.

(Gonzalo Herranz, Departamento de Bioética, Universidad de Navarra, conferencia pronunciada en Buenos Aires, noviembre de 1999)

Y, como sabemos, todo son intereses de poder, como señala Lluís Llach, ya que:

‘A pesar del informe del tribunal supremo contra los indultos a los presos independentistas, el gobierno de Pedro Sánchez tiraá adelante la maniobra para concederlos y lo hará con la firma del rey Felipe VI, según ha explicado el diario La Razón.

Ese medio ha revelado que la Moncloa ha descartado cualquier pronunciamiento del monarca al respecto. Es más, aseguran que hay una ‘voz’ que advierte al rey que ha de mantenerse al margen porque ‘algín día, posiblemente, lo necesiten ellos’, en alusión a las investigaciones que afectan al rey emérito, Juan Carlos I’

(Joel Carrasco, elnacional.cat, 30 de mayo del 2021)

Por todo esto, los independentistas deberíamos perseverar, aunque concedan ese indulto parcial y reversible a los 9 presos, debemos seguir movilizándonos para conseguir la amnistía (que libre a los 3800 imputados y exiliados, que les suprima sus ‘delitos’) y el referéndum de autodeterminación. Y si para esto tenemos que pasar por encima de los partidos políticos independentistas, lo deberemos hacer, con gran pesar, pero hay declaraciones, como las de Jordi Sánchez (JuntsxCat), como ‘Si Pedro Sánchez es valiente, nosotros no fallaremos’ (El Periódico, 30 de mayo). Y si eso no es una rendición en toda regla, no sé lo que es.