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La UE presiona para superar las divisiones sobre el plan de recuperación

VARSOVIA/BRUSELAS, 16 jul (Reuters) – Los países de la UE están cerca de acordar un ingente paquete de estímulos para impulsar sus economías golpeadas por la crisis del coronavirus, pero todavía persisten desacuerdos sobre la escala de las ayudas y el acceso a los fondos comunes de cara a la cumbre que tendrá lugar el viernes.

Los 27 líderes nacionales de la UE se reunirán cara a cara por primera vez desde que la pandemia de COVID-19 empujara a toda Europa a ponerse bajo confinamiento. Discutirán sobre la propuesta de un presupuesto de 1,074 billones de euros (1,22 billones de dólares) para el próximo septenio 2021-27 y un fondo de recuperación adjunto de 750.000 millones de euros, que se traduciría en un sistema mixto de préstamos y transferencias directas.

Países Bajos, Dinamarca, Suecia, Finlandia y Austria, ricos pero austeros contribuyentes netos a las arcas comunes del bloque, quieren reducir la escala de la financiación, favorecer los préstamos frente a las transferencias no reembolsables para sus socios del sur más afectados por la pandemia y exigir reformas económicas como condición previa para acceder a los fondos.

También persisten las diferencias en cuanto a los procedimientos para evaluar y aprobar o rechazar las solicitudes de partidas del nuevo fondo de 750.000 millones, así como en cuanto a las condiciones de respeto de los valores democráticos y la lucha contra el cambio climático para acceder a las ayudas.

“Racionalmente hablando un acuerdo es posible, pero las cumbres no siempre son racionales”, dijo un alto diplomático de la UE de cara a las conversaciones previstas para el viernes y el sábado.

“Lo único que los frugales (como se conoce a los países austeros del norte de la UE) no han aceptado del todo es la proporción de las transferencias y los préstamos, (…) quieren reducir las cantidades, así como insistir en las cuestiones de gobernanza, los reembolsos y el equilibrio general”.

El presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, que será el anfitrión de las conversaciones celebradas en Bruselas, ha presentado una solución intermedia dirigida en cierto modo a calmar los temores de los frugales, recelosos de financiar a unos socios a los que consideran imprudentes en términos fiscales, al tiempo que desean mantener las correcciones o ajustes a la baja que reciben cuando se considera que sus contribuciones netas son excesivas.[nL8N2EH1E6]

Hungría, cuyo primer ministro Viktor Orbán ha estrechado su control sobre académicos, medios de comunicación y sociedad civil, se opuso a los nuevos mecanismos que permitirían congelar los fondos para aquellos países que socavan el Estado de derecho, un requisito mínimo exigido por los contribuyentes netos.

Las miradas también están puestas en la canciller alemana Angela Merkel, al frente de la mayor economía de la Unión Europea, que ha expresado la urgencia de alcanzar un acuerdo a pesar de que persistan diferencias por salvar.

El coronavirus constituye un nuevo reto existencial para una UE que ha encadenado una crisis tras otra en los últimos años, desde la crisis financiera que comenzó hace más de una década hasta el aumento de la inmigración incontrolada y el Brexit.

Las disputas entre los Estados miembros a causa del dinero, los suministros médicos y el cierre de fronteras han puesto de manifiesto las fracturas que dividen al mayor bloque comercial del mundo, aunque desde entonces ha logrado acordar medio billón de euros en ayudas económicas.

“Es posible y deseable tener un acuerdo listo para este fin de semana”, dijo una fuente de la presidencia francesa. “Existe la expectativa de que se encuentre una solución europea”.

(1 dólar = 0,8781 euros)

Información de Gabriela Baczynska, Robin Emmot, Elizabeth Pinneau, Andreas Rinke; escrito por Gabriela Baczynska; editado por Nick Macfie; traducido por Darío Fernández en la redacción de Gdansk