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La vigencia del pueblo otomí, gracias a sus estrategia de sobrevivencia; tiene presencia en seis estados

*Publica El Colegio Mexiquense libro sobre el protagonismo y presencia de los otomíes en la historia del país. Es coordinado por René García Castro y Rosa Brambila Paz e incluye ocho trabajos

El pueblo otomí destaca por haber desarrollado estrategias de sobrevivencia que le han permitido conservar y recrear su identidad a lo largo de cinco siglos, además de ser el quinto más numeroso a escala nacional -el segundo en el Estado de México, con poco más de cien mil hablantes- y tener presencia en seis entidades del centro del país.

            Así se resaltó en la presentación del libro Protagonismo y estrategias de sobrevivencia. Los otomíes en la historia de México, coordinado por René García Castro, profesor-investigador de la Universidad Autónoma del Estado de México, y Rosa Brambila Paz, investigadora del Instituto Nacional de Antropología e Historia, publicado por El Colegio Mexiquense y en el que se presentan ocho artículos académicos.

            En el Centro Ceremonial Otomí, con la moderación de Raymundo Martínez García, coordinador de Investigación de El Colegio Mexiquense, García Castro dijo que los ocho autores rechazan que una cultura originaria sea secundaria, pues todas son importantes en la medida que la diversidad da la riqueza cultural de México.

Es un orgullo que se comparte por sus raíces históricas y el papel que los otomíes han cumplido en la construcción de la nación mexicana, lo cual queda de manifiesto en los textos del libro, en los que se explica que, a pesar de la dispersión en historias locales, los otomíes han sido capaces de unirse en algunos momentos para demostrar que pueden tener proyectos culturales y de una nación propia.

Rosa Brambila Paz aseguró que suena fácil trabajar a los otomíes, pero es una de las culturas más complejas que hay en el territorio mexicano, que ha padecido prejuicios a través de la historia, en detrimento del interés de los académicos para estudiarlos de buen ánimo.

La diversidad es otro reto, al igual que su extensión en la parte central de México, con la que se cubre un gran territorio, agregó la investigadora, quien citó la propuesta de Andrés Molina Enríquez y Ángel María Garibay de acercarse a los grupos mediante el trabajo de campo.

En relación con el proceso de realización del libro a partir de las investigaciones de los colaboradores, Rosa Brambila Paz aseguró que, por primera vez, se abordan en una obra de este tipo aspectos de los diferentes grupos otomíes que hay en la república, lo cual, junto con el trabajo en equipo que se hizo para hacer el libro, permitió a los autores entender la firmeza y la entereza de los grupos otomíes.

            Como comentarista de la obra, Jesús Arzate Becerril, cronista municipal de Temoaya, dijo que el libro da la pauta para realizar estudios sobre temas específicos de un pueblo que tiene presencia en el centro y el norte del Estado de México, Querétaro, Guanajuato, Hidalgo, Michoacán y Tlaxcala.

Agregó que para el antropólogo Manuel Gamio, los otomíes están entre los habitantes más antiguos del centro de México y se refirió a las tres partes que componen la obra, dedicadas a territorio, identidad y cultura.

Silvana Elisa Cruz Domínguez (UAEMéx) escribe «Esplendor y ocaso del señorío de Xaltocan», de Fernando López Aguilar (ENAH) es el artículo «El altepetl Itzmiquilpan-Tazintla entre el fin de la prehispanidad y el inicio del virreinato», René García Castro contribuye además con «Movimientos de población otomí en la provincia de Xilotepec. La congregación de Huichapan de 1600-1602», y de Rosa Brambila Paz se incluye «Persistencia de los grupos otomíes».

También está en el libro el artículo «Historia y actualidad en un pueblo otomí de Guanajuato», de Beatriz Cervantes Jáuregui (Centro INAH Guanajuato); Felipe Canuto Castillo (Universidad de Guanajuato) colabora con «Perspectivas en torno al otomí de Santiago Mexquititlán, Querétaro»; Mónica Velázquez Sandoval (UNAM) es autora de «Los intérpretes otomíes y su auxilio al gobierno virreinal», y de Patricia Gallardo Arias (INAH) escribe «La incorporación del otro en la religiosidad otomí. Tutotepec siglo XVIII».