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Las autoridades locales y municipales deben preparar el regreso a la normalidad para que la recuperación sea posible

*Los jóvenes serán los más afectados por la recesión, dice José Antonio Álvarez Lobato, profesor-investigador de El Colegio Mexiquense; las ciudades también están a prueba

Desempleo, recesión y más pobreza están en el horizonte inmediato, y reclaman un esfuerzo conjunto de todos los actores públicos, privados y sociales, como la única manera de encontrar soluciones que reactiven al economía en el tiempo más breve que sea posible para regresar a una nueva normalidad con el menor gasto social.

Las consecuencias y repercusiones humanas y económicas de la contingencia sanitaria por la pandemia de Covid-19 afectarán laboralmente a los jóvenes en particular, y reclaman replantear el tamaño las ciudades con una escala humana con una multifuncionalidad en espacios reducidos que disminuya la movilización de las personas como medida de ahorro de tiempo y combustibles, lo que ha demostrado su importancia en la crisis de confinamiento que se está viviendo.

El secretario general de El Colegio Mexiquense, José Antonio Álvarez Lobato, profesor-investigador adscrito al seminario Estudios estratégicos del Estado de México, propuso una reflexión sobre la resiliencia urbana; es decir, sobre la capacidad de las ciudades para recuperarse de una emergencia de las proporciones de la que se está viviendo, y volver a sus actividades una vez que la crisis haya pasado.

En ese sentido, consideró que las autoridades estatales, pero en especial los ayuntamientos, deben trabajar desde ya en dos frentes, por un lado, planear y organizar el regreso a la normalidad en cuanto la contingencia sea levantada y, en un segundo momento, trabajar para que los centros urbanos tengan la escala adecuada a las necesidades de sus habitantes en espacios que disminuyan las movilizaciones y traslados largos.

La primera evidencia que nos deja la emergencia es que el mundo está globalizado, como lo muestra la velocidad y alcances de la propagación de Covid-19 hasta lo lugares más apartados, dijo, y que hemos caído en contradicciones como aplicar el confinamiento para disminuir el contagio cuando las ciudades implican en sí mismas la aglomeración de personas, lo cual señala el desafío que significa tener distanciamiento social en una ciudad o en una metrópoli.

Debemos estar conscientes del riesgo que entraña la recurrencia de acontecimientos como la pandemia de Covid-19, advirtió, que pone en jaque ideas arraigadas que deben ser revisadas, para dar paso a la cercanía funcional de trabajo con escuela, lugares de consumo y la vivienda.

            En un mensaje distribuido por redes sociales como parte de la campaña «En guardia» que lleva adelante El Colegio Mexiquense, Álvarez Lobato puso énfasis en el daño económico que está causando la pandemia y que puede implicar una recuperación que lleve años, lo cual lleva a analizar la terciarización de las economías, pues la disminución del consumo no solo afectará a la industria, sino a los miles de pequeños establecimientos que venden al menudeo o prestan servicios inmediatos a la población.

            En ese sentido, es indispensable mantener el diálogo entre todos y que las instituciones académicas sean escuchadas para que los trabajos de investigación que han desarrollado por décadas sean utilizados por los tomadores de decisiones para el diseño y aplicación de las políticas públicas necesarias para salir adelante de los efectos de esta emergencia, mediante a protección de los más vulnerables, concluyó.