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Las generaciones futuras deben estar reconocidas como sujetos de derecho en la constitución política mexicana: Claudia Pastor Badilla

Con el objetivo de que los derechos de las futuras generaciones estén reconocidos y protegidos constitucionalmente, como parte de la continuación de la especie humana, la diputada Claudia Pastor Badilla, presentó una iniciativa a fin de salvaguardar sus garantías, en razón de ser posiblemente afectadas por el modelo de desarrollo actual.

Esta reforma encuentra fundamento en el término de generaciones futuras como centro de preocupación del derecho ambiental internacional, incluido en las declaraciones de la Conferencia de las Naciones Unidas  sobre Medio Ambiente y Desarrollo, en Río de Janeiro (1992 y 2012) y de Johannesburgo (2002).

La propuesta adiciona un segundo párrafo al Artículo 1º de nuestra Carta Magna y “daría el mandato al Estado de garantizar el goce y ejercicio de los derechos humanos, los bienes y los recursos naturales y culturales, en favor de las generaciones presentes, sin comprometer, menoscabar, disminuir o poner en riesgo los derechos de las generaciones venideras”.

Asimismo, Pastor Badilla dijo que “es imprescindible respetar y preservar el entorno natural y el patrimonio ambiental. Somos nosotros los que debemos responder por las acciones que realicemos y que pudieran causar daño no sólo a los seres humanos actuales, sino al medio ambiente y a la nueva progenie”.

La secretaria de la Comisión de Régimen, Reglamentos y Prácticas Parlamentarias, en la Cámara de Diputados,  detalló que la salvaguarda de los derechos se enmarca en los principios de preservación, sustentabilidad y equidad intergeneracional y obliga al Estado a realizar planes, políticas públicas, programas, medidas administrativas, legislativas y judiciales,  que  aseguren el bienestar social, mediante acciones con visión de futuro, para resguardar el entorno natural así como el patrimonio ambiental y cultural.

La adición propuesta por la legisladora priista, es que mediante un enunciado se incluyan derechos de quienes vivan en el futuro, al tiempo de afianzar, armonizar y conciliar tanto el progreso como las necesidades de desarrollo presentes, con las del provenir.