- Las soluciones a esta condición no deben apuntar a la persona, sino a corregir las deficiencias de la sociedad.
Las políticas públicas en favor de las personas con discapacidad deben centrarse en su condición de ser humano e incluir medidas que garanticen el ejercicio de sus derechos, afirmó
la diputada Alicia Mercado Moreno, presidenta de la Comisión de para la Atención de Grupos Vulnerables de la LX Legislatura.
En sesión deliberante, al exponer un pronunciamiento con motivo del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, que se conmemora cada 3 de diciembre, la legisladora sostuvo que las personas con discapacidad “no queremos que nos curen, queremos tener acceso; no queremos que sientan lástima, queremos sentirnos orgullosos y que la discapacidad no se trate de mi o de ti, sino de nosotros”.
La legisladora señaló que la época actual es histórica, no sólo por la pandemia que atraviesa la humanidad, sino por el cambio de paradigma al observar la vida desde una nueva perspectiva, como el hecho de considerar que las causas que originan la discapacidad son sociales, por lo cual las soluciones no deben apuntar a la persona, sino a la sociedad.
Actualmente, agregó la legisladora, las personas con discapacidad representan 15% de la población global. “Debemos de aprender a vivir y a convivir con la discapacidad”, pues es una parte de la experiencia humana que en la mayoría de los casos no es posible cambiar.
Dijo que antes la discapacidad era considerada un problema de la persona, producido por una enfermedad, accidente o condición de salud, y su tratamiento estaba encaminado a su cura, una mejor adaptación o un cambio en su conducta; sin embargo, ahora el modelo social explica la discapacidad a partir de las deficiencias de la sociedad, que se traducen en barreras discapacitantes.
En este sentido, hoy se reconoce que las personas con discapacidad pueden aportar a solucionar las necesidades de la comunidad en condiciones de igualdad, pero siempre desde el respeto a su condición que, en ciertos aspectos, son diferentes a la media poblacional.
Este modelo, indicó, aspira a potenciar el respeto a la dignidad humana, la igualdad y la libertad personal, propiciando la inclusión social y asentándose sobre los principios de vida independiente, no discriminación, accesibilidad universal, normalización del entorno y participación.
