El presidente mexicano, Andrés Manuel López Obrador, negó este jueves que haya «una ruptura» con España, pero su propuesta de «pausa» en las relaciones ha creado una nueva confusión diplomática y comercial con España, el segundo mayor inversor extranjero en México.
El mandatario no aclaró en qué consistirá la «pausa», pero argumentó que se debe a que el «poder político» de España ha apoyado a empresas que «abusaron de México», entre las que mencionó a Iberdrola, Repsol y OHL porque, según él, eran «favoritas» de los gobiernos anteriores.