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LOS 320 KM DE «CAMINATA POR LA LIBERTAD» DE UN PRESO POLÍTICO CATALÁN

Jordi Turull (@jorditurull) es uno de los 9 presos políticos catalanes, condenado a 12 años, que recuperó su libertad después de tres años y medio en prisión. Ahora, Turull ha iniciado la Caminata por la Libertad (https://travessaxlallibertat.cat/etapes/) en la que caminará 320 kilómetros de norte a sur de Cataluña. Es una iniciativa personal para agradecer a todo el mundo que les ha dado apoyo incondicional durante estos años de prisión. Cientos de personas caminan con él y, cuando pasa por los pueblos, es recibido como un héroe y se organizan actos políticos, culturales y festivos en su honor. La Caminata simboliza la ruta que hacemos entre todos hacia la independencia.

La excarcelación de los presos políticos catalanes es una gran victoria del movimiento independentista.

El presidente español Sánchez se ha visto obligado a excarcelar a los presos independentistas catalanes, condenados de 9 a 13 años de prisión por haber organizado un referéndum. En realidad no hicieron ningún delito: un Estado y una magistratura ultra-nacionalistas usaron la justicia con intencionalidad política contra un movimiento político legítimo. El código penal español no permitía encarcelarlos, pero los encarcelaron y eso los convirtió en presos políticos.

Dentro de España se escondió esto con todo el entramado mediático actuando al unísono, pero en la Unión Europea estaban incómodos con la situación. Además, varios países criticados por la UE por abusos a los derechos humanos, como Rusia, China, Turquía o Nicaragua, le reprochaban a la UE la existencia de los presos políticos catalanes. También ha habido informes de Amnistía Internacional, del Grupo de Detenciones Ilegales de la ONU, del Consejo de Europa y, en un futuro, la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE, y todos exigen excarcelar a los presos políticos catalanes, permitir el regreso de los exiliados y negociar políticamente.

Por esto el gobierno español ha excarcelado los presos, antes que el Tribunal de Justícia de la UE se lo ordenara, y ha tenido que asumir que, fuera de España, se valora el juicio como ilegal y fraudulento. Nadie lo reconocerá explícitamente, porque sería demasiado duro para España, pero solo así se explica la exigencia de excarcelar unos condenados. Es una gran victoria del movimiento por la independencia porque España aseguraba que su sistema judicial era justo, que la sentencia era correcta y que los independentistas catalanes eran unos golpistas, pero tenerlos que liberar contradice este relato. Ahora el Gobierno español intentan pasar por magnánimos con los catalanes, pero tienen dificultades para convencer a los españoles, que han sido movilizados contra los catalanes por el poder político y mediático, de que ahora hay que liberar estos presos que habían sido ‘demonizados’.

También se han dado cuenta de que tener presos políticos favorece al movimiento independentista porque les hace ganar apoyos para la independencia. España quiere abordar una negociación con Cataluña, pero no para solucionar el problema, sino para disminuir el apoyo del independentismo. Desde la UE les han exigido que se negocie y que la sociedad catalana vote alguna cosa. El Gobierno español insinúa que quiere poner a «referéndum» la mejora de algunas leyes o inversiones económicas, pero con la obligación de quedarse en España. Pero los presos políticos liberados le han asegurado que no tendría sentido haber sufrido tanto para, ahora, hacer una votación sobre aspectos secundarios que no permita decidir si Cataluña se independiza.

En el referéndum, el gobierno español tiene el derecho de preparar una propuesta para que los catalanes opten por quedarse con mejores condiciones, pero también debe existir la opción para la independencia, porque está sustentada por una inmensa demanda social que es la que ha llevado a la negociación misma.

Comité de Apoyo a la Caminata por la Libertad