¡Vaya terribles enemigos que le tocó enfrentar a la cuatroté! Desde los golpistas niños con cáncer, los rencorosos científicos que derrochan presupuesto, las malagradecidas familias que no pueden con el precio del gas y los votantes coléricos que le dieron la espalda a papá gobierno a pesar de las mesadas.
Una muestra de que Dios elige a sus mejores guerreros para las peores batallas. Con tremendas “bestias” formadas en la esquina contraria, en Palacio Nacional ya no saben qué hacer para ponerle un alto a los ataques. ¿Qué fuerza maligna se ensaña tanto con el autonombrado gobierno del pueblo?, ¿qué habrán hecho los morenos para desatar la furia de la hidra que los azota a diario?
Existen múltiples respuestas a estos cuestionamientos. Tal vez, pero sólo tal vez, que la economía está por los suelos, o que la inseguridad alcanzó niveles insospechados en el país de los abrazos y no balazos. O quizá, pero sólo quizá, que los feminicidios son otra pandemia en México, o que la canasta básica es cada vez más inaccesible para mucha gente.
Ahora que si nos ponemos a rascarle a las suposiciones, podríamos encontrar que el coronavirus se encontró con un gobierno terco y omiso que solo vio por la supervivencia política, pero no por la de cientos de miles de mexicanos que, hasta el momento, han perecido por covid-19.
También está la terrible situación que viven los trabajadores que perdieron empleos debido a que la administración federal ahuyentó a los inversionistas nacionales y extranjeros con golpes de pecho y moralina de cuarta. Incluso, habrá quien se atreva a decir que hasta la naturaleza lanzó golpes inmerecidos al seudo gobierno transformador.
El contraste de sequías históricas que azotan varias zonas del país y las inundaciones que no dan tregua a la población, se han convertido en el pan de cada día. Ante ello, se sigue culpando al pasado, por no haber hecho lo necesario, por haber sucumbido a la corrupción, por haber derrochado, bla bla bla. Que no se les olvide que el pasado también abarca los tres primeros años de este gobierno, ¿o, no?
Pero la ponzoña de quienes no quieren que avance la 4T, dicen, se hace presente en los más insospechados personajes: Periodistas dedicados, médicos comprometidos, burócratas honestos, maestros trabajadores, obreros responsables y la lista sigue. Todos ellos, insisten, están contra el buen gobierno, además acusan juego sucio y un complot de grandes dimensiones.
Y aunque los señalamientos parecieran una mala broma, a muchos ya se les empieza a desdibujar la sonrisa del rostro. Ven con signo de alarma que las ocurrencias son cada vez más frecuentes y escandalosas. Un circo de tres pistas cobra vida todas las mañanas comandado por el látigo del domador; primer acto, el payaso Gatell; segundo acto, la mujer bala, Rosa Icela; tercer acto, los acróbatas fantásticos Claudia y Marcelo. Muy pronto en tu ciudad…