- Reto del Sistema Educativo Nacional, profesionalizar y fortalecer el sentido pedagógico de la supervisión escolar: Etelvina Sandoval Flores.
- El trabajo de supervisoras y supervisores debe contribuir a la defensa y dignificación de la escuela pública, afirmó.
- Participó —vía remota— en el XXX Congreso Internacional y Encuentro Nacional de Supervisores Docentes (CIENASUD) efectuado en Mar del Plata, Argentina.
Etelvina Sandoval Flores —integrante de la junta directiva de la Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu)— destacó que el trabajo de la supervisión escolar en México se circunscribe en una política educativa que ha tomado como centro la defensa y dignificación de la escuela pública, la revalorización del magisterio y el establecimiento de una evaluación diagnóstica y formativa que permita conducir acciones para la mejora continua de la educación.
En el XXX Congreso Internacional y Encuentro Nacional de Supervisores Docentes (CIENASUD 2022) efectuado en el Auditorium del Teatro Provincial de las Artes de Mar del Plata, Argentina, consideró que las y los supervisores escolares son una figura central en el cambio educativo, dado que, no solo conocedores de la norma sino también de las realidades escolares, favorecen prácticas pedagógicas, de gestión y organización orientadas a garantizar las trayectorias escolares de niñas, niños, adolescentes y jóvenes.
En su conferencia virtual “La resignificación de la supervisión escolar en México: entre lo administrativo y lo pedagógico” dijo que la tarea de la supervisión escolar también debe ayudar a lograr los objetivos planteados en la reforma educativa del actual gobierno de México, dentro de los que mencionó: concebir a la escuela al centro del aprendizaje comunitario, la educación como derecho, revalorización de las y los maestros, promover la formación integral del educando y otorgar un educación con justicia social y equidad.
Sandoval Flores resaltó que ante los cambios que se requieren en la educación, la supervisión escolar también debe asumir un rol pedagógico —de acompañamiento, asesoría y tutoría a las escuelas y colectivos docentes— que coadyuve a enfrentar retos como la desafiliación escolar, la educación socioemocional, la diversidad e inclusión educativa y la construcción de comunidades escolares que privilegien el diálogo y el trabajo colaborativo.
Finalmente, informó que, en momentos como el actual, resulta fundamental robustecer la formación situada de la supervisión escolar, ampliar su autonomía profesional y reconocer el compromiso, la creatividad y la capacidad de innovación que estas y estos actores educativos ponen en juego dentro de las comunidades escolares, para lo cual se requieren condiciones institucionales que posibiliten su concreción.
