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Los violentos conquistadores españoles

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Es sobradamente conocida la historia de los conquistadores castellanos, su voracidad sanguinaria, reflejo de la codicia de los gobiernos hispánicos que les enviaron y patrocinaron en la búsqueda del mítico ‘el dorado’.

Por lo que me parece que la imagen de López de Aguirre, (1510 – 1561) aventurero y psicópata, es un buen retrato de todos ellos, pues todos enloquecieron, si no lo estaban ya antes; un ejemplo es que en las cartas de navegación de Cristóbal Colón (1451 – 1506) se menciona 139 veces la palabra oro, y tan solo 51 el término Dios.

Y esa voracidad no se limitó a los siglos XVI y XVII, si no que perdura todavía, como sabemos y sufrimos los catalanes. Un buen ejemplo lo tenemos con la expropiación que hizo el gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero (PSOE), el del ‘talante’ (el traidor, mejor dicho) que hace 15 años modificó, con total oscuridad y alevosía (BOE del 5 de marzo del 2008), argumentando una corrección de supuestos errores que se habrían cometido en el real decreto de capitanías marítimas, desplazando, de ese modo, la frontera marítima de Catalunya 12 grados hacia el norte, así, toda una franja de mar catalán pasó a ser valenciano.

Lógicamente, los primeros afectados fueron los pescadores, como explicaron:

‘La barca avanzaba poco a poco a través del mar Mediterráneo. Aquel día estaba muy tranquilo. Eran las 5.30 de la madrugada, negra noche, y los dos experimentados pescadores se guiaban por el GPS, que nunca falla. El aparato, siguiendo las coordinadas, les llevó hasta la boya que buscaban. ‘Tiramos la cuerda, pero estaba cortada, no había ningún cadufo’ (alcatruces para el pulpo), recordaba ahora, quince años después, Agustí Servulo, pescador de la Ràpita.

Los cadufos son unas ánforas de barro que se usan para pescar pulpos roqueros. Se lanzan al mar atados entre ellos (acostumbra a haber unos 50 en una misma cuerda) , y se dejan unos días esperando que los pulpos los utilicen como escondijo. A cada extremo hay una boya para localizarlos fácilmente y recuperarlos.

Pero aquel día alguien se había adelantado. ‘Pensamos que los habían robado, pero era extraño porque no había pasado nunca’, die. Fueron a comprobar las otras boyas y estaban exactamente igual. Habían desaparecido unos 160 cadufos. ‘Preguntamos a Las Cases d’Alcanar, pero nadie sabía nada, y a Vinaròs nos dijeron que habían visto las barcas de los inspectores valencianos’, explica.

Fueron a pedir explicaciones, pero la respuesta todavía les confundió más: ‘Aquello ya no es Catalunya, y no podéis pescar marisco. ¿Qué no leéis el BOE?’, recuerda que les respondieron. Y no sólo no les devolvieron los cadufos confiscados, sino que les perdonaron la vida no sancionándolos’.

(…) Muy pocas personas sabían por qué motivo se había modificado la frontera, pero la respuesta llegó el 16 de marzo, sólo 11 días más tarde, cuando el gobierno del presidente José Luis Rodríguez Zapatero aprobó un real decreto para adjudicar el proyecto Castor a Estal UGS, que dependía mayoritariamente de la empresa ACS de Florentino Pérez. Gracias a las ‘oportunas rectificaciones’ previas, el espacio marítimo donde había un antiguo campo petrolífero que se quería convertir en un almacén de gas, ya no dependía de la Generalitat de Catalunya, sino de la valenciana.

‘A nadie se le escapa que la modificación de la frontera se hizo para facilitar la tramitación del proyecto, ya que, en la parte catalana, gracias a los gobiernos locales y a los movimientos sociales, ya se intuía que se estaban organizando en contra’, recuerda el delegado del gobierno de la Generalitat en las Terres de l’Ebre, Albert Salvadó. El objetivo de la jugada era conseguir ‘una simplificación institucional’ para aprobar un proyecto que contó desde un principio con ‘una excesiva permisividad’ por parte del gobierno del estado, denuncia Salvadó.

El presidente catalán en aquella época era el socialista José Montilla y el valenciano era el popular Francisco Camps. Pero toda esta operación no comportó apenas revuelo político. Ni en aquel momento, ni durante todos estos años. (…) En el 2019 y en 2020 hubieron debates en el parlament de Catalunya, pidiendo que se dejase si efecto la modificación territorial publicada en el BOE, pero no prosperó (…).’

(Jordi Mumbrú, Ara, 13 de marzo del 2023)

‘(…) Es sobradamente conocido el escándalo que representó el Castor, cuando ese depósito der gas submarino provocó más de mil terremotos en las Terres de l’Ebre y en Castelló. El escándalo también aumentó con la indemnización de 1350 millones de euros que el gobierno de Mariano Rajoy pactó con la empresa ACS de Florentino Pérez, y que hemos acabado pagando todos los ciudadanos. La indemnización -que provocó manifestaciones- después de ser anulada por el tribunal constitucional y el supremo obligó a recuperarla. Y también por el coste que comporta mantener ese depósito inactivo. Evidentemente, el caso se hizo todavía más escandaloso con la absolución de los directivos del Castor. El tribunal determinó que no existía ‘constancia probatoria’ sobre hasta qué punto las inyecciones de gas ‘afectaron el medio ambiente y produjeron los sismas de más magnitud’ y que tampoco constaba que causasen ‘daños personales ni materiales.

(…) Aquella modificación hecha a través del BOE es un problema, sobretodo, porque es una manera de actuar de escondidas de los ciudadanos, impropia de una democracia plena. Cambiar el territorio de una comunidad autónoma para poder ignorar mejor las posibles protestas de la sociedad civil y las quejas de las instituciones de los territorios afectados no es una manera democrática de actuar. Es el ejemplo de cómo no debería de actuar un estado’

(Editorial del Ara, 13 de marzo del 2023)

Este ejemplo es muy ilustrativo, ya que refleja muchos aspectos fundamentales:

  • La forma de proceder vampírica, depredadora, de los gobiernos españoles; todos actúan bajo un mismo objetivo, como hicieron los conquistadores, los piratas, los corsarios y los bucaneros. Así, todos Rodríguez Zapatero, Mariano Rajoy, José Montilla, todos, actuaron como López de Aguirre, enloquecidos por la búsqueda de ‘el dorado’ que para ellos es la unidad de SU corrupta España y la defensa de SU monarquía, también corrupta. Es evidente que la corrupción es el cordón umbilical que une este reino putrefacto.
  • La incapacidad de todos nuestros gobiernos de la Generalitat, desde el citado Montilla, confabulado y servil con el PSOE; pero, también, todos los gobiernos posteriores, y todos los partidos de la oposición en el parlament, ya que una decisión así debía haberse publicitado, para movilizar a la población. Es inaceptable el silencio, la cobardía, la comodidad y la indiferencia de todos.
  • La ignorancia y pasotismo de la población, que ‘pasamos’ de los problemas locales de unos pocos afectados; y ese error egocéntrico de los barceloneses, es imperdonable.
  • La inexistencia de medios de comunicación con espíritu crítico e interés de investigación, pues lo cómodo y barato es hacer el seguidismo de las consignas que les dan desde los respectivos gobiernos. Y ese pienso que les dan, está suficientemente compensando, como saben ellos.
  • La inutilidad de las leyes españolas, desde la constitución hasta de los respectivos estatutos de autonomía; pues, como vemos, cuando les interesa, manipulan hasta los límites geográficos. Y si hacen eso, que es tan objetivo, ¿qué hacen con lo que es menos tangible?
  • Y, consecuentemente, la injusticia de todos los poderes judiciales, policiales, etc., que sólo sirven para proteger al poderoso, al amo estado; olvidándose de los derechos de los ciudadanos (aunque seamos catalanes)
  • Y, para finalizar (aunque la lista sería inacabable) me parece que todo esto no hace más que confirmar la inutilidad de la figura del rey, de la monarquía en su conjunto, pues su único’ papel constitucional es el de ‘arbitrar y moderar el funcionamiento regular de las instituciones’ (art. 56 C.E.), y ya vimos el 3 de octubre del 2017, con su nefasto discurso alentando el ‘a por ellos’, qué entiende por arbitrar y moderar. Me gustaría que en su lápida pusiera, precisamente esa maldita frase, y que le persiga en su infierno.

Por todo esto, me parece que los catalanes en conjunto, y los independentistas en particular, deberíamos madurar, intentar no dejarnos engañar por los abalorios de los conquistadores, mientras nos roban todo lo que les interesa.

Pero también deberíamos ser más exigentes con nuestros políticos, no podemos tolerar más actuaciones como la de Montilla, vendiéndonos por nada, ni por los actuales que han vendido su alma por un diálogo que los López de Aguirre no tolerarán nunca.

Vimos y vemos que la represión y la violencia de las instituciones españolas no tiene freno. Están enloquecidos, su codicia es absoluta, como experimentaron, desgraciadamente, los nativos americanos con la llegada de esos conquistadores castellanos y extremeños.

En definitiva, que sólo tenemos una salida: LA INDEPENDENCIA CATALANA, implementando la victoria del 1 de octubre del 2017. No hay otra. Sabemos que será costosa, pues el estado español tiene en su ADN la venganza y el odio. Pero seguir asumiendo ser sus siervos, es más degradante y doloroso.

Ahora vemos que el Barça, el FCB, está siendo acosado por unas irregularidades, por unas extorsiones del árbitro Enríquez Negreira que, por lo visto, también pagaban otros clubs, aunque ahora se hagan los ‘olvidadizos’. Pero, claro, la represión del 155 sigue por tierra, mar, aire y redes. Y ahora le ha tocado al club.

Seguramente realizaron irregularidades, y que fueran generalizadas no es ninguna excusa, por lo que, si hubiera una justicia justa, debería pagar las sanciones económicas pertinentes.

Pero así es la represión del vengativo estado español, con el ministro de cultura y deportes, Miquel Iceta, a la cabeza, en su papel de colonizador López de Aguirre. Ahora Iceta reprime sus bailes, pero no su sed de sangre.

Lógicamente, cualquier escarmiento que se aplique al Barça, como bajarlo de categoría, impedirle participar en futuras competiciones europeas, quitarle los títulos conseguidos durante unos ejercicios, etc., me parecerán excesivos, como le parecerán a muchos aficionados (catalanes o no).

Pero, intentando ver una chispa positiva dentro de todo este fango, me gustaría que eso sirviera de detonante para que la gente saliera y protestara. Sería penoso ver que han destituido y encarcelado presidentes y políticos, y mayoritariamente la respuesta ha sido quedarse en el sofá de casa. Y que ahora, por el circo del fútbol, sí que se movilizaran. Pero, dentro de todo, bienvenida la chispa, el detonante, si sirve para reventar el actual sistema que nos tiene presos a todos.