La política al igual que cualquier actividad humana refleja los valores, comportamientos y sentimientos de cada sociedad. Es ahí donde la relación de hombres y mujeres con y desde el poder ayuda a identificar patrones de conducta que retratan la postal del momento. ¿Qué privilegia la política de nuestros días?
1. Olvidar los colores e ideología de origen para optar por la camiseta que más se acomode a las circunstancias.
2. Aferrarse a puestos y cargos sin que importe dejar a un lado el servicio a la comunidad o la mejora de las condiciones de la gente.
3. Poseer una memoria corta y selectiva para tragar sapos y estar dispuesto a traicionar los propios ideales.
4. Prometer lo imposible y negar la realidad, una cosa no está peleada con la otra.
5. Mantener cerca a los amigos, pero también a los enemigos y, aún más cerca, a quienes puedan patrocinar la campaña.
6. Ser defensor de cualquier tema social, siempre y cuando este represente algún beneficio palpable, de lo contrario, pase a la siguiente ventanilla.
7. En época de campaña es importante que dé la cara todas las veces que sea necesario… después, aplique la regla de oro: si te vi, no te conozco.
8. Nunca olvide que el chapulín que no brinca se queda sin rama, por ello es mejor ser quien cuenta una historia de éxito personal que ser inspiración de la desgracia que está en boca de todos.
9. La unión hace la fuerza, tenga presente que no hay mejor ayuda que la que puede darle el enemigo de su propio enemigo.
10. La grandeza se mide en acciones, las acciones en seguidores, los seguidores en votos y los votos en la llave para permanecer por tiempo indefinido
ENTRETELONES
La atomización social, producto de factores no solo nacionales sino globales, hace cada vez más difícil la unificación del electorado bajo una bandera común. Hablar del “votante mexicano” como un ente que puede delimitarse como si fuera una unidad, es el primer paso para hablar de lo que será la crónica de una derrota anunciada.