MINSK, 16 ago (Reuters) – Una multitud de bielorrusos que coreaba “¡Renuncia!” repletó el centro de la capital Minsk el domingo, en la mayor protesta hasta ahora contra lo que denuncian fue la reelección fraudulenta hace una semana del presidente Alexander Lukashenko.
Rusia dijo que ofrecería ayuda militar a Lukashenko si fuera necesario, pero no hubo presencia policial visible en la protesta, que atrajo a unas 200.000 personas, según la estimación de un reportero de Reuters. Al menos dos manifestantes han muerto y miles han sido detenidos en una ofensiva popular desde la votación.
El ambiente fue de celebración, con personas portando las banderas rojas y blancas utilizadas en Bielorrusia después de la desintegración de la Unión Soviética en 1991, antes de que Lukashenko restaurara la versión soviética cuatro años después.
“Todos queremos que Lukashenko se vaya”, dijo un trabajador de 31 años que se identificó como Alexei. “Por ahora estamos pidiendo, pero nos hartamos de pedir”.
Los opositores de Lukashenko, en el poder durante 26 años, dicen que la elección fue manipulada para disfrazar la pérdida de apoyo entre los votantes. El mandatario niega haber perdido y dice que los resultados oficiales le dieron poco más del 80% de los sufragios.
El Kremlin dijo que el presidente ruso Vladimir Putin le había dicho a Lukashenko que Rusia estaba dispuesta a ayudar a Bielorrusia de acuerdo con un pacto militar colectivo si fuera necesario, y que el país estaba siendo sometido a presiones externas, aunque no dijo de dónde.
Poco antes de la protesta de la oposición, partidarios de Lukashenko se reunieron en el centro de Minsk por primera vez desde las elecciones para escuchar un discurso enérgico. Según un periodista de Reuters se congregaron 5.000 personas, pero el Ministerio del Interior calculó la cifra en 65.000.
Lukashenko, quien denuncia un complot respaldado desde el extranjero para derrocarlo, dijo que tanques y aviones de la OTAN se habían desplegado a 15 minutos de la frontera bielorrusa.
“Las tropas de la OTAN están a nuestras puertas. Lituania, Letonia, Polonia y Ucrania nos ordenan celebrar nuevas elecciones”, dijo el mandatario, añadiendo que Bielorrusia “moriría como un Estado” si se celebraran nuevas comicios. “Nunca los he traicionado y nunca lo haré”.
La OTAN aseguró que está monitorizando de cerca la situación en Bielorrusia, pero que no se concentraron militares en la frontera occidental del país. El Ejército bielorruso realizará ejercicios militares en el oeste del país del 17 al 20 de agosto, informó la agencia de noticias rusa RIA.
“ÚNETE A NOSOTROS”
Sviatlana Tsikhanouskaya, rival de Lukashenko en las controvertidas elecciones, huyó a la vecina Lituania el martes. La líder opositora había convocado a la gran “Marcha de la Libertad” a través de Minsk y otras ciudades y pueblos el domingo en apoyo de un recuento electoral, y está formando un consejo nacional para facilitar una transferencia del poder.
Maria Kolesnikova, una política de la oposición que se ha aliado con Tsikhanouskaya, pidió a los funcionarios estatales que abandonen a Lukashenko.
“Esta es su última oportunidad para dejar atrás los miedos”, dijo. “Todos estábamos asustados. Únete a nosotros”.
Miles de personas participaron en las protestas contra Lukashenko en otros pueblos y ciudades.
Algunos empleados estatales, incluidos policías y personal de la televisión estatal, han apoyado las protestas y varias de las empresas estatales más grandes del país, la columna vertebral del modelo económico de estilo soviético de Lukashenko, se han visto afectadas por huelgas.
Información de Andrei Makhovsky en Minsk; información adicional de Vladimir Soldatkin y Anastasia Teterevleva en Moscú; escrito por Andrew Osborn; editado en español por Andrea Ariet y Rodrigo Charme