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Más allá de un crop top

Martha Nava Argüelles
Martha Nava Argüelles
Imagogenia
@mar_naa

Pareciera absurdo que en pleno siglo XXI hablar sobre la vestimenta de una persona siga siendo un tema que genere polémica, sin embargo aquí estamos con un video viralizado en el que no permiten el ingreso a una mujer a una reunión de padres de familia de la escuela de su hija porque otra mujer consideró que su vestimenta no era la apropiada.

Entremos en contexto. Hace unos días se hizo viral un video en el que una escuela en Colombia es “denunciada” en redes sociales por discriminación por parte de una madre de familia y su marido pues a ella le fue negada la entrada ya que al personal del lugar -específicamente una delegada del Consejo de Padres y Representantes a la que nunca se le ve el rostro- no le pareció apropiada la forma en la que iba vestida, la madre de familia (Isabel Castro) vestía un pantalón de mezclilla y una blusa blanca escotada tipo crop top; el respaldo bajo el cual la delegada le negó la entrada fue que en el Manual de Convivencia de la Institución Educativa Técnico Industrial (ITIDA) de Soledad -municipio al norte de dicho país- señala que no se puede vestir de esa manera.

El video generó muchas opiniones encontradas en redes sociales, pues mientras unos opinaban que su forma de vestir no era la más apropiada para ir a la escuela de su hija, otros consideraban que, en efecto, la mujer estaba siendo discriminada; Derivado de que hubo muchas opiniones al respecto y por ende se volvió viral, algunos medios locales retomaron el tema e indagaron un poco y al revisar el mencionado manual, reportaron que no existe un apartado donde se indique la vestimenta “apropiada” con la que deben presentarse los padres de familia. La realidad es que puede ser que las escuelas tengan estrictos códigos de vestimenta para docentes y alumnos, pero es extremadamente raro que exista uno para los padres de familia.

Si bien, Isabel Castro logró entrar gracias al apoyo de otros padres de familia, este tipo de acontecimiento no deberían ser tema de conversación -y mucho menos de suceder- pues, honestamente, la señora no estaba infringiendo ningún tipo de norma con su vestimenta y por otro lado ella es libre de vestir como mejor le plazca. Lo cierto es que resulta lamentable que la imagen de una mujer sea puesta en tela de juicio, sin embargo esto deja en evidencia dos cosas: primero que aún tenemos mucho que aprender y que crecer sobre la forma en la que juzgamos a los demás y segundo, que gracias a las redes sociales, hoy en día, todos somos figuras públicas y debemos cuidar en extremo no sólo lo qué vestimos sino nuestro comportamiento pues en cualquier momento alguien podría sacar un teléfono tomar una foto o video y nos podríamos volver virales.