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Más de 90 % de los vestigios arqueológicos en zonas del Valle de Toluca se han perdido: Yoko Sugiura Yamamoto

*La profesora-investigadora de El Colegio Mexiquense dio una conferencia en la que alertó de daños irreparables y puso como ejemplos San Pedro Techuchulco y La Campana Tepozoco, entre otros

Más de 90 % de los vestigios arqueológicos de algunas partes del Valle de Toluca se han perdido de manera irremediable, en especial en los últimos cincuenta años y sobre todo desde mediados de los ochenta, por el desaforado crecimiento urbano y poblacional y la falta de una estrategia de protección y salvaguarda que incluya a los tres órdenes de gobierno y la sociedad civil, afirmó la arqueóloga Yoko Sugiura Yamamoto, en su conferencia «Problemática contemporánea del patrimonio arqueológico del Estado de México», del ciclo «El entorno social contemporáneo. Reflexiones desde las Ciencias Sociales».             La profesora-investigadora asociada por proyecto de El Colegio Mexiquense, considerada la mayor experta en la arqueología de la zona lacustre del Alto Lerma -ha hecho reconocimientos de superficie de Texcalyacac a Temoaya y de Xalatlaco a Santa María del Monte-, consideró que hay zonas donde se encuentran alrededor de 680 evidencias de asentamientos humanos y el poblamiento de lo que hoy es el Valle de Toluca data del 1200 a. C., es decir, de hace más de tres mil años.             La estudiosa recibió el reconocimiento de César Camacho, presidente de El Colegio Mexiquense, en el inicio de la charla, que fue moderada por Gustavo Jaimes Vences, profesor-investigador formado en el equipo de la arqueóloga, quien encabezó 16 temporadas de trabajo en cerca de medio siglo de trabajo al frente del equipo del proyecto arqueológico.             Luego de hablar de las disposiciones internacionales relativas al patrimonio de la humanidad, hizo una defensa argumentada de la importancia de la arqueología de los pequeños asentamientos que dan información sobre la vida cotidiana de los seres humanos.             De la abundante información que compartió, destacó la que es su especialidad, con los antecedentes del trabajo de William Sanders y Jeffrey Parsons, sobre unidades domésticas, efímeros campamentos y talleres de producción artesanal, que tradicionalmente no han llamado la atención de los arqueólogos, e incluso de la población, pese a que el ritmo de destrucción ha llevado a que día a día desaparezcan las huellas de la vida cotidiana de los pueblos antiguos. En relación con el Estado de México explicó que el interés de los especialistas también ha sido el de la arquitectura monumental, con la atención centrada en Teotihuacan, en la Cuenca de México, y Calixtlahuaca, Teotenango, Huamango y San Miguel Ixtapan. Del Valle de Toluca reiteró lo irremediable del daño causado por el crecimiento poblacional y urbano, dijo que de los 19 sitios de arquitectura monumental que hay en la entidad solo uno está en la región, Calixtlahuaca, sugirió hacer una ruta cultural o circuito turístico y habló en detalle de los daños que han sufrido los vestigios de San Pedro Techuchulco, la Campana Tepozoco y Santa María Texcalyacac, entre otros. En el primero prácticamente ha desaparecido el muro de 20 metros de altura que hacía del sitio una especie de Teotenango en pequeña escala; en La Campana Tepozoco ya no es posible reconocer la grandeza de la estructura circular que hoy está en una propiedad privada, mientras que en el surponiente del volcán se ha dado la explotación de minas de piedra pómez desde los años 70, como se puede ver en Calimaya, San Antonio la Isla y Santa María Rayón. También se refirió a la desaparición del entorno con las pequeñas lomas de vestigios domésticos en Cocuapan, cerca de Santa María Atarasquillo, en las proximidades de Capulhuac y en Loma del Conejo, Almoloya de Juárez. Si bien los problemas de la preservación no son solo locales, sino nacionales y mundiales, hay una necesidad impostergable de comunicación entre instancias, especialistas y sociedad, que permita trasmitir la pertinencia de los valores relativos al legado arqueológico de la vida cotidiana, así como cambios a una legislación que tiene más de medio siglo, aseguró.