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Más dura será la caída

Amadeo Palliser Cifuentes
Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Después del rayo de esperanza reflejado en mi escrito de ayer, hoy vuelvo con el baño de la realidad, pues ésta (afortunadamente), no para.

Y en esa rueca, vemos que el tejido resultante sigue su tónica represora, pues la derogación del delito de sedición sigue estando muy verde, y todo el mundo ‘mete su cucharada’.

Ese delito, según el artículo 544 del código penal español, dice los siguiente:

‘Son reos de sedición los que, sin estar comprendidos en el delito de rebelión, se alcen pública y tumultuariamente para impedir, por la fuerza o fuera de las vías legales, la aplicación de las Leyes o a cualquier autoridad, corporación oficial o funcionario público, el legítimo ejercicio de sus funciones o el cumplimiento de sus acuerdos, o de las resoluciones administrativas o judiciales’.

Todos los independentistas, e incluso los unionistas democráticos, saben que en Catalunya no se implementó la República, ya que el president Carles Puigdemont la abortó a los pocos minutos. Por lo tanto, en ningún momento se impidió la aplicación de las leyes españolas, ni la actuación de ningún funcionario; ya que, obviamente, las manifestaciones efectuadas con anterioridad únicamente fueron el pacífico ejercicio de la libertad de expresión popular, en absoluto tumultuarias ni violentas.

Como es sabido, el tema de la amnistía y el referéndum acordado, eran los dos temas centrales de la irónicamente llamada ‘mesa de diálogo’, entre los gobiernos de Pedro Sánchez y Pere Aragonès; si bien, inicialmente, esos temas quedaron al margen, por las líneas rojas del PSOE, y se descafeinaron ambos temas, centrándolos en la revisión del delito de sedición.

Y, precisamente, ayer, ese tema volvió a centrar el discurso político español, ya que:

Pedro Sánchez, ahora, se ha sacado de la manga un nuevo requiebro, y desde Kenia (que confundió por Senegal) dijo que, para la modificación del código penal, en cuanto hace referencia al delito de sedición, su intención es rebajar la pena de cárcel, y que ERC asuma que hubo delito el 1 de octubre del 2017. Es decir, que no piensa abolirlo, como piden todos los partidos independentistas. Y exige a ERC que se comprometa formalmente a su aprobación, sin reparos, antes de su tramitación.

Esta declaración fue para clarificar la ‘metedura de pata’ de la ministra de hacienda, María Jesús Montero, que ayer, en la tramitación de la ley de presupuestos, indicó, en el congreso de los diputados, que el gobierno estaba estudiando la reforma del código penal, respecto a ese delito. Después, tuvo que rectificar, excusándose en ‘su cansancio’, y puntualizó que ese tema lo lleva personalmente el presidente Sánchez, y que se trata de ‘una carpeta diferente a la de los presupuestos’.

Al líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, le faltó tiempo para romper el pacto de renovación de la cúpula judicial, diciendo que no pueden asumir que el PSOE pacte temas centrales del estado, con los que quieren romper España. Es decir, una nueva excusa para demorar la renovación del consejo general del poder judicial, y eso es lo que les interesa, mantener su configuración como correspondía a la época del gobierno de Mariano Rajoy (llevando ya, por lo tanto, cuatro años caducados)

Feijóo, ayer mostró, asimismo, su incultura, pues, dijo:

‘que la mentira o la posverdad nos esclaviza. De hecho, podemos situar el nacimiento de la posverdad en aquella distopía escrita por George Orwell hacia el año 84’. El jefe de la oposición hacía referencia a la obra maestra de Orwell, ‘1984’, que, a pesar de su título, no fue escrita ni publicada aquel año, sino en el año 1949. De hecho, Orwell murió el año 1950’

(elnacional.cat)

Otros ‘personajes’ del PSOE, como Emiliano García-Page, presidente de la comunidad de Castilla-La Mancha, se ha alineado con el PP, diciendo que ‘previamente debe ser juzgado Carles Puigdemont’.

Hoy, el ministro Félix Bolaños, en ruedas de prensa por diferentes medios, ha confirmado el compromiso del presidente, para cumplir este punto crucial del acuerdo de su investidura; pero que, de momento, no ven la mayoría precisa para su aprobación. Y a preguntas de los medios, diciendo que la mayoría sería la misma de la investidura y de la aprobación del presupuesto, se ha escabullido, diciendo que cada tema es diferente, y que tienen que elaborarlo bien, antes de saber los apoyos precisos.

Es evidente, que plantear la no derogación, si no una mera rebaja de las penas, como piensa ahora Pedro Sánchez, manteniendo el delito, no soluciona nada. Es una demostración de que el estado seguirá siendo represor, pero un poquito menos. Una vergüenza total, que me gustaría poder confiar que ERC no aceptará.

Es preciso señalar que ERC debería tener una visión general, pensando en los exiliados (aunque no sea por Puigdemont, Comín y Ponsatí; si no, egoístamente, pensando en su secretaria general, Marta Rovira); pues una rebaja de las penas y manteniendo el ‘delito’, no solucionaría nada, ya que no les beneficiaría en absoluto. A los que están aquí, y cumplieron casi cuatro años de prisión, y fueron indultados, según sea la ‘rebaja’, sí que pueden beneficiarse, e, incluso, poderse presentar a las próximas elecciones, si la rebaja de la inhabilitación va en consonancia.

Dada toda esta algarabía (del árabe ‘al-arabiyya’, que significa ‘la lengua árabe’, y, despectivamente, ‘lenguaje incomprensible’), los independentistas catalanes estamos cansados de tantas promesas y mentiras de Pedro Sánchez, pues un compromiso de investidura, vemos que pasan los años, y todavía sigue verde, y ya no nos creemos las amenazas de Sánchez, de ‘que vendrá el lobo’, pues sabemos que el ‘lobo’ también son ellos.

Personalmente me es igual que el gobierno español lo tenga el PSOE o el PP, ambos tienen el mismo ADN, el patrioterismo español más carca y carpetovetónico (con perdón de los pueblos ibéricos prerromanos, de origen celta: los carpetanos y vetones, pues su historia es digna).

Los independentistas catalanes constatamos que ambos partidos sistémicos, herederos del régimen del 1978 y, por lo tanto, mantenedores de la herencia franquista, no difieren ni en sus formas, ya que Pedro Sánchez se ufana de haber apoyado a Mariano Rajoy para aplicar el artículo 155, con el que, ilegalmente, cercenaron nuestro gobierno y encarcelaron, y después juzgaron teatralmente, a nuestros políticos; represión que sigue en la actualidad, ya que tenemos a otros 4200 juzgados o en ‘capilla’ para serlo.

Y mientras el PP habla claro dentro de su ultranacionalismo, pues Feijóo dijo ayer que cuando ellos gobiernen, endurecerán todavía más las penas para los sediciosos; el PSOE sigue enmarañado en su ‘algarabía’, para mostrar su lado menos malo, si es que lo tiene.

Por todo ello, me parece que nos sentimos confusos, como los alumnos del siguiente cuento sufí:

‘Un viajero derviche contó a sus discípulos que en tierras lejanas conoció a un sheik (maestro sufí) que era como un imán para personas de gran variedad de caracteres que, sin dudas, no se destacaban por sus cualidades.

Los alumnos, ansiosos, le preguntaron: ¿Cómo puede ese sheik soportar la compañía de personas tan horribles? Nunca han progresado por estar cerca de él, ni han sido atraídas en un primer momento por sus virtudes, puesto que, según confiesan, solo buscan poderes que no tengan los demás.

Amigos, contestó el viajero, si todas las serpientes del mundo se dedicaran a su instinto de matar, y ninguna fuera distraída con vanas esperanzas que impiden que su maldad sea ejercitada, no quedaría un solo ser humano vivo, respondió con serenidad el maestro’.

(http://www.psicoletra.com)

Estamos cansados de vanas esperanzas, aunque frenen, en cierto modo la maldad.

Recordamos y no olvidaremos, que el fiscal general del estado español, José Manuel Maza, en octubre del 2017, tituló las querellas presentadas ante el tribunal supremo y la audiencia nacional, con el nombre de ‘Más dura será la caída’, esa era su maldita objetividad.

Con ese mismo nombre en 1956 Mark Robson dirigió una película, conocida, también, como ‘La caída de un ídolo’, protagonizada por Humphrey Bogart, entre otros; sobre la corrupción en el mundo del boxeo. Y, en el 2021, Jeymes Samuel dirigió otra a la que puso ese mismo título, un ‘spaghetti western’, sobre venganzas. Y en estas estamos, entre personajes corruptos y vengadores.

Por eso queremos una República que no sea un nido de serpientes, que no se parezca al estado español, claro reflejo de la distópica ‘1984’, citada.

Queremos superar el destino que nos tiene asignado el estado español, de seguir sometidos y explotados. Pues, sabemos, como dicen los filósofos, que ‘la felicidad es recorrer tu camino’ y ‘la felicidad es creer que la alegría es posible’.