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Más papistas que el Papa, más realistas que el rey, mas españolistas que la paella y más represores que la inquisición

Amadeo Palliser Cifuentes
amadeopalliser@gmail.com

Desde ayer a primera hora, al hacerse pública la información del fallecimiento del Papa, todos los medios de comunicación (públicos y privados) consideraron (y siguen considerando) ese tema, como ‘el monotema’, folclorizándolo: ‘todo por la audiencia’. Y ese ridículo es el que intento comentar a continuación.

Me parece bochornoso que, en un estado teóricamente aconfesional, los medios públicos llenen todos sus programas alrededor de este tema, entrevistando a todo tipo personas, desde relativos altos cargos eclesiásticos, hasta los penosos ‘todólogos’, los soberbios y presuntuosos ‘opinadores’ de todo, que se consideran y les consideran ‘sabelotodo’, cuando, en realidad, a duras penas son monosabios. Y me parece vergonzoso que todos los medios, envíen sus comunicadores estrella (mejor dicho, estrellados), despreciando, así, a los corresponsales habitualmente destacados en Roma (igual que hacen en otro tipo de actos, como las elecciones americanas, alemanas, etc.)

Y más penoso todavía, es ver desfilar a los políticos de todos los pelajes y correajes, recorriendo esos medios, para tener sus minutos de gloria.

Y claro, la consecuencia es una ciudadanía adocenada y acrítica, ‘consumiendo’ lo que nos echen.

Obviamente, los medios de comunicación privados pueden hacer lo que les plazca, y así, considerando que ‘todo vale para obtener más cuotas de audiencia’, aprovechan ese caldo de cultivo, para seguir infantilizándonos, añadiendo, a tal fin, todo tipo de salsas agridulces, y si hace falta, regándolo con un buen ‘rebujito’ (el cóctel andaluz). En definitiva, haciendo un inmenso ridículo, como el aprovechado Jordi Basté (RAC1) que, esta mañana, eufórico al publicarse los índices de audiencia, desde Roma (claro) ha dicho: ‘hoy no es el día siguiente de la muerte del Papa, hoy es el día que RAC1 ha llegado al millón de oyentes’, pero, como todas las cadenas, sigue dedicando todos los espacios al folclore vaticano.

Es verdad que el fallecimiento de un Papa es un tema relevante, pero se ha de ser consecuente. No es aceptable que hasta ayer le ningunearan, como ha venido haciendo Putin; e incluso le insultaran, como ha hecho de forma reiterada la administración de Trump; y ahora, todos estén dispuestos a acudir a su funeral, cantando sus excelencias.

Si realmente la ciudadanía fuésemos críticos y consecuentes con nuestras creencias, mayoritariamente escépticos aconfesionales (ateos, agnósticos, etc.), intentaríamos pasar de esa vorágine; pero somos consumidores acríticos.

Por eso, dado mi pesimismo ante la presente situación, sólo me cabe reproducir la letra de la siguiente canción ‘In the years 2525’ (1968) de Zager and Evans (Denny Zager y Rick Evans):

En el año 2525

En el año 2525

si el hombre sigue vivo

si la mujer puede sobrevivir

quizás estarán buscando.

En el año 3535

no necesitarán decir la verdad ni decir mentiras

todo lo que piensen, que hagan o digan

estará en la pastilla que habrán tomado.

En el año 4545

no necesitarán los dientes ni los ojos

no encontrarán nada para masticar

nadie les va a mirar.

En el año 5555

sus brazos están colgados a los lados

las piernas no tendrán nada que hacer

algunas máquinas lo harán por ellos.

En el año 6565

no necesitarán ningún marido ni esposa

tomarán su hijo, así como su hija

desde el fondo de un largo tubo de cristal.

En el año 7510

si Dios viene, que debería hacerlo por entonces

tal vez mirará a su alrededor y dirá:

supongo que es tiempo para el Día del Juicio.

En el año 8510

Dios sacudirá su poderosa cabeza

y dirá ‘Estoy contento de donde el hombre ha estado’

o bien lo derribará todo y empezará de nuevo.

En el año 9595

estoy preguntándome si el hombre estará vivo

habrá tomado todo lo que esta vieja Tierra pueda darles

y no ha devuelto nada.

Habrán sido 10.000 años

el hombre habrá llorado mil millones de lágrimas

por lo que nunca supo.

Se acabó el reinado del hombre

pero, a través de la noche eterna

el centelleo de la luz de las estrellas

tan infinitamente lejos

tal vez esto es solo ayer.

En el año 2525

si el hombre sigue vivo

si la mujer puede sobrevivir

quizás estarán buscando.

En el año 3535

no necesitarán decir la verdad ni decir mentiras

todo lo que piensen, que hagan o digan

estará en la pastilla que habrán tomado.

(desvaneciendo …)

De todos modos, no debemos desmoralizarnos, por eso me parece interesante finalizar reproduciendo la siguiente canción ‘Street fighting man’ (hombre de lucha callejera), curiosamente, también de 1968, de Mike Jagger y Keith Richards (The Rolling Stones):

Hombre de lucha callejera

Por todas partes escucho el sonido 

de marchar, cargando los pies, chico.

Porque el verano está aquí

y es el momento adecuado para pelear en la calle.

Pero ¿qué puede hacer un pobre chico?

además de cantar en una banda de rock’ n’ roll

Porque en la tranquila ciudad de Londres

simplemente no hay lugar para un peleador callejero.

No.

¡Oye! Creo que es el momento adecuado

para una revolución palaciega.

Pero donde vivo el juego para jugar

es una solución de compromiso.

Bueno, entonces ¿qué puede hacer un pobre chico?

además de cantar en una banda de rock and roll

Porque en la tranquila ciudad de Londres

simplemente no hay lugar para un peleador callejero.

No.

¡Oye! Dijo que mi nombre se llama perturbación.

gritaré y gritaré, mataré al rey,

criticaré a todos sus sirvientes.

Bueno, entonces ¿qué puede hacer un pobre chico?

además de cantar en una banda de rock and roll

Porque en la tranquila ciudad de Londres

simplemente no hay lugar para un peleador callejero.

No.

Pero desgraciadamente, la ciudadanía española, más papista que el papa, más realista que el rey, más españolista que la paella, y más represora que la inquisición,  mayoritariamente, seguirá enredada en el folclore que nos echen, ‘sin saber de la misa ni la media’, y así, todos quedarnos ‘para vestir santos’, viendo que todo acaba ‘como el rosario de la aurora’, perdiendo la razón, al ‘írsenos el santo al cielo’, y seguir siendo unos ‘viva la Virgen’.

Por eso es más necesario que nunca, que sigamos manifestándonos, siendo ‘peleadores callejeros’ (pacíficos, como siempre lo hemos sido)