Las vacunas contra la covid-19 que ya circulan en México son un privilegio que, por ahora, los doctores de clínicas privadas no pueden tener y ello genera enorme preocupación en el gremio tras casos de contagios y pérdidas de familiares en los últimos meses.
«Nos estamos jugando la vida pudiendo estar protegidos», dijo este martes a Efe el doctor Leobardo Castro, quien dirige una clínica privada en el Estado de México.