- El volumen contiene intervenciones y recomendaciones de los participantes en el segundo Ciclo iberoamericano de encuentros con especialistas.
- Necesario repensar la escuela, el uso de las tecnologías en la educación y la formación docente en el nuevo contexto —coincidieron Patricia Aldana y Etelvina Sandoval Flores.
- La escuela pospandemia sacó a la luz nuestras dificultades, nuestro potencial y nos hizo pensar en la escuela del futuro: Catalina Inclán.
La Comisión Nacional para la Mejora Continua de la Educación (Mejoredu) y la Oficina en México de la Organización de los Estados Iberoamericanos (OEI) presentaron hoy el volumen: Un paso adelante de la educación remota de emergencia (repensar el sentido de la tecnología, la escuela y la formación docente).
Patricia Aldana —representante permanente de la OEI-México— y Etelvina Sandoval Flores —comisionada de la junta directiva de Mejoredu— coincidieron en la necesidad de repensar la escuela, el uso de las tecnologías en la educación y la formación docente en el nuevo contexto de la emergencia sanitaria.
La titular de la OEI en México dijo que es fundamental poner sobre la mesa la importancia que tiene el cuerpo docente en la producción de saberes y procesos educativos incluyentes, así como la capacidad que han mostrado las comunidades escolares para aprender, transformarse y renacer.
En el evento moderado por Chandel Dávila Gutiérrez —coordinadora de Educación y Cultura de OEI-México— Aldana llamó a compartir las experiencias que han originado cambios y avances en la mejora de la formación docente y del sistema educativo. Añadió que la educación es un tema primordial y que las necesidades de las y los estudiantes, del cuerpo docente y del medio donde se desarrollan deben ser atendidas.
A nombre de la junta directiva de Mejoredu, Etelvina Sandoval Flores señaló que durante la pandemia los centros escolares cerraron sus instalaciones pero continuaron con su trabajo, lo que obliga a revisar lo que la escuela fue antes y durante la contingencia sanitaria, para pensar en la que hoy queremos.
Destacó que se precisa de una escuela que articule la inclusión, la justicia social, las tecnologías y el trabajo colaborativo; una que reconozca a las y los docentes como profesionales activos, reflexivos, poseedores de saberes y conocimientos, y que haga posible ejercer el derecho a la educación de todas y todos.
Al comentar la obra, Catalina Inclán —investigadora en el Instituto de Investigaciones sobre la Universidad y la Educación de la UNAM— resaltó que el volumen es un ejercicio a muchas voces de lo que consideró como tres tipos de escuela: la de prepandemia, la fracturada por la crisis sanitaria y la de pospandemia o poscovid. Sobre la primera manifestó que destaca su firme espíritu igualitario y su calidad constructora de gran parte de la personalidad y la socialización de los estudiantes —aunque algunos especialistas participantes en el segundo Ciclo iberoamericano le atribuyeron ser reproductora de desigualdades, desvinculada de la vida y cerrada a lo que sucede más allá de sus paredes.
Acerca de la fracturada por la crisis, dijo que mostró “nuestras dificultades y nuestro potencial”. Esta escuela sin muros se extendió hasta el límite de sus posibilidades y permitió repensar la escuela del futuro. Finalmente, sobre la escuela pospandémica consideró que está en tránsito, renovándose, refundándose y recogiendo lo mejor de las experiencias, como una institución que se reconstruye de la tragedia, de lo que está por venir y de lo que sigue siendo escuela.
Esta memoria impresa presenta intervenciones y recomendaciones de los participantes en el segundo Ciclo iberoamericano de encuentros con especialistas, convocado por ambas instituciones y efectuado del 27 de mayo al 9 de septiembre de 2021, cuando los gobiernos de Iberoamérica, la sociedad civil y las familias se preguntaban qué hacer con la transformación de la escuela.
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