Buscar

Mensaje ético y con contenido

El pasado día 16 falleció Julio Anguita González, a la edad de 78, por un problema cardíaco. Estudió magisterio y la licenciatura de historia en la Universidad de Barcelona, maestro de profesión, en 1972 se afilió al entonces clandestino Partido Comunista de España, reconocido por el sobre nombre de “el Califa Rojo”, fue alcalde de Córdoba, coordinador general de Izquierda Unida y diputado.

En este escrito no voy a hacer una necrológica, ni una síntesis biográfica, pero sí que me parece importante destacar que es habitual que al hablar de un recién fallecido, suelan resaltarse sus virtudes, hasta extremos ridículos; pero en este caso lo resaltable es la coincidencia por parte de articulistas de derechas y de izquierdas, destacando su honestidad, sinceridad, integridad y coherencia; valores fundamentales que no abundan en el mundo político, más bien dado a “honores” grandilocuentes y vacuos.

Y atribuir ese tipo de valores a un político comunista, reconociendo asimismo su valor como referente, como luchador por la igualdad y la justicia social, que era un político que no negociaba con los principios, en definitiva, uno de esos personajes cuyo peso político se acrecienta al perder los cargos, sin llegar a representar el papel de “jarrón chino”, tan propio de todos los “ex”. Y una buena muestra de esa honestidad y coherencia fue su renuncia a la pensión de jubilación de diputado, por la de maestro, muy inferior.

El libro “atraco a la memoria: un recorrido histórico por la vida política de Julio Anguita”, de Juan Andrade (Ediciones Akal, 2015), autor que efectúa las preguntas precisas para que el entrevistado, Anguita, explicase con gran detalle la historia, filosofía y praxis de su visión política, mostrando, asimismo, su humanidad, sus ambiciones y proyectos, es muy recomendable.

Hasta aquí esta referencia, ya que no se trata de beatificarlo, ni de hacerlo “santo súbito”, pues todas las personas somos polifacéticas, con toda la paleta de colores y grises.

Pero me ha parecido interesante destacar aquí el interés de Anguita, por elaborar sus discursos con el máximo contenido y expresión didáctica, siguiendo la teoría de la ética del discurso de Jürgen Habermas (n. 1929), basada en los principios morales, en la ética universalista de la justicia.

Y ese interés pedagógico e ilustrador, con una buena capacidad comunicativa, es, justamente, todo lo contrario de lo que podemos observar en el panorama político actual, pero que podemos ver, afortunadamente, en comunicadores como el profesor Xavier Sala i Martín.

A mi modo de ver, el único político que discursivamente tiene un estilo similar al de Anguita, es Oriol Junqueras i Vies (n. 1969, 28 años después del nacimiento de Anguita), pues les unían diferentes aspectos: su formación en historia, su experiencia didáctica, su experiencia como alcaldes, su liderazgo en sus respectivos partidos, sus principios morales y su mirada a largo plazo. Si bien es preciso recordar que Junqueras está en prisión, tras el juicio irregular, acusado por sedición.

Y ese tipo de discurso pedagógico, clarificador y transparente, considerando a sus receptores como adultos, contrasta con el que utilizan Pedro Sánchez y su gobierno, ya que con una verborrea vacía, se limitan a cubrir el tiempo de sus ruedas de prensa  dirigidas, con mensajes confusos y ocultando información esencial, como, por ejemplo, que en plena pandemia y con escasos recursos para cubrir las inmensas necesidades que se plantean no sólo en los ámbitos sanitarios, sino también en el sector educativo, “Sánchez ha gastado 2100 millones de euros en tanques para el ejército español. El ministerio de defensa ha impulsado el proyecto del vehículo blindado 8×8, paralizado a finales del año pasado, después de declarar desierto el contrato cuando rechazó la oferta de Santa Bárbara Sistemas. La semana pasada el ministerio anunció que el proyecto volvía a activarse y aceptó la formación de una sociedad anónima integrada por Indra, Santa Bárbara, Sapa y Escribano, para adjudicar el contrato durante el tercer trimestre de este año” (VilaWeb).

No sé si el gobierno español debe prever un ataque, una invasión inminente, o más bien es el premio, el regalo, por la labor realizada durante la pandemia; pero, efectivamente, un gasto así, mientras se retrasan los pagos de las ayudas a los trabajadores, pues hay muchas personas que aún están pendientes de cobrar los ERTE (expediente regulación temporal empleo), y también pequeños trabajadores autónomos que han visto reducir sus ingresos, o perderlos del todo, es amoral. Y ocultarlo, incrementa la desconfianza, pues vemos que hay una doble tasa de medir, ya que mientras por una parte publicita ayudas “crediticias” que no llegan, por otra, tiran, si tiran, el dinero en máquinas de matar que son del todo innecesarias.

Efectivamente, las trágalas que nos impone Sánchez, con sus acciones y sus discursos amorales y vacíos, con sus ínfulas, como si tuviese mayoría absoluta en las cámaras, y con la gran pantalla de la pandemia, diciendo blanco y, al poco, corregir, como ha hecho ahora con su pretendida prórroga del estado de alarma, que quería para un mes (contraviniendo el espíritu constitucional) y que finalmente, para conseguir el apoyo del partido de Ciudadanos, de derechas, será finalmente de 15 días.

Como vemos, es el mundo al revés, ya que ver a la ultraderecha manifestándose inicialmente por el barrio de Salamanca de Madrid, pero que se está extendiendo por toda la capital, reclamando “libertad y democracia”, es realmente un sinsentido, ya que ellos son la antítesis de esos conceptos.

Y en este caldo de cultivo, Sánchez y su autodenominado “gobierno progresista”, en lugar de acercarse a los partidos nacionalistas periféricos, busca el apoyo de partidos de la derecha.

El profesor Manel Ollé (que tuve la fortuna de tener) comenta que “aprovechando que los focos mediáticos globales están distraídos y que en Hong Kong (y en medio mundo) casi todos estamos todavía medio confinados en casa, el liderazgo chino ha decidido pisar el acelerador y empezar para resolver a la brava la pervivencia dentro de sus dominios una ‘anomalía democrática’ que se había comprometido a hacer durar hasta finales del año 2047. Ahora se quiere que tenga los días contados. Un país, un sistema parece que ha de ser la nueva normalidad que se quiere imponer. El objetivo es convertir Hong Kong en un barrio más (..) En paralelo, se ha producido el golpe de efecto más inesperado: la detención de los quince líderes más emblemáticos y veteranos que tiene el campo opositor de Hong Kong (…) ¿Acabará Pequín desconvocando las elecciones de setiembre? (…) La nueva normalidad en Hong Kong puede ser que sea nueva, pero lo que es seguro es que será tan turbulenta como imprevisible” (Ara, 19/5/20).        

Como vemos, aprovechar la pandemia para efectuar medidas que de otro modo serían impensables, y serían rechazadas, es una tentación que tienen los gobernantes con escasos mimbres democráticos, y esto es lo que está haciendo Pedro Sánchez, pues, como hemos visto, en lugar de reducir costes superfluos como el citado, o como la reducción del presupuesto de la casa real (que, por cierto, ahora corre la información que el rey emérito se refugiará en la República Dominicana), su principal labor es centralizadora, eso sí, que la gestión la hagan los responsables de las Comunidades Autonómicas, pero la plena decisión la tiene él, ese es su peculiar sistema de cogobernanza. Está claro que no fue un buen alumno, ya que su dominio del lenguaje, de los conceptos, como comenté ayer, los utiliza como Cantinflas (con perdón, para el gran actor).

Y lo que pretende es que todos nosotros sigamos aletargados, confinados mentalmente, que nuestras neuronas sigan en estado somnoliento, abúlico, ya que así lo aceptaremos todo, como hemos visto en las encuestas publicitadas hoy mismo, en las que el PSOE obtendría mejores resultados; y de este modo, Sánchez seguirá en su línea y encantado de haberse conocido.

Por eso, en estos momentos nos haría falta Julio Anguita, con sus frases lapidarias:

·       “Me gustaría ver las calles llenas de gente protestando por tanta corrupción”.

·       “España es un país que se pone delante del toro, pero sale corriendo cuando ve un libro”.

·       “La gente que vuelve a votar a los ladrones es igual de responsable de lo que está pasando”.

·       Etc.

Amadeo Palliser Cifuentes