BERLÍN (AP) — La canciller alemana Angela Merkel visitó el domingo lo que describió como una escena “surrealista y fantasmal” en una localidad devastada por las inundaciones, y prometió una pronta ayuda financiera y un mayor interés político para frenar el cambio climático.
Entretanto, el número de fallecidos por las inundaciones que azotaron el occidente de Europa superaba las 180 personas.
Merkel recorrio Schuld, un pueblo situado en una curva cerrada del río Ahr, en el oeste de Alemania, donde muchos edificios resultaron dañados o destruidos por las crecidas el miércoles por la noche.
Aunque el alcalde de Schuld dijo que nadie había fallecido o resultado herido allí, en muchos otros lugares ese no fue el caso. La cifra de muertes en la región de Ahrweiler, donde se ubica Schuld, se mantuvo en 112. Las autoridades dijeron que aún hay gente desaparecida y que temen que esa cifra aumentará.
En el vecino estado de Renania del Norte-Westfalia, el más poblado de Alemania, se confirmaron 46 muertes, incluidos cuatro bomberos. Y Bélgica ha confirmado 31 muertos.
Merkel dijo que se marcha de Schuld, que seguía con escombros y lodo bajo un sol radiante, con una “imagen real de, debo decir, la situación surreal y fantasmal”.
“Es impactante, casi diría que el idioma alemán apenas tiene palabras para describir la devastación que se ha producido”, señaló la canciller alemana en una conferencia de prensa realizada en una localidad aledaña.
Merkel dijo que las autoridades trabajarán para “volver a enderezar el mundo en esta hermosa región, paso a paso”, y que su gabinete aprobará el miércoles un programa de ayuda financiera inmediata y a mediano plazo.
El ministro de Finanzas, Olaf Scholz, anunció que propondrá un paquete de ayudas inmediatas en una reunión del gobierno del miércoles, y en declaraciones al periódico Bild am Sonntag estimó que harán falta más de 300 millones de euros (354 millones de dólares). Y señaló que es imperante la necesidad de trabajar en un programa de reconstrucción, que según la experiencia de otras inundaciones ascenderá a miles de millones de euros.
“Afortunadamente, Alemania es un país que puede manejar esto financieramente”, dijo Merkel, quien dejará el cargo tras las elecciones de septiembre. “Alemania es un país fuerte y haremos frente a esta fuerza de la naturaleza en el corto plazo, pero también en el mediano y largo plazo, mediante políticas que tengan más en cuenta la naturaleza y el clima de lo que tuvieron en los últimos años. Eso también será necesario”.
Los científicos climáticos dicen que la conexión entre los fenómenos climatológicos extremos y el calentamiento global es inequívoco y la urgencia de hacer algo contra el cambio climático es innegable.
Los científicos aún no pueden afirmar con certeza si el cambio climático provocó las inundaciones, pero insisten en que sin duda agrava el tiempo extremo que se ha registrado en diferentes lugares del mundo.
“Debemos actuar más rápido en la lucha contra el cambio climático”, dijo Merkel, señalando las políticas que ya fueron implementadas por Alemania y la Unión Europea para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. “Y, sin embargo, la segunda lección es que debemos poner más atención a la adaptación” al cambio climático.
Invertir en la lucha contra el cambio climático es costoso, comentó Merkel, pero no hacerlo es aún más costoso.
“Una inundación no es un ejemplo del cambio climático, pero si observamos los siniestros de los últimos años y décadas, simplemente son más frecuentes de lo que eran, por lo que debemos hacer un mayor esfuerzo”, dijo Merkel.
Aunque ha dejado de llover en las zonas más afectadas de Alemania, Bélgica y Holanda, la tormentas aún persistían en otras zonas del centro y oeste de Europa.
El sábado por la noche hubo inundaciones en la región de la frontera entre Alemania y República Checa, en el otro extremo del país así como en el sureste de Alemania y en Austria.
Unas 130 personas fueron evacuadas de sus casas ubicadas en la zona de Berchtesgaden, en Alemania, ante la crecida del Río Ache. Al menos una persona murió. La línea ferroviaria a Berchtesgaden estaba cerrada.
El papa Francisco ofreció una oración por las víctimas de las inundaciones y por el apoyo a los “esfuerzos de todos para ayudar a los que sufrieron grandes daños.”
“Expreso mi cercanía a los pueblos de Alemania, Bélgica y los Países Bajos, que se han visto afectados por las inundaciones catastróficas”, dijo el pontífice en su primera aparición pública ante los fieles en la Plaza de San Pedro dos semanas después de someterse a una cirugía. “Que el Señor acoja a los fallecidos y consuele a sus familias”, señaló.
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Frances D’Emilio en Roma contribuyó a este despacho.