Jorge Ortiz Ceballos
Tras los sucesos criminales registrados en los primeros días del año en Metepec, el municipio no pierde su esencia y lejos de ser un foco rojo, por el contrario sigue siendo un importante atractivo para la inversión y no ha mermado su actividad dinámica cotidiana.
Las buenas lecturas, saben perfectamente la raíz de o motivos que pudieron haber consumado el final del ex funcionario de la Fiscalía del Edomex y del empresario, al igual que los hechos de los tres veladores ultimados en una construcción cuando se encontraban intoxicados con sustancias prohibidas.
Para algunos, ambas noticias son elementos perfectos para buscar consumir mediante la nota roja un incentivo o tratar de desacreditar el ejercicio de gobierno. Lo cierto es que, si ambos casos hubieran sucedido en Chimalhuacán, Nezahualcóyotl, Ecatepec, incluso la capital del Estado, no hubiera tenido la misma reacción, ahhh pero fue en Metepec, “allí si vende la noticia”.
Horas antes de la ejecución del ex fiscal y del promotor de espectáculos, el Gobierno estatal había anunciado la disminución de los homocidios dolosos en la entidad, lo que es una realidad derivado de un esfuerzo sin precedentes, lamentablemente este último hecho empaña el trabajo de meses y lo mismo pasa en Metepec, donde los números bajos se incrementaron de sobremanera por estos dos sucesos. Algo injusto.
Algunas columnas en supuestas investigaciones que más bien parecen platica vulgar de café y suposiciones, quieren ligar al funcionario y empresario con autoridades estatales o municipales, cuando la realidad es que pocos, muy pocos, son empresarios que se dedican a prestar servicios especializados y nada tiene que ver la contratación de un bien como renta de templetes u organización de eventos por los cuales pagan los impuestos correspondientes, que ser parte de una asociación.
A pesar de los hechos lamentables, el índice delictivo en Metepec es muy muy bajo comparado con otros municipios de la entidad y el país con las mismas características.
La vida sigue, nada raro es que en la actualidad, se persiga a ex servidores públicos o en funciones, es un clamor de un sector de la población a las autoridades y eso está muy bien, se aplaude, pero también, es justo esclarecer los hechos y no se queden en el tintero porque es fácil desacreditar sin fundamento y difícil construir investigaciones profesionales, muchas veces sesgadas por mala información o clamor del vox populi, o al menos de una pequeña parte de ella.
