La tensión entre la industria de alimentos procesados y el Gobierno se ha agudizado con la pandemia en México, donde uno de cada cuatro muertos por la COVID-19 padecía obesidad, más de una tercera parte diabetes y casi la mitad hipertensión.
Con 42.645 fallecidos acumulado, México es el cuarto país con más defunciones por la COVID-19 y el octavo con más letalidad, mayor al 11 %, un factor que el Gobierno atribuye a la alimentación heredada por el «periodo neoliberal» y la industria de alimentos procesados.